Redacción

 

 

Ayer se reunieron en la playa Papagayo, a un costado del Asta Bandera, unas 50 personas para manifestarse contra la violencia en el estado y el país, en el contexto de la celebración del Día Internacional de la Paz.

Habitual es el hombre colgado de un puente, las cabezas clavadas en la reja, la hielera con restos humanos. La vida se traga a sí misma pero un día no creemos presenciar la sangre en nuestra ropa. Acordonan el sitio, me alejan de su cuerpo. Tal vez es así, en la escena del crimen, que todos los cadáveres se parecen. Veo a Kafer, la sábana lo cubre. Amar es escarbar en el pecho para que se metan todas las balas.

Tormento buscar sentido a los hechos.

Me despierta el ruido, siempre ese ruido. Las viudas escuchamos a menudo. Estallidos. Ellos gritan. Yo cambié aquella madrugada, pero lo que nosotras nos preguntamos es siempre lo mismo ¿por qué nuestro amor no pudo salvarlos?

Fragmentos del libro El péndulo de cal de la joven escritora Alondra Berber resonaron al son de un chelo y un violín como un canto de muerte ayer en la playa Papagayo durante el performance iniciado por Más música menos balas para conmemorar el Día Internacional de la Paz que reunió a unas 50 personas.

Figurando los muertos, víctimas de la guerra contra el narcotráfico, seis participantes fueron enterrados en la arena, dejando sólo sus cabezas fuera como representación simbólica de los decapitados que se hallan casi a diario en Acapulco.

La invitación a participar en el acto se hizo por Facebook o por medio de llamadas directas formuladas por Abraham Chavelas Durán, coordinador nacional del colectivo Más música menos balas.

Entre los asistentes algunos declamaban poesía, otros tocaban música, los más llevaban ropa blanca o una cartulina con un mensaje de paz; pero todos tenían por propósito reaccionar contra la violencia que, de cerca o lejos, afecta a todos los que viven en Guerrero.

Patty Monroy, miembro de la compañía acapulqueña de teatro Fragmentos leyó partes del texto de Alondra Berber con una intensidad tan impactante que conmovió a las personas reunidas en la playa.

Espectáculo extraño que éste, con cabezas sueltas resaltando de la arena, música punzante y textos cargados del peso de la triste realidad, alegorías mórbidas que manifiestan la necesidad de alzar la voz para crear conciencia en la ciudadana y ocupar espacios públicos con acciones de protesta por medio del arte y de la cultura.