En Costa Chica hay 25 escuelas en zonas de alto riesgo y podrían caerse ante un sismo, dice AMDROC

Según la Asociación Mexicana de Directores Responsables de Obra y Corresponsables (AMDROC) Guerrero, 25 escuelas de la región Costa Chica están en zonas de alto riesgo y no son aptas para habilitarse como refugios en casos de emergencia ya que podrían derrumbarse con un sismo de más de 5 grados.
En conferencia en el Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa (SNRP) la presidenta de la asociación, Irene Jiménez Montiel, el secretario, Ángel Santiago González Mercado, y el consejero, Román Isidro Alvarado advirtieron que el último sismo de 5 grados fue el 25 de diciembre pasado con epicentro al este de Acapulco, lo que significa que la brecha de Guerrero —que llevaba inactiva 115 años— está despertando y podrían ocurrir temblores de gran magnitud.
Jiménez Montiel dijo que la asociación revisó estructuras dañadas por los sismos del 7 y 19 de septiembre pasado en Chilpancingo, Arcelia, Olinalá, Iguala, Taxco, Apango, Tepecoacuilco, Marquelia y otros puntos del estado y son más de 350 escuelas, casas e iglesias, aunque éstas últimas fueron atendidas por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Declaró que según la revisión el problema con las escuelas de Guerrero es que no cuentan con mantenimiento, hubo malos procedimientos constructivos y no se emplearon los materiales adecuados sino unos de mala calidad, además la mayoría de las instalaciones fueron autoconstruidas, es decir que fueron hechas por los pobladores sin la supervisión adecuada.
Abundó que en el caso de la Costa Chica dichas escuelas fueron construidas junto a ríos o barrancas consideradas como zonas de alto riesgo e inundables, “cuando se supone que son las edificaciones que tienen que tener mayor seguridad porque pueden servir en algún momento como refugio”.
Declaró que la asociación se coordinó con la Secretaría de Protección Civil (PC) estatal y colegios como el de arquitectos e ingenieros para las revisiones y avalar los resultados correspondientes.
González Mercado dijo que escuela debe tener una comisión formada por padres de familia, un ingeniero, un arquitecto o un constructor, “alguien que conozca la problemática de los planteles” para evitar las autoconstrucciones, mientras que los salones que serán reconstruidos deben ser supervisados por un Director Responsable de Obra (DRO), para que observe el proceso y corrija los errores que sean necesarios.
“Se tiene que tener cuidado y se tiene que prever, sobre en la parte de hotelería donde no se ha dicho nada, pero si despierta la brecha de Guerrero va a ocasionar grandes movimientos con epicentro en Acapulco y nos va a ir mal a todos, por eso hay que ir previniendo, tenemos que organizarnos ya”, expresó.
Dijo para ello es necesario que se respete la ley de Obra Pública que establece que todas las obras deben ser supervisadas por un DRO.
Por su parte, Isidro Alvarado dijo que la asociación capacitará este mes principalmente a albañiles para que conozcan los nuevos reglamentos de construcción, luego de los sismos de septiembre pasado y la reciente actividad en la brecha de Guerrero es probable que en el estado ocurra un temblor de más de 5 grados para el que “debemos estar preparados”.