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Viernes 03 de Mayo de 2024

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Cultura  

Gana la uruguaya Ida Vitale el Premio Cervantes; remarcan que es apenas la quinta mujer en obtenerlo

La escritora de 95 años, quien vivó exiliada durante 10 años en México y fue acogida por Octavio Paz, es reconocida por su lenguaje, “que es intelectual y popular” y uno de los más destacados en la poesía moderna en español, dice el escritor nicaragüense Sergio Ramírez, uno de los jurados. Recuerdan en el anuncio desde Madrid a Fernando del Paso, ganador del galardón en 2015 y que falleció el miércoles

DPAMadrid / Montevideo

Noviembre 16, 2018

“Los españoles siguen igual de locos que en la época de la Conquista”, expresó la poeta uruguaya Ida Vitale al enterarse de que le dieron el prestigioso Premio de Literatura en Lengua Castellana Miguel de Cervantes. En septiembre, el comité organizador de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara le otorgó el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances, que recibirá a fines de este mes Foto: Agencia Reforma

La poeta uruguaya Ida Vitale se convirtió ayer en la quinta mujer de la historia en recibir el Premio de Literatura en Lengua Castellana Miguel de Cervantes, el galardón literario más prestigioso de las letras en español, en reconocimiento a una trayectoria “de primer orden”.
Así lo reconoció el acta del jurado leída en Madrid por el ministro español de Cultura, José Guirao, que celebró también a la autora de 95 años “por su lenguaje, uno de los más destacados y reconocidos de la poesía hodierna en español”.
El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, envió sus felicitaciones a la galardonada. “Su sensibilidad, su maestría con el lenguaje y su amor por la poesía hacen de ella una autora única. ¡Enhorabuena!”, escribió en Twitter.
También el gobierno uruguayo la felicitó: “Ida Vitale nos conmueve, así, nuevamente, por su vitalidad, por su sensibilidad, por su inteligencia cada día más sutil y perspicaz”, se indicó en un comunicado de la presidencia.
La escritora “seguirá conmoviendo siempre por su poesía esencial, tan entrañable como infinita, en su musicalidad y significaciones”, añade el texto.
Se trata de la quinta mujer que ha ganado el Premio Cervantes, tras las españolas María Zambrano (1988) y Ana María Matute (2010), la cubana Dulce María Loynaz (1992) y la mexicana Elena Poniatowska (2013), un bajo porcentaje de escritoras, que fue remarcado este jueves durante las deliberaciones del jurado.
Su elección resultó atípica también por romper una norma no escrita que desde 1996 alternaba cada año un premiado a cada lado del Atlántico. En 2017 fue premiado el nicaragüense Sergio Ramírez, por lo que en teoría este año tocaba un autor español. También es tradición que quien gane el premio, sea parte del jurado del siguiente.
Sergio Ramírez cree que el premio es justo con Uruguay, un país de gran tradición y calidad en la poesía femenina. El centroamericano también subrayó que no se otorga el premio por ser hombre o mujer, “sino por la calidad de una obra que queda fuera de toda duda”. Y por las siguientes razones esgrimidas en conjunto: “Por su lenguaje, uno de los más destacados y reconocidos de la poesía moderna en español, que es al mismo tiempo intelectual y popular, universal y personal, transparente y hondo. Convertida desde hace un tiempo en un referente fundamental para poetas de todas las generaciones y en todos los rincones del español”.
Nacida en Montevideo el 2 de noviembre de 1923 –acaba de cumplir 95 años– reside en Montevideo después de haberlo hecho durante décadas en Estados Unidos. Vitale está considerada una destacada representante de las vanguardias latinoamericanas y una de las grandes voces de las letras uruguayas.
Última sobreviviente de la llamada Generación del 45, integrada también por otros intelectuales uruguayos de referencia como Juan Carlos Onetti, Emir Rodríguez Monegal o Mario Benedetti, Vitale enriquece con el Cervantes una amplia lista de premios.
En su larga carrera ha recibido galardones como el Octavio Paz de Poesía en 2009, el Alfonso Reyes en 2014, el Reina Sofía de Poesía Iberoamericana en 2015 o el Premio Internacional de Poesía Federico García Lorca en 2016.
Estudió Humanidades y se dedicó a la enseñanza. Fue profesora de Literatura hasta 1973, cuando la dictadura militar en su país la obligó a exiliarse en México durante una década (1974-1984). Tras conocer a Octavio Paz, éste la introdujo en el comité asesor de la revista Vuelta.
El mes pasado fue reconocida con el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances de Guadalajara, la feria del libro más importante en español. “El papel de la poesía, tiendo a suponer, que cada vez es menor”, lamentó entonces.
Entre sus obras destacan La luz de esta memoria, Procura de lo imposible, Léxico de afinidades y Sueños de la constancia. También es traductora de francés e italiano, crítica literaria y ensayista.
El anuncio del premio estuvo marcado por otro protagonista, aunque ausente: el mexicano Fernando del Paso, ganador del Cervantes en 2015 y fallecido la víspera, a los 83 años, en Guadalajara.
Del Paso “fue elegante hasta el final: se ha ido justo el día previo a que se conozca el ganador del Premio Cervantes”, sostuvo el ministro Guirao, que inició el acto de ayer recordando al mexicano: “Nos sumamos todos a la tristeza que nos produce su pérdida”.
Dotado con casi 150 mil dólares, el Premio Cervantes reconoce la labor creadora de escritores españoles e hispanoamericanos “cuya obra haya contribuido a enriquecer de forma notable el patrimonio literario en lengua española”.
Lo entregan los reyes de España el 23 de abril, día de la muerte de Miguel de Cervantes, en la Universidad de Alcalá de Henares, cuna del escritor.

“¡Qué locura!”, dice la premiada

Crítica, ensayista y traductora, la recién galardonada pertenece a la generación dorada de la gran literatura uruguaya de los años 40, posee el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (2015) y hace apenas dos meses fue reconocida con el Premio Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) de Literatura en Lenguas Romances 2018 por haber “enriquecido la lengua española”.
“¡Qué locura!”, dijo Vitale cuando le avisaron por teléfono para comunicarle el fallo del jurado y, tras hablar de los galardones que ha recibido en los últimos tiempos en España, insistió: “Los españoles siguen igual de locos que en la época de la Conquista”.
Una mujer vital, dijo Guirao, que hace honor a su nombre, de tal forma que se ha mostrado convencido de que no tendrá dificultades para recoger el premio en la ceremonia que se celebra en abril de 2019 en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares (Madrid).
Elegante, lúcida y culta, Vitale, que sigue escribiendo a sus 95 años, ha tenido siempre como referente poético a Juan Ramón Jiménez. Su trabajo poético lo inició en 1949, con La luz de esta memoria, al que siguió Palabra dada (1953), Cada uno su noche (1960) o Paso a paso (1963). Después llegarían otros muchos otros títulos de poesía y ensayo y reconocimientos.
El jurado habló en su reunión del mexicano Fernando del Paso, Premio Cervantes 2015 y fallecido el miércoles a los 83 años. Sergio Ramírez recordó su amistad y aseguró que su muerte supone “un duelo para todas las letras hispanoamericanas”, de las que fue “una de sus voces más singulares”.
Tanto el ministro español como el escritor nicaragüense subrayaron la proyección del galardón al acercar las obras de los premiados a un público más extenso.
Creado en 1975 por el Ministerio de Cultura español, este premio reconoce la trayectoria de un escritor que con el conjunto de su obra haya contribuido a enriquecer el legado literario hispano.
El Cervantes tiene además este año una especial relevancia para el mundo de las letras ya que no ha habido Premio Nobel de Literatura después de que la Academia Sueca haya aplazado hasta 2019 su concesión.