A fin de mes comenzarán la difusión de los avances de la zona de Tehuacalco: INAH




foto Los avances de los trabajos del Proyecto Arqueológico de Investigación y Conservación del Sitio Arqueológico de Tehuacalco, serán dados a conocer por medio de folletos a finales de este mes, adelantó el responsable de ese proyecto por parte del Centro INAH Guerrero, Miguel Pérez Negrete.
Consultado la mañana de ayer, sobre los avances de esta primera etapa de trabajos en esa zona arqueológica –ubicada entre los municipios de Juan R. Escudero y Tierra Colorada– el arqueólogo comentó que se espera “que nos den luz verde con la difusión del sitios, pues como no tiene completa la protección poligonal no podemos dar cabida a un arribo masivo de gente”, detalló.
Abundó que se espera a finales de este mes dar a conocer estos avances por medio de boletines y folletos, “porque si lo difundimos de forma directa puede representar un daño al sitio, por la llegada de gente”, dijo.
Citó que en los poco más de seis meses que se llevan de trabajo, ha ido gente de comunidades aledañas, “en su mayoría familiares de los trabajadores y que quieren conocer la zona, pero se limitan algunas zonas que no pueden tener acceso”, detalló.
Sobre la existencia de una partida presupuestal estatal para otros proyectos arqueológicos, como el de Indeco en la capital del estado, y Soledad de Maciel, en la Costa Grande, el arqueólogo señaló que debido a que tiene menos de una semana de haber sido aprobado no se ha hecho un desglose de cuánto correspondería al proyecto de Tehuacalco, y señaló que hace falta una reunión por parte de especialistas del INAH Guerrero para ver la cifra total que fue asignada.
De la reducción del presupuesto federal para proyectos arqueológicos manejados por el INAH, Pérez Negrete valoró que no afectará al proyecto de Tehuacalco, “porque no es un proyecto autogenerado, sino entre el INAH Guerrero y el gobierno estatal (con un presupuesto inicial de 11 millones de pesos), eso representa que tiene una solvencia económica”, y adelantó que la zona arqueológica abriría al público en 2008.
La cultura yope tuvo su auge en esa zona arqueológica entre los siglos XII y XVI. Posee un basamento piramidal de 20 metros de alto y restos de escalinatas de 7 metros de ancho, además de otras estructuras como un juego de pelota.
En el lugar trabajan 11 arqueólogos y poco más de 80 trabajadores o peones.