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Sábado 11 de Mayo de 2024

Guerrero, México

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Urgen a que se declare una emergencia sanitaria

Hay graves riesgos para la salud por los desechos, advierte Carlos de la Peña El ex secretario estatal del ramo opina que no debería haber mayor dilación de la Secretaría de Salud para aceptar el exhorto del Congreso local y declarar una emergencia sanitaria Zacarías Cervantes Chilpancingo La acumulación de basura orgánica e inorgánica, lodo, … Continúa leyendo Urgen a que se declare una emergencia sanitaria

Noviembre 17, 2023

El ex secretario estatal de Salud, Carlos de la Peña Pintos, advirtió que las grandes cantidades de desechos en las calles constituyen un grave riesgo para la salud de los acapulqueños. Al respecto, en la reunión que encabezó el miércoles el presidente Andrés Manuel López Obrador se hizo el compromiso de terminar la labor de recolección a fin de este mes y de construir una nueva celda en el relleno sanitario (imagen) Foto: Carlos Carbajal

Hay graves riesgos para la salud por
los desechos, advierte Carlos de la Peña

El ex secretario estatal del ramo opina que no debería haber mayor dilación de la Secretaría de Salud para aceptar el exhorto del Congreso local y declarar una emergencia sanitaria

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

La acumulación de basura orgánica e inorgánica, lodo, aguas negras y animales muertos, que siguen en las calles y colonias de Acapulco desde que azotó el huracán Otis, implica graves riesgos para la salud, aseguró el ex secretario de Salud, Carlos de la Peña Pintos.
El gastroenterólogo opinó, en entrevista por teléfono, que no debería haber mayor dilación de la Secretaría de Salud para aceptar el exhorto del Congreso local y declarar una emergencia sanitaria.
El Congreso del estado aprobó este miércoles, a 21 días del huracán Otis, que dejó, de acuerdo al titular de Protección Civil, Roberto Arroyo Matus, 400 mil toneladas de basura, un exhortó a la Secretaría de Salud estatal, a fin de que emita una declaratoria de emergencia sanitaria en Acapulco, para evitar el incremento de enfermedades y posibles efectos de salud mental, luego del impacto del huracán.
De la Peña Pintos dijo que la acumulación de basura de distinta índole, desechos orgánicos e inorgánicos, lodo, aguas negras y animales muertos, implica graves riesgos para la salud de acapulqueños y visitantes.
Recordó que, por ello, la administración estatal anterior, cuando hubo la acumulación de basura durante las alcaldías de Evodio Velázquez y Adela Román, estableció una alerta sanitaria para evitar la presencia de enfermedades derivadas de la contaminación.
El médico explicó que la acumulación de basura por varios días, que ya suman 23 desde que azotó el huracán Otis, favorece el desarrollo de enfermedades transmitidas por vectores, como el dengue, o por la proliferación de la fauna nociva, como ratas, ratones, cucarachas y moscas que pululan en sitios donde hay desechos en descomposición o excremento.
Agregó que también existen riesgos para la salud de la gente por estar en contacto permanente con agua contaminada.
“La transmisión de enfermedades puede originarse, además, por entrar en contacto con alimentos contaminados, con desechos de los animales, a través de la orina de ratas y perros, que favorecen mucho la contaminación”, declaró el galeno.
Entre algunas de las enfermedades mencionó las diarréicas, gastroenteritis y otras más graves, como la leptospirosis, el dengue y la hepatitis A, que se transmiten a través del excremento y por la contaminación del agua.
Además de tétanos, enfermedades respiratorias agudas y conjuntivitis por el exceso de polvo; la dermatosis a consecuencia de la poca higiene y los hongos por la humedad.
“Al faltar agua, también hay deficiencias en la higiene de las manos, en los utensilios, y todo esto va condicionando toda una cadena de problemas, que si bien se están atendiendo, hay todavía mucho por atender. Es cosa nada más de recorrer colonias y ve uno quá hace falta”.
El secretario de Salud en la anterior administración, del priista Héctor Astudillo Flores, celebró que el Congreso local haya aprobado un exhorto a la Secretaría de Salud para una emergencia sanitaria.
Recordó que cuando el huracán Paulina azotó Acapulco, a él le tocó establecer, en coordinación con la federación, desde el primer día, el 9 de octubre de 1997, una emergencia sanitaria que prácticamente duró un mes, pues terminó el 7 de noviembre.
Indicó que la emergencia sanitaria implica una serie de acciones, como levantar toda la basura y asegurar el agua y la energía eléctrica, así como instalar módulos itinerantes de atención médica.
Agregó que en 1997 también suspendieron los rastros y mercados, además de que se prohibió la venta de alimentos en la vía pública.
Declaró que todo eso se tiene que hacer y más ahora que, a diferencia con el Paulina, “todo quedó destrozado y hay más riesgos para la salud. Por ello se tiene que atender oportuna y constantemente, a través de las brigadas itinerantes”.
Sin embargo, dijo que ha visto que ahora sólo se instalaron módulos de atención fijos, “éstos deben ser itinerantes, de acuerdo con un mapeo de riesgos, que también se tiene que hacer. Esto lo saben muy bien los epidemiólogos”.
Explicó que las brigadas deben integrarse por epidemiólogos, médicos generales, enfermeras, trabajadoras sociales, personal de vectores y de vacunación.
“No nada más es vacunar contra la influenza, también hay que vacunar contra la hepatitis A y contra el tétanos”.
Insistió: “Se tiene que hacer toda esa cobertura, porque también hay riesgos de enfermedades del cólera, son varias enfermedades, desde las gastrointestinales, las infecciosas, respiratorias agudas, la conjuntivitis por el exceso de polvo, la dermatosis a consecuencia de la poca higiene y hongos por la humedad. Es mucho lo que hay que hacer e intervenir”.
Insistió en que si ya el Congreso local aprobó un exhorto a la Secretaría de Salud para establecer una emergencia sanitaria, no debería haber más dilación, “no sé por qué se resisten, no sé por qué hay resistencia. Ojalá que las secretarias federal y estatal y el propio gobierno estatal atiendan ese exhorto, porque no es para alarmar, sino para prevenir y para atender los problemas”.
Además, añadió que una emergencia sanitaria significa más recursos, porque “se necesita dinero para mover por todos lados a la gente. Esto es muy necesario”.
Reiteró: “No debería haber mayor dilación. Si ya exhortaron a la Secretaría de Salud, pues órale, aunque se debió haber establecido desde el primer día, cuando nos dimos cuenta que había basura y problemas en el sistema hidrosanitario del puerto, y que lo sigue habiendo, este es un problema serio”.
El médico informó que sabe del reporte sobre un incremento en padecimientos de gastroenteritis en Acapulco, e hizo otra observación: “Es importante el registro, hay que llevar un registro, aunque sea manual, dado que no hay equipos de cómputo o el sistema de internet es deficiente por la emergencia”.
Recomendó que se vaya levantando un registro de las brigadas, “no solamente por los puestos médicos fijos, sino por las brigadas itinerantes que no he visto. A lo mejor sí están trabajando, pero no las he visto. Yo he estado recorriendo Acapulco y no he visto las brigadas itinerantes”.

Llegan de 700 a 800 camiones diarios a descargar desechos al relleno sanitario

La entrada es constante, el problema es que la basura no viene compactada y eso ocasiona que los vehículos no trasladen desechos de acuerdo con su capacidad, sino sólo cuando observan que están llenos

Daniel Velázquez

En una hora, de las 9:40 a las 10:40 de la mañana, entraron al relleno sanitario municipal, ubicado en Texca, 44 camiones a tirar basura. En promedio, son de 700 a 800 los camiones de basura que diariamente entran a descargar, de acuerdo con el coordinador operativo de la celda, Alfonso Vázquez.
En el relleno sanitario hay cinco máquinas bulldog y un trascavo, que mueven la basura hasta los extremos de la quinta celda, mientras camionetas y camiones de volteo, de 4, 7, 14 y 17 metros, descargan basura.
La entrada de camiones es constante, el problema es que la basura no viene compactada y eso ocasiona que los vehículos no trasladen desechos de acuerdo con su capacidad, sino sólo cuando observan que están llenos.
El relleno sanitario se ubica en la zona rural del municipio, a una hora en vehículo particular, pero el tiempo de traslado en un vehículo de carga, con los desechos a bordo, es de hasta hora y media o dos horas, según algunos choferes.
Este jueves, en el relleno sanitario sólo se vio entrar a dos camiónes compactadores del municipio y los demás fueron camiones de volteo de la Dirección de Desarrollo Urbano y Obras Públicas, de CICAEG, Catem y otros con lonas de Fuerza Acapulco Plan de Reconstrucción, así como algunas camionetas compactas.
En el basurero también se vio a una camioneta de Bachoco, que fue a arrojar pollos muertos al relleno sanitario.
Desde el basurero municipal salen camionetas cargadas con láminas galvanizadas, todos los días, que son producto de la recuperación de desechos que hacen los pepenadores.
El acceso al relleno sanitario está vigilado por la Guardia Nacional. Este jueves se vio a seis agentes que improvisaron, con lonas y trapos, una galera para refugiarse del sol.
Junto a los camiones de volteo, por la mañana se vio a unos 30 pepenadores separando desechos, antes de que las máquinas muevan y entierren el material. Al menos son cuatro personas las que se arriman a cada carro cuando empieza a descargar, para observar qué materiales arroja y valorar si se pueden recuperar. Esperan a que descargue y si no trae materiales para recuperación, siguen hurgando en otros espacios.
Por lo que se pudo observar, el relleno sanitario está abierto a todo los que deseen ir a arrojar desechos. Una camioneta de una empresa privada fue a arrojar mercancía de abarrotes en malas condiciones y algunos de estos productos, principalmente galletas Marías, fueron recuperados por los pepenadores.
El coordinador operativo del relleno, Alfonso Vázquez, indicó que también llegan camiones cargados con tierra y que esa se utilizará para clausurar la tercer celda.
Vázquez precisó que actualmente está en servicio la quinta celda del relleno sanitario, la cual estaba previsto que funcionara dos años más, pero debido al desastre del huracán Otis y al incremento de las descargas de residuos sólidos, sólo podrá recibir desechos otros seis meses.
La quinta celda es de cinco hectáreas y se había previsto que estaría en servicio cinco años, “pero al paso que vamos, yo creo que en medio año se llena”.
También informó que ya acudieron técnicos del gobierno federal a tomar medidas y analizar dónde se construirá la siguiente celda del relleno, “ya vinieron a ver el terreno”.
Sobre las cargas de los camiones, indicó que se dejó de pesar a los vehiculos, sin pesarlos, porque eso haría lento el ingreso al relleno y optaron por suspender ese trámite, pero dijo que si un carro trae material mojado, como tierra, pues pesa más, pero los que traen ramas de árboles pesan menos, aunque sea el mismo espacio que ocupe en el camión.
El relleno sanitario está abierto día y noche para recibir basura. Durante el día recibe de 700 a 800 viajes y por la noche unos 350 o 400 viajes.
Indicó que los pepenadores no han recibido ayuda en específico, de alguna institución que vaya a entregarles despensas o agua embotellada, sino que recuperan lo que todavía está en buenas condiciones para su consumo.
Durante el día son alrededor de 50 personas las que trabajan en separar los desechos y por la noche se quedan otras 50 personas. En total, son un centenar de pepenadores que trabajan contra reloj para recuperar materiales, antes de que sean sepultados por otra descarga.