Por la pandemia y el confinamiento se desploma 22% la economía estatal: Inegi

Las entidades con el peor resultado en el segundo trimestre son los dedicados a la actividad turística. Baja California Sur cae 42.4 por ciento menos; Quintana Roo tuvo una de 40.6 por ciento; Puebla 29.3 por ciento, y Coahuila 26.2 por ciento

El desplome de la economía de Guerrero en el segundo trimestre del año fue del 22 por ciento, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), originado por los efectos de la pandemia y el confinamiento para evitar contagios.
El instituto dio a conocer el indicador trimestral de la actividad económica de los 32 estados del país. Guerrero tuvo en el segundo trimestre de este año una variación anual de su economía del 22 por ciento, respecto al mismo periodo del 2019, fue de 1.6 por ciento menos, ubicándose en el lugar 22. Tabasco fue el único estado que presentó un crecimiento, de 1.2 por ciento.
Los estados con la peor caída son los dedicados a la actividad turística, como Baja California Sur, con 42.4 por ciento menos; Quintana Roo tuvo una caída de 40.6 por ciento, también Puebla, con un 29.3 por ciento, y Coahuila, con una disminución de 26.2 por ciento.
El panorama en las actividades primarias, que incluyen la agricultura, cría y explotación de animales; aprovechamiento forestal, pesca y caza, reportaron una variación anual de 7 por ciento en el segundo trimestre de 2020, motivado, principalmente, por el comportamiento de la agricultura, mejorando incluso la caída de 9.8 por ciento que se registró en el mismo periodo de 2019.
Guerrero, con este dato, se colocó en este segundo trimestre en el segundo lugar con respecto al resto de los estados. La peor caída fue para Baja California, con un 11 por ciento, y Querétaro tuvo un crecimiento de 7.8 por ciento.
El Inegi reportó para las actividades secundarias, que corresponden a los sectores dedicados a la industria de la minería, manufacturas, construcción y electricidad, que en su conjunto reflejaron un decremento a tasa anual de -30.3 por ciento en el segundo trimestre de 2020. En 2019, en el mismo periodo, fue de -8.8 por ciento.
Esto, como resultado del descenso en la construcción, en la minería, en la generación, transmisión y distribución de energía eléctrica; suministro de agua y de gas por ductos al consumidor final; y en las industrias manufactureras, ante las medidas restrictivas provocadas por la pandemia, y el confinamiento. Guerrero se ubicó en el lugar 19 de los 32 estados.
Los estados con la peor caída son los dedicados a la actividad turística, Quintana Roo tuvo una caída de 41.7 por ciento, Baja California Sur de 38.2 por ciento, Nayarit tuvo un desplome de 23.8 por ciento y Guerrero con un 21.9 por ciento. Los menos afectados son Aguascalientes, con una caída del 11.2 por ciento, el Estado de México con un 12.7 por ciento y Tabasco con un 13.1 por ciento, respecto al mismo periodo del 2019.
Las actividades terciarias incluyen a los sectores dedicados a la distribución de bienes y aquellas actividades vinculadas con operaciones de información y de activos, así como con servicios afines al conocimiento y experiencia personal; además de los relacionados con la recreación y con la parte gubernamental, entre otros.
Guerrero mostró una caída anual de 21.9 por ciento en el segundo trimestre, en comparación al mismo periodo del 2019, fue de -1.8 por ciento.
De acuerdo al Inegi la baja fue ocasionada principalmente por el comercio, los servicios de alojamiento temporal y de preparación de alimentos y bebidas; por los transportes, correos y almacenamiento; por otros servicios, excepto actividades gubernamentales; y por los servicios educativos. Derivado de este escenario, la entidad se ubicó en el lugar 29 nacional.
Los menos afectados fueron Aguascalientes, con un 11.2 por ciento; el Estado de México, con un 12.7 por ciento y Tabasco con un 13.1 por ciento. En la última posición está Quintana Roo, con 41.7 por ciento; Baja California Sur, con 38.2 por ciento; Nayarit, con 23.8 por ciento y Guerrero con 21.9 por ciento.

Ir a un nuevo semáforo rojo sería una catástrofe para el turismo, alerta el secretario Torruco

Mayolo López/ Agencia Reforma

Ciudad de México

En una comparecencia sin sobresaltos ante senadores, el secretario de Turismo, Miguel Torruco, reconoció que un nuevo semáforo rojo a causa del Covid-19 pondría en jaque al turismo nacional.
“¿Qué pasaría si hay semáforo rojo? Sería una catástrofe para el turismo de nuestro país”, respondió el funcionario a la pregunta que le formuló el senador priista Manuel Añorve.
“Ya vemos cómo están sufriendo en Europa (con la segunda ola del Covid-19). Pero debemos ser más positivos: en este mes se dará a conocer el ganador (sic) de la vacuna. No quisiera pensar en volver a un semáforo en rojo. No puede ser tan severa la naturaleza con el pueblo de México”, dijo.
Ante cuestionamientos alusivos a recortes presupuestales al sector, Torruco explicó que el presupuesto asignado a la dependencia es “modesto” pero proclive para trabajar con un nuevo enfoque.
“Reconvertimos el enfoque sectorial que implicaba la demanda creciente de recursos por un enfoque nacional donde la coordinación y participación de las diversas dependencias y entidades del gobierno federal, conjuntaron recursos para atender las necesidades estratégicas y prioritarias de la actividad turística que ello demanda”, sostuvo.
En relación con el escándalo que se suscitó con la página de promoción Visit México, con traducciones fallidas que ridiculizaron a México, Torruco afirmó que se había tratado de “una campaña sucia en nuestra contra”, cuya responsabilidad de esclarecimiento está en manos de la Fiscalía General de la República.
Por el PRD, el senador Antonio García Conejo sostuvo que este año fue catastrófico para el turismo de nuestro país.
“275 mil trabajadores han perdido su empleo, tal y como lo manifiesta el mismo Instituto Mexicano del Seguro Social, sobre todo los que trabajan en hospedaje y alimentos”, añadió.
En el mismo tono se manifestó la senadora panista Mayuli Latife, quien señaló que se había comenzado a dejar de asignar recursos al Consejo de Promoción Turística de México.
“Luego se desapareció dicho Consejo; después se dejó de asignar recursos a uno de los programas más importantes para impulsar el turismo en los estados, que es el Programa de Pueblos Mágicos, y luego lo desaparecieron”.

El cierre de playas no es la solución al contagio, dicen restauranteros de Acapulco

Hace falta que las autoridades trabajen más en mercados, transporte público y comercios informales, coinciden representantes del sector

Mariana Labastida

Restauranteros de distintas zonas de Acapulco coincidieron en que el cierre de playas no es la solución para disminuir los contagios de coronavirus en el municipio, pero que hace falta que las autoridades trabajen más en mercados, transporte público y comercios informales.
“Invitó a las autoridades a que apliquen la ley, para quienes no estén cumpliendo, y hacer más campaña para que los visitantes sean bienvenidos, pero que hay que cumplir con los protocolos”, sugirió el presidente de la Asociación de Restauranteros de la Zona Diamante, Sergio Mejía.
El pasado lunes, la alcaldesa Adela Román Ocampo propuso el cierre de playas durante noviembre, para tener una buena temporada de diciembre, debido a que no se han controlado los contagios de Covid-19 en el municipio.
Consultada al respecto, la presidenta de la Unión de Propietarios de Negocios de la Zona Turística de Pie de la Cuesta y Avecindados, Nelly Mejía Cienfuegos, consideró que sería un “error garrafal”, que las autoridades deben de trabajar en los lugares donde no se están cuidando las medidas sanitarias, como mercados, transporte público y comercio informal.
Dijo que cerrar las playas es correr al turista, que no se tenga para pagar empleados y “retroceder al mil, porque en los lugares establecidos, como hoteles y restaurantes, se llevan los protocolos que son constantemente revisados”.
Sugirió que se podría hacer como al inicio de la reapertura de playas, para no permitir consumo de alimentos y bebidas en las mismas, para intentar disminuir las aglomeraciones y con ello mantener la economía local.
El restaurantero de la zona Diamante, Sergio Mejía, recalcó que los negocios están cumpliendo con las disposiciones y protocolos, tomado todos los cursos que se han impartido, porque aseguró que tienen un compromiso con la salud.
“El llamado sería para que las autoridades de los tres órdenes de gobierno apliquen la norma contra los que no estén cumpliendo desde el sector empresarial, como los propios turistas, que no usan cubrebocas, ahí se debe de aplicar la ley”, expuso.
Propuso que las autoridades apliquen la ley a quienes no cumplan y hacer más campañas de información con los visitantes, para que sepan que son bienvenidos pero que cumplan con los protocolos, que se encuentre en cada esquina un letrero con la sugerencia del uso del cubrebocas; para lo cual indicó se deberían de coordinar municipio y estado.
“Yo no creo que se cierren dos semanas las playas, previo a la temporada de diciembre, si posteriormente vamos a caer en lo mismo, que solamente algunos empresarios estemos cumpliendo”, agregó.
El presidente de la Asociación de Restauranteros de Caleta y Caletilla, José Luis Laredo Vargas, dijo que hace falta que las autoridades “se fajen los pantalones. El contagio no va a parar porque la gente anda como si nada”.
Reiteró que las autoridades requieren poner más atención en los filtros, para que todos los visitantes pasen por ellos, porque no funcionan, “si el cliente pasa, bien; si no, no les dicen nada, por lo que no sirven de nada”.
Propuso que desde la entrada de Acapulco se les dé indicaciones a los turistas, de cómo deben de comportarse, “la afluencia en playas es alta, no hay sana distancia y se está como si el coronavirus no existiera. Estamos como si estuviéramos en días normales. Debemos de cuidarnos, si la autoridad no pone nada, esto va a explotar”.