Óscar Ricardo Muñoz Cano

El especialista en administración cultural Javier Reyes Martínez señaló que con la suspensión de actividades en las próximas semanas debido a la expansión en el país del Covid-19 uno de los sectores más afectados será el relacionado con la cultura, principalmente los artistas.
En breve entrevista, comentó que “yo creo que lo que sucede con esta situación es que aquellos grupos que de por sí son vulnerables económica y socialmente serán los más afectados”, siendo los artistas parte de dichos grupos.
En el caso de los artistas, añadió, “que es un grupo que vive en una situación usualmente precaria, mal por eso, creo que este tipo de situaciones dejará aún más en evidencia su precarización”.
En ese sentido, Reyes Martínez señaló que “los artistas al no contar con acceso a servicios de salud, no contar con trabajos formales, con contratos formales, pagas constantes y prestaciones quedan en situaciones como ésta a la deriva”.
De hecho, indicó que esta situación “la hemos estado viendo no sólo en los países europeos, sino que ya en México hay artistas que están señalando esta situación”, que si bien no se le llama una cuarentena, “este paro forzoso de actividades laborales incluye la suspensión de eventos y con ello la suspensión de paga”.
Con ello, dijo, “lo que sucede es que la situación de precariedad se exacerba en todos los grupos sociales”. Indicó que no sólo en el sector cultural, sino en otros como el turístico “pero en específico, en el sector cultural donde está suspendiendo actividades masivas quienes pagan los platos rotos son tristemente los artistas”.
El doctorante en Bienestar Social y Políticas y Derechos Culturales por el Boston College recientemente presentó los primeros resultados de un estudio –el primero de este tipo– que tiene que ver con las condiciones en las que viven y sobreviven los artistas en el puerto (El Sur, edición del 28 de diciembre, 2019).
Bajo el nombre de Los derechos económicos, sociales y culturales de los artistas en contextos de violencia y pobreza. El caso de estudio de los artistas en Acapulco, México adelantaba que en Acapulco ser artista es estar ligado a ser pobre o vivir en la precariedad.
“Esto significa que (los artistas) no tienen las condiciones suficientes, mínimos estándares de vida, sin acceso a servicios de salud, de vivienda, de servicios como jubilación o retiro; no hay indemnización por incapacidad o seguridad, incluso, suficiencia alimentaria”.
Lo anterior se suma, declaraba, al estado ambiguo de sus derechos culturales y que en esta precarización juegan un papel los diferentes órdenes de gobierno y el mercado.