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Fallece el comediante Polo Polo, que hizo reír a millones con su humor alburero y obsceno

El famoso cómico, que vivió sus tiempos de esplendor en los años 80 y 90, murió de demencia vascular tras haber sido diagnosticado con Alzheimer, informa su hijo

Enero 24, 2023

Agencia Reforma

Ciudad México

Polo Polo era adicto al golf y a las risas de su público. y de lo demás podía prescindir.
El comediante, de nombre real Leopoldo Roberto García Peláez Benítez, pasó sus últimos años en el universo del olvido, ya que fue diagnosticado con enfermedad de Alzheimer desde hace casi una década.
Falleció la madrugada del lunes, a los 78, por demencia vascular, según confirmó su hijo Paul.
“Tuvo una enfermedad muy dura, porque dejó de contar chistes. Se le olvidaron, y vivía en otro universo. Se le olvidó cómo hacer reír, se olvidó de sí mismo, un poco”, dijo en entrevista uno de los amigos cercanos del guanajuatense.
Dicharachero, chabacano y provocador sobre el escenario, se ganó a pulso el título de El Rey del Albur por su tipo de chistes, subidos de tono, en una época en la que la censura era el pan de cada día en los medios.
Su época de esplendor fue en los 80 y 90, décadas en las que se consolidó como la referencia del stand up con chistes de abierto contenido sexual.
“En sus últimos 10 años activo profesionalmente, nunca faltó a un encuentro de golf con sus amigos, y siempre le tuvo mucho respeto a su público.
“Si era el palenque, la feria de pueblo, un cumpleaños de fiesta privada o un espectáculo masivo, era puntual, formal. Le dolió mucho irse alejando de los escenarios porque eso lo alimentaba. Si no se reían con sus chistes, le lastimaba”, expresó un empresario que lo contrató para giras entre 1995 y 2010.
Existió siempre una dualidad en su forma de ser, como es común en el caso de los comediantes, refirieron dos personas cercanas.
Porque si bien con las cámaras era simpático y alburero, cuando estas se apagaban se mostraba serio, casi retraído y ensimismado.
“Si no había cámaras de frente, o público o fans, era súper serio, llamaba la atención. Y educadísimo: jamás se le salía un ‘pendejo’ o un ‘mamón’. Era todo un caballero”, observó una fuente.
Sus últimos años son tema sensible entre su círculo cercano, y hay muchas especulaciones sobre su reclusión hogareña y cómo vivía en su residencia de Juriquilla, en Querétaro, haciendo frente a sus malestares.
“Cuando hablas de un enfermo, todos tienen opiniones, y si es figura pública, más, mucho más, muchísimo más. Lo cierto es que estuvo a cargo de su hijo Paul y lo cuidó de la forma en la que supo hacerlo, no le quedaba de otra opción.
“Lo que se publica negativo es muy cruel, lo que sabemos es que siempre estuvo atendido y jamás en el olvido, lo que sucede es que fue una enfermedad muy compleja”, dijo una persona allegada al humorista.
Grabó más de 50 discos de chistes, hizo películas de ficheras y participó en teatro y televisión, con proyectos como La escuelita, con Jorge Ortiz de Pinedo.
Formal, puntual y cumplido es como lo recordarán, dijeron personas cercanas al célebre comediante, quienes lo despedirán recordando sus chistes.
“Era muy cagado en el escenario. Sí, mujeriego y vivaz, pero su vida, su vida, era el escenario”, resumió un empresario.

Su paso por el cine de ficheras

La gracia natural de Polo Polo para contar chistes no pasó inadvertida en la industria cinematográfica nacional, que lo reclutó pasada la mitad de la década de los 80 en el llamado género de ficheras, que en esa época también era llamado “sexy comedias”, por su alto contenido sexual.
Fue La lechería de Zacarías (1987) y Duro y parejo en La Casita del Pecado (1987) donde los seguidores del comediante en centro nocturno –y aquellos que compraban sus discos de chistes– lo vieron debutar en la pantalla grande y lucirse en jocosas rutinas de albures y chistes.
Por supuesto, la pretensión nunca fue mostrar una vena actoral de Polo Polo, sino el carisma del hombre divertido que era cuando se subía a un escenario y que gracias a su inteligencia mental, labia y simpatía conseguía –en las tramas desparpajadas escritas en su mayoría por Fernando Galiana–, ligar a bellas mujeres (como Olivia Collins, su musa y comparsa fílmica) y ser la envidia de sus cuates.
En sólo tres años participó en Dando y dando (1988), Sólo para adúlteros (1989), Los relajados (1989) e Investigador privado, muy privado (1990).
En dichas cintas, cobijado por estrellas del género como Manuel Flaco Ibáñez, César Bono, Charly Valentino o Sergio Ramos El Comanche, Polo Polo probó el éxito, pero comprendió que la cinematografía no era su camino.
“Me divertí mucho haciendo cine. Aprendí un montón de cosas y conocí a muchos de mis compañeros en un plano muy enriquecedor, pero los tiempos ya estaban cambiando”, contó a Reforma el comediante en una larga entrevista con motivo de sus 35 años de carrera.
Se refería a la llegada de una nueva ola de cineastas y actores, ese periodo llamado Nuevo Cine Mexicano, en el que realizadores como Carlos Carrera, Luis Estrada, y figuras como los hermanos Bichir, Arcelia Ramírez y Daniel Giménez Cacho le dieron otro rostro al cine comercial.
“Me seguían invitando a hacer películas, pero ya no me veía ahí, porque, afortunadamente, con mis shows en vivo y en DVD me iba muy bien y estaba siempre trabajando.
“Además, este dicho me viene muy bien, porque como sabes, yo me gané la vida vendiendo zapatos, entonces: ‘Zapatero a tus zapatos’”, destacó.
Lo cierto es que la breve travesía de Polo Polo por el celuloide está en ese Olimpo “picante” que no pasa de moda en canales de televisión por cable y streaming.

La censura

Aunque la popularidad del comediante era un hito en la década de los 80, las tiendas del ramo prohibieron la distribución de discos de Polo Polo debido a que contenían chistes caracterizados por el lenguaje obsceno, el doble sentido y las referencias de índole sexual.
Dichas características en la comedia de Polo Polo no eran bien vistas en las casas, sin embargo, el comediante continuaba su carrera con la aceptación del público sobre los escenarios más imporantes como el Teatro Blanquita y el Teatro San Rafael, incluyendo los de Estados Unidos.
A inicios de los 2000, Polo Polo llevó su comedia a otro tono, contando chistes por medio de animaciones.

Vida personal

El humorista fue muy reservado en los medios con relación a su vida privada. Polo Polo habría tenido al menos cuatro parejas, una de ellas su ex esposa Martha Zendejas, con quien tuvo problemas porque le retiró por un tiempo el control de sus cuentas bancarias, y un noviazgo con la actriz mexicana Macaria, pero poco se sabe de las primeras relaciones amorosas del humorista.

El deterioro en su salud y muerte

Se retiró de los escenarios en 2016, argumentando que anteponía su salud para no continuar en los escenarios.
La decisión de Polo Polo de-sató especulaciones sobre un deterioro en su salud, luego de que una revista de chismes publicara que tenía Alzheimer. El artículo causó la molestia del comediante, quien no tardó en responder de manera irónica, como solía hacerlo.