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Sábado 04 de Mayo de 2024

Guerrero, México

Cultura  

Rinden homenaje a la dramaturga Luisa Josefina Hernández, en Bellas Artes

La escritora fallecida el 16 de enero “es nuestra Ibsen, nuestra Chéjov, nuestra Brecht, nuestra Shakespeare”, dicen en la ceremonia este viernes

Enero 21, 2023

El dramaturgo Miguel Sabido; la directora del INBAL, Lucina Jiménez, y la directora de la CNT, Aurora Cano, durante la guardia de honor en el Palacio de Bellas Artes Foto: Agencia Reforma

Francisco Morales / Agencia Reforma

Ciudad de México

Con la voz a punto de quebrarse, el director de teatro José Caballero citó las palabras que Don Apolinar, uno de los protagonistas de la saga teatral Los grandes muertos, dedicó a la entrañable Chonita tras su muerte: “Bendita su inteligencia pura como el agua y su capacidad de comprensión”.
Un parlamento que, dicho este viernes en el vestíbulo del Palacio de Bellas Artes, define por completo a la dramaturga, novelista, ensayista, traductora y profesora Luisa Josefina Hernández, fallecida el pasado 16 de enero a los 94 años.
Se trató, tal vez, de una de las mejores formas posibles para despedir a la escritora, con la voz de uno de los tantos personajes a los que dotó de vida para conformar la que, incontestablemente, se reconoce como una de las obras canónicas de la dramaturgia mexicana de los siglos XX y XXI.
“Estoy tan nervioso como cuando iba a clase con nuestra querida maestra a intentar el análisis de una obra de Eurípides, de Ibsen, o Brecht; seguramente ustedes me entienden”, confesó Caballero, primer orador en el homenaje luctuoso.
El director, uno de los centenares de profesionales del teatro cobijados por el magisterio de Hernández, logró honrar a su figura tutelar en vida con el montaje de seis de las doce obras que conforman el ciclo de Los grandes muertos.
Esta saga, inspirada en la historia de la familia de la autora en Campeche, sigue a la dinastía Santander durante 30 años, en el que probablemente es uno de los esfuerzos teatrales más ambiciosos por retratar la idiosincrasia y la identidad del mexicano.
“Nos ha dejado el retrato más vivo y profundo de nuestra contradictoria sociedad, haciendo del escenario el espejo de nuestros anhelos, nuestro vicios y virtudes, nuestra denodada búsqueda de identidad”, reflexionó Caballero.
“Es nuestra Ibsen, nuestra Chéjov, nuestra Brecht, nuestra Shakespeare”, declaró.
Con más de 60 obras de teatro escritas desde los años 50, Caballero no pudo evitar una sentencia para definir a la obra de Hernández: “Insuficientemente escenificada”.
Discípula, a su vez, de Rodolfo Usigli, el trabajo teatral de la autora, junto con una veintena de novelas, sería suficiente para consagrarla, pero dejaría de lado uno de los aspectos fundamentales de su legado: la docencia.
Durante más de 40 años, recordó la investigadora y académica Aimée Wagner, Hernández impartió clases en el hoy Colegio de Literatura Dramática y Teatro de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM.
“Asistir a las clases de la maestra era un verdadero placer y un privilegio, cátedras extraordinarias que dictó con la convicción de satisfacer sus más íntimos deseos”, elogió Wagner.
La académica la recordó como una profesora empática que conocía las carencias y necesidades de sus estudiantes, y diseñaba sus clases acorde.
Así lo testimonió, también, el dramaturgo y director teatral Miguel Sabido, quien, a sus 85 años, se siente orgulloso de ser el primer alumno que entró en la primera clase dictada por Hernández en la Facultad.
“Mi maestra, que lo fue durante muchos años y de la que digo, con profundo orgullo, que si algo bueno hice durante mi carrera y mi vida completa, a ella se lo debo”, celebró.
Para no dejar que la solemnidad del Palacio de Bellas Artes impidiera el más necesario de los homenajes para una mujer de teatro, David Gaitán, actor, dramaturgo y director, nieto de Luisa Josefina Hernández, pidió un aplauso que duró varios minutos.

Promete el INBALpreservar su legado

El pasado diciembre, Luisa Josefina Hernández llegó a recibir en vida un homenaje por demás merecido: que el Teatro Orientación del Centro Cultural del Bosque lleve su nombre.
Durante el homenaje de este viernes en el Palacio de Bellas Artes, Lucina Jiménez, directora del INBAL, se comprometió a que los honores para la autora no se detengan con ese acto.
“El INBAL refrenda este compromiso con la edición de la obra inédita, con el trabajo escénico que habrá de cobrar vida a partir del aporte de la maestra y, por supuesto, con una promoción de la lectura de su obra de la mano de editoriales, universidades, escuelas de arte y espacios de lectura ciudadana; ése será el homenaje más importante que podamos rendirle”, prometió.