Juan Carlos García / Agencia Reforma

Ciudad de México

Con un total de 17 canciones y mucha adrenalina contenida, Moderatto rockeó la noche del viernes en el primer concierto dsde el coche en el país, en el Auto Parque Musical Pegaso, de Toluca, Estado de México.
Muriendo lento, Sentimental, Isabel y De mi enamórate fueron algunas de los covers que el grupo tocó en el show donde teóricamente su público los iba a ver desde su vehículo, pero casi todos se salieron.
Alrededor de mil 800 vehículos –cinco personas máximo en cada uno– ingresaron, según el reporte oficial, y armaron la fiesta alrededor del escenario de 360 grados.
De calor a frío pasaron los asistentes que llegaron al concierto que duró aproximadamente dos horas y en donde pocos respetaron quedarse adentro del coche. Quienes lo hicieron tuvieron que ver todo a medias, porque los de adelante les tapaban.
Algo que causó molestia general fue que los organizadores impusieron combos de bebida y botana sin opción a producto individual, por lo que fue necesario desembolsar de 450 a 2 mil pesos por cada pack, cuando cada boleto vehicular costó entre 2 mil 750 y mil 650 pesos.
Antes del encore, Jay de la Cueva subió a Ricardo, un ganador a través de un concurso de Instagram, para que tocara con la banda Ya lo veía venir. Estuvieron en el escenario alrededor de una hora con 45 minutos.
Los mil 800 coches y camionetas, con un límite de cinco ocupantes cada uno, abarrotaron el lugar en torno al escenario de 360 grados. Al grupo sólo le llovió buena vibra.
Fue un trayecto de poco más de una hora desde la Ciudad de México hasta el recinto. Desde el acceso hasta el lugar designado hubo orden y empleados cubiertos de pies a cabeza que obsequiaban un kit desinfectante con mascarilla y gel antibacterial.
Del sol abrasador para los que llegaron a las 5 de la tarde, el clima refrescó y casi heló de noche. O bailaban y entraban en calor o se tapaban como si fuera invierno.
Mientras pasaron lista los teloneros, Pokermusic y Railrod, la audiencia se dedicó a platicar y hacer picnic en la parte posterior de sus vehículos. Pese a la prohibición de llevar alimentos y bebidas, pues cada cajuela e interior era revisado, la mayoría se las ingenió para contrabandear tacos, tamales, sándwiches, frituras y, por supuesto, cervezas y licores.
Casi todos los asistentes se quitaron los cubrebocas y pocos se lavaron las manos al salir de los sanitarios. Esa zona lució higiénica y el personal ofrecía desinfectante, pero no todos lo aceptaron.
El rock también triunfó en esta, la nueva era, durante una jornada que oficializó la cifra de 51 mil 311 decesos por coronavirus en México. Y habrá más, pero de Moderatto y de los autoconciertos: la próxima semana, El Tri e Intocable.