Pactó con el gobierno no hablar más de vínculos de autoridades con el crimen, informa el obispo

El obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, monseñor Salvador Rangel Mendoza informó que pactó una tregua con el gobierno estatal en una reunión privada que tuvo con el secretario general de Gobierno, Florencio Salazar Adame, luego de sus señalamientos de vínculos de funcionarios con miembros de la delincuencia en el tráfico de droga.
Se le preguntó si con esa tregua se desdice de sus señalamientos, y sostuvo “no, para nada, para nada, nomás quiero que estén tranquilos”.
“Ya no quiero hablar sobre este tema porque levantó polémica, se molestó mucha gente y sobre todo yo no busco eso, yo no busco polémica, yo no busco que la gente se sienta mal, yo busco la verdad y busco el diálogo, y he creído prudente hacerme yo mismo una cuarentena para que se calmen los ánimos. Por lo menos ya se hizo más conciencia, dimos un paso más”, expuso.
Salvador Rangel dio declaraciones a reporteros poco antes de las 8 de la noche de ayer en la parroquia de San Gerardo María Mayela de esta ciudad.
Monseñor Rangel reveló que ayer se reunió en privado –sin decir en donde ni a qué hora- con el secretario Florencio Salazar, encuentro en el que no pudo estar el gobernador Héctor Astudillo Flores porque estaba en Acapulco en el Tianguis Turístico.
“Ya clarificamos muchas cosas y yo en concreto, al ver estas declaraciones que en el fondo creo en todas ellas, se han fomentado muchos rumores, como que la bola de nieve ha ido creciendo y yo no quiero ni que me cause a mí problemas ni causar yo problemas”, agregó.
Sin dar nombres señaló que “algunos periodistas incluso le han aumentado más de lo que yo he dicho a mis declaraciones, ustedes saben que en mis declaraciones yo nunca he mencionado el nombre del gobernador ni del secretario de gobierno… entonces, yo les dije a ellos que iba a guardar un periodo de silencio mientras se aplacan estas cosas, porque como les decía, no me conviene a mí ni les conviene a ellos”.
“Ojalá me entiendan, porque yo les decía que hay periódicos y publicaciones donde ponen nombres y apellidos, cosa que yo nunca he dicho, y yo quiero evitar problemas simplemente, para ellos y para mí”, dijo en referencia a los funcionarios.
Se le preguntó si le llamaron la atención del gobierno del estado y respondió, “no para nada, para nada, nomás que ellos me explicaron la forma de cómo están las cosas, y entonces pues yo entendí que todo eso se les sale de su control”, dijo sin entrar en detalles.
Una reportera le preguntó si se planteó que se podría atentar en su contra por sus declaraciones, “sí también eso, eso ya lo he visto desde cuando. Y yo lo que quiero como obispo es cumplir mi papel de ayudar tanto a unos como a otros, no quiero tener enemigos ni de un lado ni del otro, mi papel es de conciliar y no de hacer polarizaciones”.
Se le pidieron detalles del encuentro, pero se limitó a decir que fue una reunión privada con el secretario de gobierno al que no se refirió por su nombre.
A pregunta dijo que expuso sus puntos de vista y Florencio Salazar los suyos, “sobre todo, de todas las limitaciones que hay dentro del gobierno y por más que hagan ellos, sin la ayuda federal no van hacer gran cosa, y entonces quedamos en eso, calmar las cosas y esperar un tiempo a que se tranquilice”.
Declaró que se planteó en la reunión una “tregua” para ya no dar más declaraciones a los reporteros en relación a sus señalamientos de vínculos entre funcionarios y miembros de la delincuencia organizada en el tráfico de droga.
De cuál fue el ofrecimiento del gobierno del estado, informó que se le dijo que “van a tratar de hacer las cosas lo mejor que sea posible, y vamos a abrir un diálogo más constante, eso es lo que me interesa mucho, un acercamiento más al gobierno, tanto de ellos hacia mí como yo hacia ellos”.
Se le preguntó si busca garantizar la seguridad de los sacerdotes que han sido amenazados, “exactamente, es lo que yo busco, la tranquilidad y la seguridad de los sacerdotes, de las monjitas, de los catequistas y de los seminaristas”.
En cuanto a si pidió seguridad para los párrocos que han sido amenazados, confirmó el hecho con rondines en las iglesias, “yo necesito en vez de tener enemigos, yo quiero amigos y cooperar y dialogar todos para trabajar por el bien de Guerrero”.
Del planteamiento de conformar un frente por la paz con los empresarios y genta de la clase política que lo ha buscado, Rangel Mendoza mencionó que hablo sobre el tema, pero como obispo, “no puedo agarrar ni partido ni color, ni tendencia. Lo he dicho muchas veces, sólo tengo un año y ocho meses en Guerrero y todavía no conozco cómo piensan los guerrerenses, y yo el temor que tengo es que unos aprovechen para llevar el agua a su molino, y yo quiero permanecer mejor neutro en esa situación”.
De si habrá un encuentro con el gobernador Héctor Astudillo como lo tuvo con su secretario, informó que el planteamiento es que sí se reúnan en cualquier momento.
“Sí, el gobernador quiere hablar conmigo, somos amigos, hemos hablado nada más que hemos descuidado ese acercamiento tanto de su parte como de la mía, y yo si mi tema es el diálogo y acercarnos, pues en cuanto haya ese acercamiento yo en lo personal le tengo respeto y agradecimiento, como nos ha apoyado el gobernador en las reuniones provinciales y sobre todo la amistad… ellos siempre se han definido como católicos tanto él como la señora Meche (Mercedez Calvo Elizundia, la esposa del gobernador) y yo pues de alguna manera soy el pastor de ellos, y también los tengo que entender”.
Negó que haya algún tipo de rompimiento con el gobernador, por el contrario dijo, que siempre le ha tenido aprecio y respeto, “el ser gobernador es algo muy difícil como ser obispo, tiene que conciliar tantas cosas y tantos intereses, y yo veo sobre todo que trabaja bastante en tratar de ayudar a Guerrero, y eso creo que es bueno y positivo, ya después hablaré de otras cosas”.
De las declaraciones de los presidentes de los partidos políticos en el estado que rechazan un acercamiento con miembros de la delincuencia organizada y el gobierno del estado, como él lo ha planteado para bajar los índices de violencia y de inseguridad, expuso, “yo he dicho lo que he pensado, si ayuda bien, si lo quieren aceptar también y si no pues que la patria se los demande, y el pueblo es quien finalmente va a tomar las decisiones, ya vienen las elecciones”.

Casa Siloé

Minutos después de las 5 de la tarde el obispo Salvador Rangel acompañado del nuevo párroco de la iglesia de San Gerardo, Felipe Vélez y el padre saliente, Oscar Mauricio Prudenciano, inauguraron la pastoral social Casa Siloé, en las antiguas instalaciones de la iglesia en el barrio de San Gerardo que con apoyo de la fundación Caritas ofrecerán el comedor comunitario, atención médica, psicológica, asesoría legal, conciliación a víctimas de violencia y mal trato y acompañamiento espiritual.
Contará también con enfermería, un dispensario y dos camas en caso de que alguna persona requiera de alojamiento ante la violencia.
El obispo dio posesión al nuevo párroco de la iglesia de San Gerardo, Felipe Vélez y le pidió dar continuidad, y si es posible superar, el trabajo en esta parroquia del padre Oscar Mauricio Prudenciano González en el apoyo a víctimas de desaparición y de la violencia.
En la ceremonia, el padre Oscar fue despedido entre aplausos de la gente y se informó que este día tomará posesión de la parroquia del señor Santiago Apóstol de la cabecera municipal de Huitzuco.
Oscar Mauricio Prudenciano fue pieza clave en el apoyo a familiares de víctimas de desaparición forzada del colectivo Los Otros Desaparecidos de Iguala

Rechaza el alcalde capitalino la opción de negociar con el crimen para bajar la violencia

El alcalde capitalino Marco Antonio Leyva Mena sostuvo que no está dispuesto a negociar con grupos delictivos, ya que lo que corresponde es que cada orden de gobierno actúe en su ámbito de responsabilidad.
Este martes a las 8:22 de la mañana Leyva Mena sostuvo un encuentro de 40 minutos con reporteros, como parte de la nueva modalidad para dar a conocer los avances en los problemas que enfrenta el municipio.
“De ninguna manera, en ningún momento, yo lo que creo es que cada quien en el ámbito de su responsabilidad tenemos que estar actuando. El gobierno federal, estatal y municipal para poder establecer una línea estratégica para el combate con los elementos y lo que establece la ley”, respondió a la pregunta de si él estaría dispuesto a negociar con grupos de la delincuencia organizada que operan en Chilpancingo.
Este domingo el obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza dio a conocer que él se ha sentado a negociar con líderes de grupos criminales, para defender la integridad de sus sacerdotes, además de revelar que el gobierno del estado también lo ha hecho y ha realizado pactos “por debajo de la mesa”, sobre todo en el corredor de Ocotito-Tierra Colorada y Petaquillas.
“Para mí es sorpresivo, para mí realmente son declaraciones fuertes de parte del señor obispo, las cuales respeto”, agregó.
Señaló que en su gobierno no cabe la posibilidad de la negociación con el crimen organizado, ya que la autoridad se sustenta en la ley, lo que obliga a los gobiernos a mantener una conducta apegada al Estado de Derecho.
“Creo que una autoridad sustentada y legítima, legalmente no puede establecer ese tipo de negociaciones o pactos con criminales. Es mi impresión personal, pero respeto al señor obispo”, agregó.

Que Adrián Alarcón le pidió obra

En el encuentro con reporteros, se le preguntó sobre qué genera las críticas del líder empresarial de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Adrián Alarcón Ríos, a lo que respondió que hay dos razones: la primera es que él no era el candidato de los empresarios para ocupar la alcaldía y la segunda porque no accedió a sus peticiones.
“El asunto de Adrián Alarcón Ríos, quiero pensar que es su dirigente y no la Coparmex, pueda tener los antecedentes basados en que yo no fui su candidato a la presidencia municipal y que su apoyo al gobernador Astudillo fue evidente, pero no fue evidente para el candidato a la presidencia del PRI”, subrayó.
Leyva Mena señaló que durante sus primeros meses al frente de la administración Alarcón Ríos le exigió que le asignaran obras, así como la proveeduría de insumos al Ayuntamiento e incorporar a empresarios a realizar obras públicas y la presidencia del Consejo de Participación Ciudadana.
A lo cual el alcalde capitalino dijo que se negó y le dio la opción de participar como el resto de los empresarios locales para ocupar estos puestos.
“Me exigió la proveeduría de los términos de los recursos, qué ingresos o qué adquirimos en este municipio en materia de recursos materiales. Me exigió también el asunto de que fuera el proveedor del programa de prevención del delito”, agregó.
También aseguró que el proyecto de seguridad que presenta el líder empresarial corresponde a uno que ya ha sido aplicado en años anteriores y del que tienen conocimiento las autoridades.
“El tema de que ellos quieren tener una propuesta en materia de seguridad que el municipio tuvo mucho antes que él”, concluyó.

Rechazan PRD, PAN y el PT que se dialogue con el crimen, como propone el obispo Rangel

Los dirigentes del PRD, PAN y del PT en el estado opinaron que atender el problema de inseguridad y violencia es responsabilidad de los gobiernos estatal y federal y que la iglesia no debe participar ni ser intermediaria, en tanto que para el PRI cualquier mecanismo puede ser válido. Esto después de que el obispo de la diócesis de Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, revelara que se ha reunidos con jefes de grupos delictivos a partir de amenazas a sacerdotes.
En declaraciones telefónicas, el presidente priista Heriberto Huicochea Vázquez dijo que las autoridades son las que deben combatir a la delincuencia organizada, y afirmó que lo están haciendo “con mucha responsabilidad” y que por eso en algunos meses la violencia baja, aunque reconoció que también ha repuntado.
Comentó que el obispo está realizando una misión religiosa en Chilpancingo y sus acciones deben de coincidir “en un punto de unidad para el bienestar de la población, queremos que se vaya mitigando la violencia y mira, cualquier mecanismo que se utilice es bueno, siempre y cuando sea un mecanismo que de paz y seguridad y certidumbre”.
Se le preguntó su opinión por el hecho de que el obispo tuviera que buscar a jefes criminales para evitar agresiones contra sacerdotes: “reitero que todos los mecanismos que se puedan ocupar para poder disminuir la violencia son válidos”.
Después dijo que todas la intervenciones que busquen que la violencia se reduzca “y no vaya a salir contraproducentes” y recordó el caso del asesinato del cardenal de Guadalajara Juan Jesús Posadas Ocampo, “yo espero que las instituciones se fortalezcan y sigan haciendo su trabajo” e insistió en que cualquier intervención es válida mientras su fin sea mitigar la violencia.
De su propuesta como intermediario que realizó el obispo, el dirigente no quiso opinar “porque es un tema muy, muy delicado, en ese sentido yo reservo mi opinión”.
Se le preguntó por lo dicho por el obispo en el sentido de que al gobierno no termina la violencia porque no le conviene, ya que existen “repartición de dividendos”. En ese sentido dijo que la gobernabilidad del estado “no descansa en suposiciones”.
Después apuntó que “es muy delicado, inclusive ustedes los medios de comunicación juegan un papel ahorita muy, muy delicado para todo este manejo (de la información de la información y los hechos) que se está haciendo, porque los únicos perjudicados es la gente, hay que tener mucho cuidado”.

Ley, no diálogo: PRD

Por su parte el dirigente del PRD Celestino Cesáreo Guzmán dijo que lo revelado por el obispo es una grave señal de que la delincuencia ya no respeta a nadie.
El dirigente perredista consideró que las opiniones del obispo son muy delicadas porque “eso denota el nivel de violencia, inseguridad y amenazas que hay, y ese es el motivo por el que ha pedido ese tipo de reuniones” con organizaciones del crimen organizado.
Dijo que ante la acción a la que se vio obligado el obispo Salvador Rangel, el PRD demanda “nuevamente” al gobierno de Héctor Astudillo Flores “que cumpla su palabra de dar orden y paz a Guerrero”.
Celestino Cesáreo dijo que no comparte la idea de que ni la iglesia, ni mucho menos el Estado tengan que negociar con los delincuentes. Contrario a eso, dijo que lo que deben hacer es perseguirlos, detenerlos y encarcelarlos, porque consideró que es necesario “aplicarles la ley y no establecer diálogo”.
Insistió en que el Estado no puede “someterse a la ley de la delincuencia, al contrario debe aplicar la ley y debe poner tras las rejas a los delincuentes”, y que la propuesta del obispo de diálogo “no es la solución”.
Al dirigente se le preguntó por lo dicho por el obispo Salvador Rangel en el sentido de que las autoridades se han reunido con organizaciones del crimen organizado y que han tenido acuerdos “por debajo de la mesa”, y que por eso no han querido resolver el problema de la violencia “porque no les conviene”, debido a que “en el fondo hay cierta repartición de dividendos”.
El perredista apuntó que no tiene elementos para secundar “ese tipo de señalamientos, lo que yo digo es que es un tema muy delicado y ante este tipo de señalamientos, la autoridad estatal y federal debería dar señales de que por lo menos está siguiendo a los delincuentes”.

Señalamientos por conocimiento de causa: PAN

El dirigente panista Marco Antonio Maganda Villalba consideró que lo dicho por el obispo Rangel Mendoza “deja de manifiesto la falta de resultados” de los gobiernos estatal y federal en materia de seguridad pública y combate al narcotráfico.
La falta de coordinación entre las estrategias de seguridad tiene como consecuencia la falta de seguridad para los guerrerenses.
De lo dicho por el obispo en el sentido de que las autoridades no han querido resolver el problema de la violencia, porque no les conviene debido a la repartición de dividendos entre grupos delincuenciales, el panista consideró que si el obispo se atrevió a realizar esa declaración es porque “tiene conocimiento de causa, yo no pudiera afirmarlo”.
Maganda Villalba dijo que los señalamientos no “es algo nuevo, muchos liderazgos han manifestado lo mismo, que hay acuerdos bajo la mesa, que hay vínculos entre el gobierno y la delincuencia organizada, hay pactos, hay acuerdos, que se sientan a negociar, eso no es nuevo”.
Sin embargo ante los reiterados señalamientos “se va creando una incertidumbre” ante los presuntos vínculos entre grupos criminales, por eso urgió al gobernador a que cumpla con su promesa de campaña de generar paz en el estado.
De la propuesta de dialogar con los grupos criminales, consideró que sería incorrecto que cualquier gobierno (municipal, estatal o federal) se “sienten a negociar, al contrario, deben de combatir, erradicar esa situación”, dijo que respeta la opinión del obispo, pero en ese sentido no la comparte.

Responsabilidad del gobierno: PT

Por su parte el comisionado político en Guerrero de la dirigencia nacional del PT, el diputado federal Victoriano Wences Real, opinó que la Iglesia no tendría porque intervenir en temas de inseguridad, porque esa es responsabilidad de los gobiernos del estado y federal
Insistió en que la inseguridad en Guerrero debe ser atendido con “mucha prontitud” porque es un problema que afecta a todos los ciudadanos, incluso a las religiones y que por eso el obispo tuvo que tomar la decisión de intervenir por los religiosos.
Al gobierno federal le pidió reorientar y revisar la política de seguridad en Guerrero “porque es lamentable que se tenga que estar buscando pactar, porque creo que no es lo correcto, estamos en gobiernos que tiene la capacidad de resolver el problema de inseguridad”.
Del señalamiento de vínculos y repartición de dividendos entre el gobierno y los grupos criminales, el comisionado político dijo que “es algo muy fuerte esas declaraciones, esperemos que no haya repercusiones más fuertes en Guerrero”, dijo que la única solución es que “el gobierno se ponga en su papel, porque la ciudadanía espera mucho del gobierno del estado y del federal”.
Dijo que pactar con el crimen organizado, es “lo peor que pueden hacer los gobiernos, no se puede estar dando concesiones porque estaríamos cayendo en un problema fuerte” en el estado.
Llamó a los gobiernos de Héctor Astudillo Flores y Enrique Peña Nieto a que actúen “con prontitud en Guerrero que es un foco rojo de actividad criminal”.

Dar nombres: Fermín Alvarado

En el mismo tema, el presidente del Comité Municipal del PRI en Acapulco, Fermín Alvarado Arroyo llamó al obispo Salvador Rangel Mendoza apegarse a la ley, exponiendo los nombres y haciendo las “denuncias pertinentes”.
En conferencia de prensa,  manifestó que es “sano” que den esos señalamientos sin embargo defendió al gobierno del estado y federal de prevalecer la ley y no consideró el diálogo con el crimen organizado.
Expuso que desde hace 10 años con el inicio de la administración perredista de Zeferino Torreblanca y después, con Ángel Aguirre Rivero son “la clara muestra” de los señalamientos de obispo Salvador Rangel  “de eso que él dice que vivimos y lo padecemos todavía, en el hecho simbólico y lamentable de la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa”. Defendió que ahora “las cosas son distintas”.
Sugirió  al obispo que se denunciara y dieran los nombres de quienes están relacionados con el crimen organizado.