Guerrero, en el quinto lugar de los estados con más corrupción, según Transparencia Mexicana




De acuerdo con el Índice Nacional de Corrupción y Buen Gobierno (INCBG) que elabora la organización no gubernamental Transparencia Mexicana presidida por Federico Reyes Heroles, Guerrero se ubica en el quinto lugar de los estados con mayor corrupción en servicios públicos.
Ayer por la mañana esta organización ofreció una conferencia de prensa en la ciudad de México y publicó en su página de Internet los resultados del INCBG 2005 que es “un instrumento que registra los pagos de mordidas declarados por los hogares mexicanos en 35 servicios públicos provistos por los tres niveles de gobierno y empresas particulares”.
Es decir, representa el número de sobornos o “mordidas” por cada 100 veces que se hizo un trámite o se obtuvo un servicio público. Por ello, si el índice aumenta, significa que se incrementó la corrupción al hacer un trámite o servicio.
El informe detalla que el Distrito Federal se colocó con el índice más alto con el 19.8 por ciento, le siguió Tabasco con el 13.6 por ciento y Estado de México con 13.3 por ciento.
Mientras que el cuarto lugar lo obtuvo Hidalgo con 11.4 por ciento y Guerrero con el 11.1 empató con Durango.
En cuanto a Guerrero el informe detalla que pasó de un índice de 13.4 por ciento en 2001 a 11.1 por ciento en 2005. Siempre por arriba del índice nacional. En 2001 el índice nacional se ubicó en 10.6 por ciento mientras que Guerrero tuvo un 13.4 por ciento; en 2003 el índice nacional fue de 8.5 por ciento y el estado obtuvo el 12 por ciento y finalmente, en 2005 el promedio nacional fue de 10.1 por ciento y Guerrero obtuvo 11.1 por ciento.
El INCBG señala que los trámites que incrementaron su índice desfavorablemente en Guerrero son el evitar ser detenido en el Ministerio Público, presentar una denuncia, acusación o levantar un acta o lograr que se le dé seguimiento a un caso pasó de 17.2 a 51.9 por ciento de recurrencia.
Asimismo el estacionar el automóvil en la vía pública en lugares controlados por personas que se apropian de ellos pasó de 33.7 a 66.7 por ciento. Además, obtener un crédito o préstamo en efectivo para casa, negocio o automóvil en instituciones públicas como el Infonavit pasó del 10.6 a 28.3 por ciento.
Mientras que los trámites que disminuyeron su incidencia fueron evitar que un agente de tránsito se lleve su automóvil al corralón o sacar su automóvil del corralón de 62.1 a 28.0 puntos de recurrencia y evitar ser infraccionado o detenido por un agente de tránsito pasó de 66.0 a 55.4 puntos.
En ese sentido, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) de Chilpancingo lamentó que a un año de gobierno de Zeferino Torreblanca Galindo el sistema de licitaciones de obras no se transparente.
Opinión que no compartió su homologo de Acapulco, Fernando Tenopala Zalce quien aseguró que la relación con el gobierno en ese ámbito es buena.
A nivel nacional el INCBG 2005 registró un incremento respecto a 2003, pasando de 8.5 a 10.1 puntos en 2005.
La organización explica que el INCBG “registra si una estrategia anticorrupción es consistente en el tiempo, o si un gobierno o agencia gubernamental, para decirlo claramente, bajó la guardia”.
El estudio precisa que Guerrero, Tabasco, Hidalgo, estado de México y Distrito Federal, fueron las entidades con la mayor incidencia de corrupción en servicios públicos, mientras que Sonora, Querétaro, Chiapas, Baja California Sur, y Guanajuato figuraron entre los estados con menor corrupción en el país.
Los resultados publicados esta mañana alertan también sobre la propensión de los hogares a pagar sobornos.
Asimismo de los hogares del país, los encabezados por jóvenes, así como aquellos que tienen mayores niveles educativos, siguen siendo los más propensos a participar en actos de corrupción.

Se mantendrán focos de pobreza extrema en el sur, prevé Federico Reyes Heroles

* Esboza ante banqueros el México del futuro

 Aurelio Peláez * El escritor y politólogo Federico Reyes Heroles hizo ayer para los directivos de la banca en el país, reunidos en este puerto en la Convención Nacional Bancaria, un ejercicio de cómo sería México en el futuro. A la par de la conversión de la moneda usual en dinero electrónico, advierte de un México que permanecerá: “Habrá focos de pobreza extrema en las entidades del sur con población indígena, que será una proporción muy pequeña; digamos el 5 por ciento del total. Miseria explicable –en parte–por las altas tasas de crecimiento demográfico de las zonas serranas y por la marginación”.

A continuación, una parte del ejercicio de futuro realizado por Reyes Heroles:

Dentro de 25 años, para cuando los nietos de algunos de los presentes estén dejando la universidad, México tendrá alrededor de unos 135 millones de habitantes.

Si hacemos las cosas bien, como es nuestro deseo, México podría ser una potencia media con un ingreso per cápita digamos 2 y media veces del actual. El mundo será otro.

De seguir las tendencias, las principales economías del mundo serán las de Estados Unidos, China, India, Japón, Rusia. Brasil, con unos 250 millones de habitantes, peleará su lugar. De los cien principales centros de decisión económica del mundo, alrededor de 75 serán grandes empresas supranacionales.

Si hacemos las cosas bien, México será un país urbano casi en su totalidad, de clases de ingresos medios, con un nivel de escolaridad de casi 14 años. Sin embargo, el promedio de sus socios comerciales será, para entonces, muy superior al nuestro.

Raro será el que no viva de su propia iniciativa, ya sea en una empresa de otros o en una propia. Las actividades económicas del Estado serán centralmente regulatorias y no propietarias. La regulación de los mercados, sin embargo, requiere del Estado. Luego, más mercados y más Estados.

Las operaciones en efectivo serán excepcionales en la vida cotidiana y, en todo caso, de montos pequeños. Las operaciones mayores en efectivo generarán sospecha y recordarán la terrible época en la que el narco era capaz de controlar y comprar elecciones. Y por ahí, países enteros.

La moneda será cada día un referente más virtual; el dólar, el yuan, el euro, el yen se pelearán los ahorros internacionales.

Las monedas nacionales serán cada vez más escasas; la moneda de uso más común será la electrónica, sustentada en identificaciones personales con 20 controles desde la antiquísima tarjeta de crédito para los consumidores internacionales, hasta el chip interno o externo. Eso será optativo.

La gran mayoría de las operaciones, tanto empresariales como personales, serán también vía electrónica; individuos y empresas seleccionarán sus servicios de nómina, de control contable y auditoría, de pago fiscal y administración de pensiones a través de instituciones financieras integradas por grupos multinacionales.

Muchos de los sistemas de pagos estarán garantizados por instituciones financieras globales. Las irregularidades o debilidades serán detectadas en paneles regionales, monitoreadas internacionalmente; será cuestión de minutos. Las sucursales bancarias serán cada vez más escasas y estarán vacías la mayor parte del día. Pero la vida cotidiana estará abrazada totalmente de relaciones con la Banca. Se confirmará una vez más el papel de agente civilizatorio de la misma.

En ese país, México, la eficiencia bancaria será la clave para empresas e individuos, vigilar la solidez de las instituciones será una labor nacional e internacional. Las reglas de prudencia como las llama Jack Chattaleu, serán mundiales.

En ese país que veo próspero, aunque habrá llegado tarde a su cita con la modernidad, incidir en el no pago será de alto riesgo, pues el crédito personal o empresarial, estará incorporado como opción cotidiana, obligada para lograr éxito en las actividades económicas.

En ese país, México, las viejas consignas de Benjamín Franklin, serán un credo popular. Desconfía del que despilfarra porque no conoce el valor del dinero; desconfía del que lleva mucho en efectivo, porque no está invirtiendo; desconfía del que no paga, porque algún día podría ser tu socio.