Karina Contreras

Familiares de pacientes del hospital general El Quemado, que depende de la Secretaría de Salud, manifestaron que son condiciones inhumanas en las que se encuentran porque afuera del nosocomio no hay donde refugiarse ya sea del sol o las lluvias, pues apenas hay tres árboles y todo lo demás es concreto que agudiza más el calor.
Además, manifestaron que sigue la escasez de medicamentos por lo que genera gasto en las personas que tienen enfermos ahí, como es el caso de la señora Malena quien dijo que de 2 mil pesos que llevaba nada más tenía 500 pesos, pues su hijo llegó con el “azúcar altísima” por lo que lo pusieron insulina por lo que nada más le dieron la receta para que surtiera los medicamentos que necesitaban para atenderlo. En un recorrido afuera del hospital está todavía el escombro de los locales de farmacias que fueron derribadas el pasado 21 de junio, quienes vendían medicamento caducado y del sector salud. Al consultar a familiares si les ha afectado la falta de éstas frente al hospital, respondieron que no porque a pocos metros hay dos farmacias y afuera del hospital hay unos jóvenes que se alquilan para ir a traer la medicina.
A la 1 de la tarde el sol da con todo a los familiares de los pacientes quienes buscan la sombra de alguno de los tres árboles que hay o debajo del techo de la entrada al hospital. Otros han colocado sábanas como techo para cubrirse del sol, la gente tiene los sillones de plástico, los cuales la mayoría están vacíos porque se siente lo caliente del piso y prefieren pararse. Se vio a varias personas debajo de un árbol de almendro por la entrada de urgencias del nosocomio, pero uno de los familiares comentó que no les dejan poner los sillones ahí los empleados de seguridad por lo que tienen que estar parados para cubrirse del sol.
Algunas personas que fueron consultadas manifestaron que sería bueno que las autoridades del Ayuntamiento o del estado sembraran árboles o pongan un techo en el lugar donde estaban las farmacias para que los familiares que tardan días o semanas con su paciente en el nosocomio tengan donde refugiarse ante las inclemencias del tiempo.