*Van Alondra Berber, Alfonso Pérez Vicente, José Manuel D. Domínguez y Pepito Zapata de la dureza de la violencia a la carcajada franca

Óscar Ricardo Muñoz Cano

Reflexiones, sorpresas y muchas sonrisas fueron la constante durante la lectura de un grupo de escritores que se presentó en el Centro de Lectura Carlos Fuentes del Centro Cultural Acapulco la tarde de este martes.
Alondra Berber, Alfonso Pérez Vicente, José Manuel D. Domínguez y Pepito Zapata, hicieron gala de sus mejores textos para entretener a un público que logró llenar el lugar y que disfrutó de historias tales como Los grillos cantan en inglés o La mano derecha.
El péndulo de cal, primer libro de Alondra Berber (cuyo nombre real es Diana Alondra Berber Mijangos) fue leído por quien demostró que hay trabajo literario en sus poemas, mismos que en este caso hicieron referencia a la violencia.
El péndulo de cal, dijo su autora, “puede presentar hasta cuatro lecturas distintas, y entre daños colaterales, víctimas y cuestiones de la cárcel, discurren las mismas, todas a través de la poesía”.
Si bien se dijo poco gustosa por la poesía, su siguiente lectura causó sorpresa entre los asistentes, mismos que escucharon la historia entre la autora y su padre que se muere, generando un silencio quizás reflexivo al término de la misma.
Pepito Zavala leyó, de manera fluida, directa y jocosa un texto acerca de cómo fue encontrada la piedra filosofal en Acapulco (Los grillos cantan en inglés), tema del género fantástico que sacó más de una sonrisa. En su segunda oportunidad, leyó Taxi, con los mismos resultados.
El joven escritor comentó que se inspira en lo que ve; “voy caminando, veo una imagen y zas, aquí hay un cuento”, afirmó emocionado, al tiempo que recordó que no es su primer acercamiento con la literatura pues ya antes había estudiado con gente como Andrés Acosta, Juan José Rodríguez y Alberto Chimal.
Por su parte, el novel poeta Juan Manuel D. Domínguez leyó en sus dos oportunidades, de manera formal, precisa y cadenciosa, fragmentos de diferentes poemarios e incluso adelantó que el último, La bitácora del perdedor, será presentado el próximo mes de octubre en la feria del Libro de la ciudad de México.
Pero no obstante lo anterior, la noche fue robada por los textos La cartera y Mano derecha, de Alfonso Pérez Vicente, quien haciendo alarde de recursos para plasmar el caló guerrerense, narró cómo un hombre, tras encontrar una cartera propiedad de un gran amigo y protector, cambia de convicciones al descubrir el engaño de su esposa, situación que, por lo sorpresivo del final, causó las primeras carcajadas de la lectura, mismas que continuaron cuando llegó el turno de Mano derecha, donde un gobernador, durante una gira exige comer un pozole de la región y enferma a causa del mismo, lo que ocasiona que ordene una investigación minuciosa que termina en un descubrimento atroz, lo que generó las últimas carcajadas de la noche.