Exhorta el arzobispo a los medios a ser apóstoles de la verdad y la justicia

* No hay chayotes para el desayuno, dijo a reporteros

Aurelio Peláez * La arquidiócesis de Acapulco ofreció ayer una homilía, y luego un desayuno, a los periodistas porteños. Ello, como parte de la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, que presidió aquí el arzobispo Felipe Aguirre Franco. En la misa estuvieron una veintena de periodistas; en el desayuno, unos 50.

En la homilía en la Catedral de Nuestra Señora de la Soledad, Aguirre Franco dijo que la Iglesia católica exhortaba a los medios de comunicación a estar al servicio de la auténtica promoción de la paz, “siendo apóstoles de la verdad, de la justicia, de la libertad y del amor”.

También los llamó a saber orar, ser responsables para poder manifestar a los demás, “no su propia verdad sino la verdad que viene de Dios, la verdad que es fruto del espíritu y que está en bien de la paz”.

En el desayuno, ofrecido luego en la Casa Diocesana, también hubo políticos, como la secretaria de Turismo estatal Guadalupe Gómez Maganda, diputada y senadora por más de una década en el laico –y por periodos hasta jacobino– PRI. Hace un año la funcionaria estuvo en el grupo que promovió la remodelación de la Virgen de los Mares, en Caleta. También asistió el notario público y candidato priísta a diputado federal por el distrito 10, Jorge Ochoa Jiménez; la ex alcaldesa Ana María Castilleja, y el empresario y ex regidor de ese mismo partido, Fernando Alvarez de Dios; se vio a la publirrelacionista Lucy Guillén, y hubo algunas familias del Acapulco cercanas al arzobispo, a quienes se entregó reconocimientos por su apoyo a obras de la arquidiócesis.

Antes del desayuno, se presentó un video con los antecedentes de la Jornada Mundial de las Comunicaciones, cuya primera celebración se dio en mayo de 1967, bajo el pontificado del papa Paulo VI. Luego del video un primer mensaje de Aguirre Franco: “Que Dios bendiga lo que ya cayó a la barriga”. Vino la entrega de reconocimientos a familias que han apoyado proyectos de la arquidiócesis, como la revista La Palabra, entre ellas a Sara Duque, Beny Radilla, Antonio Sánchez, y al padre Jesús Mendoza Zaragoza, miembro del Consejo Editorial, y articulista de El Sur. Después la invitación al buffet: “Hay de todas las viandas, menos chayotes”, refirió Felipe Aguirre acerca de la subterránea práctica de dar gratificaciones a reporteros a la que todavía acuden políticos y funcionarios. Luego hizo una broma muy eclesiástica: “Acaban de llegar los chilaquiles, que son muy buenos para la memoria, se los come uno con su cebollita y luego anda uno repite y repite”.

El arzobispo de Acapulco, antes de ofrecer una informal entrevista a los reporteros, los invitó a pasar al salón en donde se guardan los diversos proyectos presentados para la construcción de la iglesia Cristo Rey, que quedaría por la avenida Universidad. Este 9 de junio la arquidiócesis presentará al proyecto ganador, de los 27 que concursaron, luego de que se descartara el del conocido arquitecto mexicano Pedro Ramírez Vázquez. La causa del abandono de ese proyecto fue el costo, de unos 300 millones de pesos. En tanto, en la nueva convocatoria se pidió a los concursantes que presentaran obras cuyo monto de inversión fuera inferior a los 60 millones de pesos.

Aún así, luego de que este domingo 9 de junio se premie a los ganadores (35 mil pesos al primer lugar; 15 mil al segundo y 10 mil al tercero), la arquidiócesis iniciará un programa de captación de fondos entre su feligresía para la construcción de esta obra, cuya parte de simbolismo es recordar que de Acapulco salieron los primeros misioneros católicos hacia el Lejano Oriente.

Aunque un magno templo católico es un proyecto que se maneja desde hace más de una década, todos dan por hecho que Aguirre Franco la concretará, sobre todo por el activismo que desplegó en Acapulco y las dos costas desde su llegada como arzobispo, hace dos años y siete meses.

A pregunta de si el trabajo realizado le satisface, como por ejemplo, el de haber colocado a la Iglesia católica en el debate de los principales temas de la vida política y social en la entidad, Aguirre Franco guarda silencio y habla de lo que hay por venir: un mayor trabajo con medios propios, como un par de revistas y un programa de radio. Hay mucha actividad por delante, acepta el arzobispo, interlocutor no sólo privado, sino público, de los políticos.