Óscar Ricardo Muñoz Cano

La directora de la Escuela de Iniciación Artística de Acapulco G65, Donají Soto Monroy, hizo pública su renuncia el sábado, misma que le fue aceptada.
Lo anterior, a poco más de un mes de haber sido señalada, junto con otras dos personas, por acoso ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos y en la Contraloría General del Ayuntamiento de Acapulco por parte de la ex colaboradora de la escuela, Alondra Berber Mijangos.
“Por este medio quiero informar que el día de ayer, fue aceptada mi renuncia a la Dirección de la Escuela de Iniciación Artística de Acapulco G65 del H. Ayuntamiento de Acapulco”, escribió Soto Monroy en redes sociales.
“Esta ha sido una gran aventura en mi vida”, añadió, “un capítulo lleno de aprendizaje, de buenas lecciones y de un enorme crecimiento en mi vida personal y laboral.
“Me despido muy contenta por todo lo logrado y muy emocionada con los proyectos que están en puerta”.
Fue el 1 de octubre de 2018 que Soto Monroy asumió el cargo de la escuela ubicada sobre avenida Ejido y Calle 2 –que depende de la Secretaría de Desarrollo Social municipal y no de la Dirección de Cultura– bajo supervisión del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura.
En septiembre de este año cuando se dieron a conocer públicamente los señalamientos contra ella y otra funcionaria, la responsable de Control Escolar, así como contra un maestro, revelándose que fue en febrero cuando se realizaron las denuncias oficiales correspondientes y que a la fecha no se les ha dado trámite.
La denuncia de Alondra Berber fue por una campaña de desprestigio y despido injustificado, luego de que denunció una agresión sexual ocurrida en 2019. (El Sur, edición del 15 de septiembre, 2020).
Unos días después, el maestro señalado de tocar de manera indecorosa a Berber Mijangos en una posada diciembre de 2019 fue separado de la escuela. (El Sur, edición del 19 de septiembre, 2020).