Como un sueño, recuerda la niña la violación que sufrió en una comunidad de Acatepec



Fidel García Sánchez, indígena me’ phaá, se acomoda en el piso para comer pollo con mole en un cuarto del hospital Donato G. Alarcón, donde no hay sillas, pero la buena atención de los trabajadores disminuye su dolor y cansancio por la espera.
Fidel García es un indígena tlapaneco de la comunidad de Tierra Blanca, municipio de Acatepec.
Con ocho hijos, el hombre sigue confundido, triste y solo junto a su pequeña hija de 10 años, a quien los doctores le diagnosticaron lesiones por violación y derrame vaginal, por lo que estuvo en riesgo su vida.
La pequeña permanece acostada pero inquieta. De repente sonríe, aunque sus grandes ojos denotan una gran confusión, porque no entiende nada de lo que sucede a su alrededor. No habla español y sólo interactúa con su papá, quien por lo menos la hace sonreír.
Fidel también se ve confundido de que alguien llegue a visitarlo, y desestima que el suceso trágico que sufrió su familia ya está en todos los periódicos.
Allí se informó que su hijo Epifanio violó a su hermana de 10 años. Por ese delito le fue librada una orden de aprehensión y será trasladado al Albergue Tutelar de Menores Infractores, según información que se proporcionó en el Ministerio Público del sector Renacimiento.
Tímido, Fidel comienza a platicar. Es campesino y siembra jamaica que vende cada fin de semana en el mercado de Ayutla de los Libres, donde vive su hermana Nidia. Y para llegar desde su comunidad tiene que viajar tres horas en camioneta.
Uno de esos viajes lo hizo la semana pasada, pero duró más tiempo de lo previsto pues salió de Tierra Blanca el jueves 11 de mayo y se llevó con él a su esposa Laura Díaz. En casa se quedaron cinco de sus ocho hijos al resguardo de Clementino, el mayor, de 22 años.
Fidel relató que Clementino se salió a un baile el sábado y regresó a las 12 de la noche. “Empezó a prender los focos” y se percató que el petate donde estaba acostada su hermana de 10 años tenía sangre. A la niña la levantaron y le preguntaron qué le había pasado. Ella no habló.
Ya el domingo, el padre le volvió a preguntar quién le había pegado.
Según Fidel, la menor le contó que soñó que alguien la golpeaba pero no vio a nadie con claridad, y después le dio sueño y se durmió.
Afirmó que esa noche su hijo Epifanio de 16 años se había quedado con ella.
Clementino le preguntó a Epifanio por qué le había pegado a su hermana, platica Fidel. Epifanio les aseguró que él no había hecho nada.
Cuando amaneció el hijo mayor consiguió un vehículo de alquiler con un maestro que vive en la comunidad para que trasladaran a la niña porque la vio muy mal.
Fidel aclaró que él no se percató de la gravedad de la agresión, sino que el propio Clementino lo alertó de que tenían que llevar a la niña a un hospital.
Así pagaron de Tierra Blanca a la comunidad de Calmane unos 500 pesos, “los cuales todavía debo”, menciona preocupado Fidel. Y desde ahí consiguieron otro vehículo que los llevó hasta Ayutla. Por el servicio particular tuvieron que comprometer el pago de otros mil pesos.
En Ayutla, Fidel hizo compras porque tenía pensado regresar a Tierra Blanca después de que revisaran a su hija, “pero no pensé que estaba tan mal”. Ahí Clementino le dijo que la niña se estaba muriendo y que sería trasladada a un hospital de Acapulco.
En Ayutla, Laura Díaz reclamó a su hijo Clementino y le exigió que le dijera lo que le pasó a su hija, pero éste le respondió que no sabía.
Narró que ese día llegó como a las 12 de la noche y ya estaba todo manchado de sangre.
Ya en Acapulco, desde que la niña fue atendida por las lesiones, Fidel ha permanecido solo y relató que los doctores le preguntaron si sabía qué pasó.
Le informaron que había sido violada y por ello le preguntaron quién había sido, a lo que él respondió lo que Clementino le dijo, que no vieron qué le había pasado a su hermanita.
Después llegaron los representantes del MP, quienes cuestionaron al padre y a la niña, pero por la dificultad de ésta para comunicarse le pidieron que hiciera un dibujo y así pudo revelar que Epifanio era el culpable de sus lesiones.
A pesar de que en la averiguación del MP se indica que la niña gritó y que el joven le tapó la boca y al terminar se salió de la habitación y “la desfloró y le desgarró feo la vagina”, el padre –también confundido por el hecho– asegura que la menor no fue clara en su declaración y que siempre ha dicho que en un sueño vio a Epifanio, pero nunca lo afirmó.
Con dificultad para expresarse, Fidel menciona que desconoce la situación de su hijo Epifanio, “yo pienso que mi hijo no fue. A Epifanio no lo he visto que hable con chavas. Ella nomás lo soñó. Yo no sé. El doctor dice que fue Epifanio, pero él había dicho: yo no fui. Y al recordar a su hijo rompió en llanto.
Ya calmado, el campesino señala que su hija ya no vivirá más en Tierra Blanca y que se quedará a vivir con su tía Nidia en Ayutla. Ella observa tranquila y sonríe cada vez que la trabajadora social le pregunta si quiere quedarse en Acapulco con ella.

Adolescente de 16 años viola a a su hermana de 10 en Ayutla




Un joven de 16 años de edad violó a su hermana de 10 años cuando ésta dormía en un petate junto con dos de sus hermanas.
Los menores tienen su domicilio en la colonia Los Amates, poblado Tierra Blanca, municipio de Ayutla de los Libres.
De los hechos, el padre del adolescente, Fidel García Sánchez, explicó que el sábado su hijo, de nombre Epitafio, llegó a su casa y se dirigió al lugar donde dormía su hermana, a quien le quitó la ropa, se le subió encima y la violó.
Agregó que la niña gritó, pero el joven le tapó la boca y al terminar se salió de la habitación. “La desfloró y le desgarró feo la vagina”, acusó.
En el Ministerio Público del sector Renacimiento el agente comentó que el médico del hospital Donato G. Alarcón, Jaime Ruiz Rosas, examinó a la menor e informó que no está en peligro pero sí presenta lesiones.
De la agresión se inició la denuncia TAB/R/06/300/2006 ayer lunes, debido a que hasta la noche del domingo el hospital dio parte a la autoridad.
El Ministerio Público libró la orden de aprehensión contra el infractor, quien será trasladado al Albergue Tutelar para Menores Infractores.