La crisis cultural y de valores impide el desarrollo turístico: Roger Bergeret

Mónica García Martínez

En Acapulco existe una crisis cultural y de valores entre la población que impide el desarrollo turístico del puerto, reconoció durante su participación en una mesa de trabajo con expertos del turismo, el director de Turismo municipal, Roger Bergeret Muñoz quien además criticó que pese a la carga fiscal que general el sector turístico, Acapulco no es beneficiado con ello pues existe un bajo nivel de calidad de vida de los acapulqueños.

Dentro de la actividades del Primer Coloquio Internacional de Destinos Turísticos Maduros, ayer se llevó a cabo una mesa de trabajo con profesionales del turismo de la Universidad del Caribe, Universidad de Cantabria, España, Universidad de Gerona, Universidad La Salle de Cancún, Universidad de Guadalajara y la Universidad Autónoma de Guerrero.

Ahí los profesionales hablaron sobre “los traspiés del turismo mundial” y particularmente, de Acapulco.

En su oportunidad, el director de Turismo municipal habló sobre las diferencias que a su vez representan una traba para el desarrollo turístico de Acapulco, comparado con la Riviera Maya y las ciudades fronterizas que a diferencia del puerto, pagan sólo el 10 por ciento del gravamen del IVA.

Bergeret Muñoz abundó el tema criticando la actitud de las grandes empresas, de quienes dijo: “Vienen, ganan su dinero, se hacen de recursos y no dejan nada para el destino”. Además de ello agregó el problema de crisis cultural que persiste en el puerto.

“Es que yo creo que en esto se hace una matriz donde todas estas variables participan, como los problemas de vialidad. Podemos decir que desde hace décadas Acapulco no tenía movimiento de construcción de nuevas vialidades, no tenemos grandes ejes de circulación que lo permitan porque es una infraestructura muy cara”.

Mencionó además, problemas importantes de mantenimiento de la planta turística y dijo: “Los inversionistas siguen con el modelo colonial al interior, tienen las ganancias, la riqueza, pero no tienen la sensibilidad de reinvertir en sus negocios para volver a sacar mayores recursos o generación de empleos”.

Ejemplificó dicho problema con el asunto del hotel Emporio, en el que dijo que “se ve un relación obrero-patronal con grandes déficit de entendimiento entre las dos partes. Pareciera ser que el movimiento obrero no ha entendido al patronal y el patronal al obrero, o sea, hay un problema muy grave y eso afecta al modelo turístico de Acapulco”.

Asimismo criticó la calidad de vida de los acapulqueños pues indicó que en Acapulco persisten “los salarios paupérrimos”, principalmente en la actividad turística, lo que también consideró como un obstáculo para el crecimiento de un destino turístico como Acapulco, que “no solamente ha envejecido en el tiempo sino en la cultura”.

En declaraciones, dijo que en el conflicto del hotel Emporio Continental se necesita entender que “no necesitamos ir a la CTM de México para resolver el problema del Emporio o ir a los grandes patrones, tenemos que resolverlo nosotros mismos, aquí, localmente, pero eso es un ejemplo pequeño, todo lo demás está igual, es por eso que en la Dirección de Turismo Municipal se ha estado planteando un cambio de modelo de desarrollo desde el punto de vista cultural”.

En ese sentido, indicó que se debe empezar por concientizar a la población de que en Acapulco se vive del turismo pues dijo que “existe un 65 por ciento de la población que dice que no”.

Indicó que ese cambio de modelo debe ser empezando desde el punto de vista cultural porque “hay una crisis cultural y de valores en el destino turístico que impide el desarrollo turístico. Todo eso se va a reflejar en que será el trabajo simplemente por el recurso, mas ya no hay el incentivo de poder servir y encontrar soluciones a su vida. La calidad de vida de los acapulqueños ha bajado porque no se sienten partícipes en esto”, concluyó.