Redacción

En un boletín, la Secretaría de Cultura (Secultura) federal informó que, después de varias mesas de diálogo, se llegó a un acuerdo este jueves con las decenas de manifestantes que mantenían cerradas las entradas a la zona arqueológica de Chichén Itzá.
“Luego de establecer una mesa de diálogo con personas manifestantes y artesanos de las localidades de Pisté y Xcalacoop, esta tarde se llegó a acuerdos y compromisos necesarios para la pronta liberación de los accesos a la zona arqueológica de Chichén Itzá, en Yucatán”, se puede leer en el comunicado.
La información no específica cuándo se liberarán las entradas ni los acuerdos alcanzados, pero sí aclara que la zona arqueológica continuará abierta brindando su servicio con normalidad, a excepción del espectáculo audiolumínico.
“De igual manera, gracias a estos acuerdos, se reanudan las labores del Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza) y se continúa con los proyectos de infraestructura programados para Chichén Itzá”, finaliza el comunicado.
Ejidatarios, artesanos, comerciantes, trabajadores independientes y guías de turistas bloquearon hace 10 días las entradas a la zona arqueológica de Chichén Itzá.
Los manifestantes acusan al director del sitio, el arqueólogo Marco Antonio Santos Ramírez, de abuso de poder y actos de corrupción.
Los manifestantes, que en su mayoría son artesanos, guías turísticos y ejidatarios de la zona, exigen al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) que remueva del cargo a Santos Ramírez, al que se le acusa de presuntos cobros a turistas, sobre todo extranjeros, de hasta 5 mil pesos por entrar a áreas restringidas de la zona arqueológica.
A su vez, Galdino Nahuat, reconocido como uno de los líderes de los grupos inconformes de las comunidades de Pisté, Xcalacoop y San Felipe, sostuvo que la retirada del bloqueo “es provisional” y que después de participar en algunas mesas de diálogo, “esperamos que se cumplan nuestras demandas”.
Aunque Nahuat no la mencionó como reiteradamente lo hace, una de las principales demandas de los inconformes es la destitución o renuncia de Marco Antonio Santos Ramírez, director del sitio, acusado de corrupción, maltrato, racismo, desvío de recursos y permitir la construcción de una estación y un tramo del Tren Maya cerca de las pirámides.
A su vez, Santos Ramírez ha declarado que “todo (el problema) se debe al interés de grupos que nos quieren agarrar de bandera política para beneficiarse de la comunidad donde está asentada la zona arqueológica de Chichén Itzá”.
El funcionario del INAH Yucatán ha señalado que Galdino Nahuat y otros líderes pertenecen al partido Morena y que sólo quieren tener “amplios beneficios, incluso ilegales”, para ganar dinero y no pagar sus derechos de piso ante las autoridades federales, amparados en su militancia política.