No se abrió la calle Vicente Guerrero; seguía sin terminar la pavimentación de banquetas
En determinado momento comenzaron a circular automóviles en el barrio de El Naranjo, pero los vecinos cerraron la calle, porque las obras “aún no han terminado, luego así nos van a dejar”, dijo una colona
Magdalena Cisneros La calle Vicente Guerrero no se abrió ayer a la circulación vial porque no se concluyeron los trabajos de pavimentación de las banquetas, y vecinos del barrio de Las Crucitas se opusieron al paso de los vehículos, temen que los albañiles no regresen a terminar.
El domingo, durante un recorrido por esa calle, el alcalde Alberto López Rosas adelantó que la vía que une al centro con el poniente de la ciudad qestaría abierta desde las 6 de la tarde de ayer.
Según dos agentes de Tránsito de la patrulla 036, la circulación se abriría a las 11 de la noche y de ese modo el alcalde cumpliría con la fecha anunciada. “El jueves se termina a las 12 de la noche”, justificó uno de los patrulleros.
Por la mañana, cuando reporteros preguntaron al alcalde sobre algunas coladeras que no aguntaron ni las dos primeras lluvias, López Rosas declaró que la circulación vial se abriría a las 13 horas de ayer, y que se corregiría “lo que se tenga que corregir con el propósito de que la calle mantenga su fluidez y mantenga sus servicios”.
El domingo16 durante la visita de inspección a la calle, López Rosas dijo que la vía se abriría el jueves 20, a las seis de la tarde, que no habría ninguna ceremonia de inauguración, sólo el paso a los vehículos.
Precisó que faltaba arreglar algunos detalles, y ejemplificó que el sábado se colocó el último bloque de cemento, y para “que se compacte” tienen que pasar tres días.
Ahí, calificó la obra como “una de las inversiones más grandes en calle alguna en Acapulco”, y que con la red hidrosanitaria instalada perdurará por más de cinco décadas.
Al finalizar el acto, el vecino Iván Job Benítez dijo al alcalde que estaba inconforme con la obra, y el alcalde respondió que la mayoría de las personas no lo estaban y que el tiempo daría la razón a cada quien. Ante reporteros, Job Benítez –quien dijo ser ingeniero en Telecomunicaciones– dijo que la calle era “una de las peores obras que he visto”, que tenía videos de cómo se introdujo de manera incorrecta el cableado y que la pavimentación no tardaría en romperse.
Ayer, a las 5: 20 de la tarde aún no comenzaba formalmente la circulación vial. Dos agentes de Tránsito custodiaban la entrada de la calle Vicente Guerrero, atrás de la Catedral de Nuestra Señora de la Soledad.
En la esquina con la calle Progreso, donde comienza la Vicente Guerrero, el pavimento se ve en perfectas condiciones; sólo algunos diminutos espacios entre cada bloque de cemento con residuos de chapopote llaman la atención.
Después empiezan a verse los detalles sin terminar con mayor claridad. Frente a las casas 35 y 38, albañiles terminaban de colocar cemento en las banquetas, retiraban algunos residuos de escombro y de tierra que por la lluvia permanece esparcida en la calle.
Frente a la tienda de abarrotes Andy, unos cinco albañiles concluyen otro tramo de banqueta, mientras algunos vecinos observan cómo terminan lo que una señora llamó “pequeños detalles”.
Todo parece ir bien, pero al llegar al barrio de Las Crucitas los detalles se magnifican: una máquina retroexcavadora aún permanece en una esquina, montones de escombro en otro y unos 30 albañiles apurados mezclan cemento y colocan tabique afuera de algunas casas.
En una esquina, justo frente al barrio del Naranjo, una vecina sentada espera que terminen las banquetas. Contó que sus vecinos cerraron la calle, porque los carros empezaron a circular “y aún no han terminado, luego así nos van a dejar”.
Otra vecina, Eva Mondragón, señaló que la construcción “es incompleta, superficial”, que aún falta construir algunos muros, pavimentar banquetas y arreglar una coladera que “desde el domingo, media hora después de que se fue el alcalde, se tapó y empezó a salir el agua”, luego acudieron a arreglar el desperfecto, pero el martes “volvió a salir agua y hoy (ayer) también”.
Junto a otras dos mujeres, Eva Mondragón observaba los movimientos de los empleados que con rapidez y con horas extras tratan de cumplir. “A las 4 comenzaron a pasar los vehículos y nos opusimos porque no han terminado. A Rufina Cortés le falta que le construyan su muro y hay andadores como ese (y señaló a un costado de su casa) que quitaron el cemento y todavía no se lo ponen, la arquitecta nos dijo que ya se acabó el presupuesto”.
Según uno de los albañiles faltaba pavimentar unos 200 metros de banquetas. “No creo que terminemos hoy (ayer)”, dijo.