El alcalde priista Marco Antonio Leyva Mena aseguró que solamente 25 establecimientos han cerrado en la capital a causa de la inseguridad y no las cifras que han denunciado empresarios.
En declaraciones anteriores el Consejo Coordinador Empresarial Guerrerense Comprometido con el Bienestar denunció el cierre de 80 negocios por la inseguridad, mientras que la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) denunció el cierre de 45 establecimientos, y la Cámara Nacional del Comercio (Canaco) dijo que son cerca 286 negocios que han cerrado a causa de la violencia.
Al término de la presentación del libro La Revolución de Morelos y el Congreso de Chilpancingo en el Palacio de Gobierno se consultó al presidente municipal.
Leyva Mena negó que el número de negocios que han cerrado sea a causa de la violencia, dijo que la cifra oficial que manejan es de 25 y que no sabe con exactitud que hayan cerrado por esta causa.
Además aceptó que desconoce si hay familias que han migrado por la inseguridad que se vive en la capital.
Sobre el informe de su primer año de trabajo en Chilpancingo dijo que lo hará y será público sin embargo no precisó fecha, y dijo que no teme hacerlo así pese a la molestia de vecinos, por la inseguridad, el problema de la basura y las inconformidades que han manifestado trabajadores del mismo Ayuntamiento, pues dijo que todos los municipios tienen problemas en esos sentidos.
Nuevamente fue cuestionado por los reporteros por el papel que ha ejercido su padre, Ronaldo Leyva Adame, al presentarse como asesor jurídico de la Secretaría de Salud (Ssa) municipal y ejercer autoridad contra trabajadores de Salud.
En tono molesto nuevamente negó que fuera cierto y que se tratara de nepotismo, “quien denuncia debe probar”.
Además recalcó que su padre no trabaja para el Ayuntamiento, pese a que circulan videos en las redes sociales donde Leyva Adame se sube a una camioneta oficial de la administración con el logotipo y el eslogan de “Todos somos Chilpancingo”.
Sobre el cumplimiento del plazo que dio a los vecinos de la colonia La Cinca, que se quejan de la saturación del basurero y que ha provocado enfermedades en pobladores y que exigen el cierre definitivo del sitio, sólo dijo que están trabajando para hacerlo pero no especificó qué.
Abundó que el problema debería ya de estar resuelto y estarse tirando la basura en el relleno sanitario que se comenzó a construir en el terreno tixtleco de Matlalapa, pero que el Cabildo de Tixtla se negó a que continuaran, por lo que quedó parado.