El escritor Juan José Rojo Solís, conocido como Pepe Rojo, aseguró sentirse felizmente sorprendido luego de ser invitado a ser la figura central de la sexta Feria del Libro Guerrerense que se inauguró ayer por la noche en Tixtla y que concluirá el próximo sábado precisamente con un homenaje a su persona y su trabajo literario.
“Agradablemente sorprendido la verdad, no me lo esperaba; nací por allá y siempre me gusta regresar”, dijo en charla telefónica a Tijuana, Baja California, donde radica y recordando que si bien salió de Guerrero desde muy chico (es oriundo de Chilpancingo) tiene familia a la cual visitar.
El escritor se ha especializado en literatura de ciencia ficción, género lo ha hecho ganar premios como el Kalpa, en 1996, uno de los más importantes de la ciencia ficción en México, creado por el entonces Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) y la revista Tierra Adentro.
Aceptó además que la ciencia ficción en un país como México colabora, aún sin proponérselo, dando claves principalmente a partir de la ciencia y tecnología “en medio de la confusión en la que vivimos”
Además, “siempre he pensado en la ciencia ficción como algo que en realidad está hablando sobre el presente, como una herramienta de ensamble para tener una postura crítica frente a la realidad actual”.
En ese sentido, agregó que “a mí se me hace tan parecido leer una novela de ciencia ficción como pararme frente a un cajero automático o pensar que vas a pagar impuestos o este asunto de hablar a distancia”.
Al preguntarle sobre su impresión actual de Guerrero a la distancia, dijo que “por un lado el verde maravilloso por todos lados a diferencia de acá, el desierto en el que vivo; (Guerrero) es el lugar donde yo pasé mi infancia, la pasé muy, muy bien, pero también y al mismo tiempo es un lugar que ha sido golpeado por distintos imperios e intereses económicos tan disímbolos (…) Guerrero me da una especie de anclaje a una realidad hiperviolenta de intereses económicos que rebasan la vida de todas las personas que viven ahí y me preocupa mucho, me ancla”.
Mientras tanto, celebró nuevamente el reconocimiento que se le hará durante la feria, (el sábado por la noche en la clausura) pues recordó que “yo salí de Guerrero como a los 12 años, me fui a vivir a la Ciudad de México (donde estudió Comunicación) así que como escritor me formé en la Ciudad de México y llevo ya como 12 años en Tijuana”.
El SNCA

Pepe Rojo reiteró su sorpresa porque además, este año fue seleccionado por el Sistema Nacional de Creadores de Arte (SNCA), que concentra a los creadores de excelencia y trayectoria del país, siendo becado por tres años.
“Por un lado hay una especie de reconocimiento a mi trabajo que llevo años haciendo del lado de la literatura y las artes y de una manera y (por) otro, es la posibilidad de mostrar mi trabajo y de continuarlo”.
En ese sentido, resumió que a lo largo de su beca “voy a recopilar y escribir, información sobre dos proyectos de intervención artística (manifestación en un espacio público a través de performances, murales, pinturas, esculturas, u otros y que invite al disfrute y reflexión del espectador) que he realizado aquí en Tijuana, un ensayo sobre cada uno de ellos; uno es de 2011, con estudiantes de la (Universidad) Autónoma de Baja California con quienes realizamos una serie de 10 intervenciones de ciencia ficción justo en la frontera con Estados Unidos” y de las que reveló surgieron textos, imágenes e ideas que desea organizar.
El otro, tiene que ver con otra intervención relacionada con el lema Tierra y libertad, que fue retomado por el moviminto zapatista durante la Revolución Mexicana, cuando en 1911 los hermanos Flores Magón (Jesús, Ricardo, Enrique) encabezaron un movimiento anarquista, logrando colocar una bandera del movimiento en Tijuana y Mexicali.
“De hecho es curioso, aquí a los Flores Magón históricamente, oficialmente se les ve como los malos, los villanos y están completamente borrados de la historia de aquí en Baja California”. Agregó que a ellos, a los Flores Magón, les pertenece la creación de dicha frase que hiciera popular Emiliano Zapata a quien de manera errónea se le atribuye.
“El trabajo entonces con el sistema será el de organizar toda esa información y escribir sobre lo que ha pasado alrededor de estos trabajos”.