Cede AMLO a las fuerzas armadas el control de la
seguridad pública mediante la Guardia Nacional

“La política es optar entre inconvenientes”, se justifica el presidente electo al anunciar su plan de seguridad. El Ejército continuará en las calles, pero nadie será torturado, desaparecido o asesinado por un cuerpo del gobierno, garantiza el próximo titular de la nueva Secretaría de Seguridad Ciudadana, Alfonso Durazo. Anuncia amnistía a criminales condicionada al perdón de las víctimas

 

 

Guillermo Rivera

El Sur / Ciudad de México

El presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, e integrantes del que será su gabinete presentaron este miércoles el Plan Nacional de Paz y Seguridad para el próximo gobierno, en el que se anuncia que las fuerzas armadas continuarán en las calles del país encargadas de labores de seguridad al crear una Guardia Nacional con 50 mil elementos de la Policía Militar, la Policía Naval y la Policía Federal; asimismo, se hará una “reformulación” del combate a las drogas, el fortalecimiento de la familia, el combate a la corrupción y se concretará la amnistía para ciertos grupos.
Entre las funciones de la Guardia Nacional –que entrará en operación a partir del 1 de diciembre y operará bajo el mando del titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena)–, se encuentra la prevención, investigación, detención y presentación de detenidos ante el Ministerio Público, tareas que hasta ahora han desempeñado las policías del país.
López Obrador dijo que se requerirán entre 120 mil y 150 mil elementos para cubrir las 266 coordinaciones en las que se dividirá al país para atender la violencia. Y ya que los efectivos de la Policía Federal no son suficientes, remarcó, habrá campaña de reclutamiento.
Aseguró que en el primer año de su gobierno habrá 150 coordinaciones para atender las regiones con mayor violencia y en 2021 estarán completas.
El motivo para crear una Guardia Nacional, argumentó, es porque “se requieren unir los recursos y voluntades disponibles”, pues “no se cuenta con los elementos necesarios para las tareas de seguridad” y en las corporaciones policiales actuales, en los tres niveles de gobierno “hay descomposición”.
Dijo que la Policía Federal “no se ha consolidado, lo mismo sucede con las ministeriales y municipales. Con honrosas excepciones, hay falta de profesionalismo y de integridad”.
El plan presentado por el gabinete de seguridad del próximo gobierno federal señala que “ante la carencia de una institución policial profesional y capaz de afrontar el desafío de la inseguridad y la violencia, es necesario seguir disponiendo de las instituciones castrenses en la preservación y recuperación de la seguridad pública y el combate a la delincuencia”.
El presidente electo anunció que se solicitará al Congreso de la Unión una reforma a la fracción XV del artículo 76 constitucional y otras leyes para conformar la Guardia Nacional.
El general Luis Sandoval, próximo titular de la Sedena, informó que programará el reclutamiento, organización y equipamientos, así como el adiestramiento de la Guardia Nacional, tomando como base la infraestructura de Ejército, Fuerza Aérea y Armada de México.
La Guardia Nacional será desplegada en coordinación con la nueva Secretaría de Seguridad Ciudadana, que encabezará Alfonso Durazo.

“Esto fue lo que decidimos”

Luego de analizar el problema de seguridad, “se decidió buscar el respaldo de las fuerzas armadas. Eran dos opciones. Al final de cuentas, la política es optar entre inconvenientes, y tiene uno que tomar uno decisiones. Apoyarnos en las fuerzas armadas fue la decisión que tomamos”, expuso López Obrador ante miembros del futuro gabinete, legisladores e invitados de organizaciones civiles y víctimas de la violencia.
“Les pedimos que nos apoyen, pues hay que hacer una reforma constitucional. Ya no queremos la simulación. En el Porfiriato se usaba la frase de que la Constitución se respetaba en la forma para violarse en el fondo. Nosotros no somos porfiristas. Vamos a respetar en forma y fondo”, dijo.
Ante una audiencia expectante, López Obrador defendió la creación de la Guardia Nacional. Afirmó que el concepto existe en la Constitución y que “se ha implementado en otras partes del mundo, como España y Francia”.
“Parte de la concepción de atender antes que nada lo económico y social, atender las necesidades de los mexicanos. No se puede enfrentar la violencia con la violencia, apagar el fuego con el fuego, enfrentar el mal con el mal. Hay que atender las causas de la violencia. Para que haya paz y tranquilidad se requiere acabar con la corrupción, combatir la pobreza y fortalecer nuestros valores”.
En un video proyectado en el evento se anunció que el Plan Nacional de Paz y Seguridad funcionará bajo ocho ejes:
1. Erradicar la corrupción y reactivar la procuración de justicia.
2. Garantizar empleo, educación, salud y bienestar.
3. Pleno respeto y promoción de los derechos humanos.
4. Regeneración ética de la sociedad.
5. Reformular el combate a las drogas.
6. Emprender la construcción de la paz.
7. Recuperación y dignificación de las cárceles
8. Plan de seguridad pública, que contempla “repensar la seguridad nacional y reorientar a las fuerzas armadas” y la creación de la Guardia Nacional.

La familia y los jóvenes

En el acto, realizado en un hotel de la capital, acompañaron a López Obrador los próximos secretarios de Gobernación, Olga Sánchez Cordero; Defensa Nacional, Luis Crescencio Sandoval González; Marina, José Rafael Ojeda Durán, y Seguridad Pública, Alfonso Durazo Montaño.
También estuvieron Ricardo Monreal y Mario Delgado, coordinadores parlamentarios de Morena en el Senado y la Cámara de Diputados, entre otros legisladores de ese partido, futuros delegados estatales e invitados como José Manuel Mireles, ex líder de las autodefensas en Michoacán.
López Obrador expresó que “en la izquierda, dejamos el asunto de la familia a la derecha. Es un error. Nosotros tenemos que apoyar el fortalecimiento de las familias. Y apoyarnos de la colectividad, pero no abandonar la importancia que tienen las familias”.
Al mencionar a los jóvenes, indicó que a éstos se les ha dado la espalda, sin darles oportunidades: “Lo único que se ha hecho es etiquetarlos, llamarlos ninis. Es momento de capacitarlos y no volteen al crimen organizado. Se van a atender, se va a garantizar el derecho a la educación y al trabajo. No va a quedar un joven sin oportunidades”.
El programa que va a recibir más recursos, alrededor de 100 mil millones de pesos, es el de Jóvenes Construyendo el Futuro, ratificó, y estará destinado a atender a 2 millones 600 personas. “Este es la base del plan para la seguridad. Lo fundamental es prevenir”.

Dejar de lado “la fantasía de soluciones unidimensionales”

En su intervención, Alfonso Durazo indicó que, como quedó claro en los foros de pacificación, “a las víctimas no se les ha hecho justicia”. Las políticas contra la violencia han dejado una enorme deuda social en materia de procuración “que debe ser saldada con mecanismos de justicia transicional y por medio de los causes institucionales ya existentes”.
Insistió en que en el tema de los desaparecidos “se llegará hasta lo humanamente posible para esclarecer su paradero y se buscará la construcción de la paz y la garantía de no repetición de los crímenes cometidos”.
Durazo expuso que la delincuencia organizada no puede existir “sin un grado de involucramiento de funcionarios públicos que le ofrezcan un margen de protección e impunidad. El tamaño, la extensión y el poder de grupos criminales como los que existen en México, sólo pueden entenderse por una corrupción de dimensión equivalente en las oficinas públicas, particularmente en los aparatos de combate a la delincuencia y procuración e impartición de justicias”.
Mencionó que es necesario dejar de lado “la fantasía” de que se puede superar la inseguridad y violencia con soluciones únicas y unidimensionales, como la estrategia “Como la estrategia regresiva militar casi única y básica en el sexenio que concluye, ya que sus causas son múltiples y de índole social”, apuntó.
Por ejemplo, se impulsarán leyes para poner fin a las confrontaciones armadas, que posibiliten el desarme y la entrega de delincuentes. Inclusive ofreció reducción de penas y amnistía, condicionada al perdón de las víctimas.
Al señalar los puntos del plan de seguridad, Durazo dijo que el nuevo gobierno se ha impuesto como tarea erradicar la corrupción y rehabilitar la procuración de justicia, haciendo énfasis en la labor de policías, militares y ministerios públicos, entre otras corporaciones.
Otro punto será generar fuentes de empleo, “dar educación a los jóvenes, invertir en salud, desarrollo económico, y de ese modo atacar las causas profundas del crimen y reducir la base social que haya establecido”.
Se refirió a una reformulación del combate a las drogas, “ya que hay narcóticos cuya prohibición por parte del gobierno ya resulta insostenible. Una alternativa es que el Estado renuncie a la persecución de ciertas sustancias y que se tenga control clínico en los casos de aquellas personas que ya padecen alguna adicción. La regulación de algunas drogas prohibidas permitiría poner fin a un motor central de la violencia”.
También habló de un proceso de pacificación que incluye la alternativa de ofrecer amnistía a ciertos grupos infractores, con reducciones de penas y la posibilidad de que opten por un cambio de vida, “siempre y cuando colectivos y víctimas acepten dar el perdón”.
Asimismo, planteó recuperar control de cárceles de las mafias que las dominan. Y anunció la creación de un Consejo para la Construcción de la Paz, que articulará iniciativas gubernamentales.
En cuanto a la creación de la Guardia Nacional, Durazo dijo que “el plan es tener lista esta corporación en tres años, integrada a la Secretaría de la Defensa Nacional, pero con identidad propia”. Con la descomposición e ineficacia de corporaciones policiales que se tienen actualmente, tendría resultados desastrosos quitar de inmediato a las fuerzas armadas la encomienda de combatir al crimen, expuso.
“La Guardia Nacional resolvería tanto el vacío legal en el que los institutos armados han venido participando en las labores de policía, como la carencia de una institución policial profesional y capaz de afrontar el desafío de la inseguridad y la violencia”.
La Secretaría de la Defensa Nacional, explicó, asumirá el mando operativo de la Guardia Nacional, del reclutamiento, adiestramiento y organización de sus efectivos, así como de su equipamiento, despliegue y operatividad.

Se invitará a la Fiscalía General y a la CNDH

Después de enunciar que “soldados, pilotos y marinos son pueblo uniformado”, el próximo titular de la Sedena, Luis Sandoval, reconoció que tendrán “la enorme responsabilidad de participar en la seguridad pública. Se actuará con respeto a derechos humanos. El mandato será acatado por todos los integrantes de las fuerzas armadas”.
En su intervención, Mario Delgado, indicó que a 12 años de la implementación de militares en las labores de seguridad pública “no se ha logrado recuperar la paz, ni el Estado de derecho” y que se hará una reforma que regule el uso de la Guardia Nacional y resuelva “los vacíos legales”.
“La propuesta (de Morena) buscará que la Guardia Nacional esté facultada como auxiliar del Ministerio Público. Hay razones de peso para adscribirla al ámbito castrense”, dijo, aunque no las citó.
A la Guardia Nacional, añadió, “incluso se convocará a civiles, todos recibirán capacitación y adiestramiento militar”. Se invitará a participar en ese proceso a la Fiscalía General y a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, pues buscarán “que los elementos reciban instrucción en temas penales, perspectiva de género y derechos humanos, así como en el uso legítimo de la fuerza”.