Héctor Manuel Popoca Boone

Liberalización del comercio y la agricultura mexicana

 (primera parte)  

Las siguientes son las conclusiones producto de dos años de investigaciones que dentro del proyecto Comercio, Equidad y Desarrollo, realizó la Carnegie Endowment for International Peace, sobre el impacto que ha tenido en la agricultura mexicana la liberalización del comercio en el marco del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (TLCAN)

En la década de los treinta del siglo pasado, la estrategia económica de México de sustitución de importaciones y mayor protagonismo del sector público había incrementado los puestos de trabajo y la producción económica, pero generó asimismo una exagerada deuda externa que desencadenó una importante crisis económica en 1982.

A partir del periodo presidencial de Miguel de la Madrid, la economía se encauzó hacia una economía de exportación, liberalización del mercado y contracción del sector público, que culminó con la firma del TLCAN bajo la presidencia de Salinas de Gortari.

Después de veinte años pueden sacarse algunas conclusiones sobre la forma que ha cambiado la vida de los mexicanos, sobre el grado de capacidad que el gobierno ha tenido para crear condiciones que permitan ofrecer trabajo a los mexicanos, proteger su salud, el medio ambiente y ofrecerles alternativas a la migración laboral.

La primera conclusión es que el TLCAN no ha ayudado a la economía mexicana a mantenerse a la altura de la creciente demanda de puestos de trabajo. Un crecimiento sin precedentes en el comercio, la creciente productividad y el repentino incremento de las inversiones tanto en cartera como extranjeras directas han producido una aumento apenas de 500 mil puestos de trabajo en el sector manufacturero entre 1994 y 2002. El sector agropecuario, donde aún trabaja casi la quinta parte de la población mexicana, ha perdido 1.3 millones de puestos desde 1994.

La segunda conclusión es que los salarios reales de la mayoría de los mexicanos son hoy más bajos que cuando el TLCAN entró en vigor. Sin embargo, este revés en los salarios fue causado por la crisis del peso entre 1994 y 1995 y no tanto por el TLCAN. Sumado a ello, el aumento de la productividad que se registró en la década pasada no se ha traducido en un aumento salarial. A pesar de los pronósticos, los salarios mexicanos no han experimentado una convergencia u homologación con los salarios de Estados Unidos.

La tercera conclusión es que el TLCAN no ha detenido el flujo de mexicanos pobres hacia Estados Unidos en busca de trabajo. En realidad, se ha registrado un aumento espectacular en el número de inmigrantes que llegan a Estados Unidos a pesar del aumento inédito en las medidas de control fronterizo. Los patrones históricos de migración, la crisis del peso y el atractivo de oportunidades de empleo en Estados Unidos constituyen mejores explicaciones del aumento de la migración que el propio TLCAN.

La cuarta conclusión es que el temor de una minimización de las regulaciones ambientales ha sido infundado. Al momento, algunos elementos de la economía mexicana están más contaminados y otros más limpios. El gobierno mexicano estima que los daños anuales ocasionados por la contaminación en la década pasada superaron los 36 mil millones de dólares por año. Este daño al medio ambiente es mayor que las ganancias económicas procedentes del crecimiento del comercio y la economía en su conjunto. Más concretamente, la puesta en vigor del TLCAN aceleró cambios en las prácticas agrícolas comerciales que han sometido al diverso ecosistema de México a un riesgo mayor de contaminación por concentraciones de nitrógeno y otros productos químicos comúnmente utilizados en la agricultura moderna.

La quinta conclusión de la investigación realizada indica que la evolución de México hacia un sector agrícola moderno y orientado a la exportación tampoco ha producido los beneficios ambientales previstos de menor deforestación y labranza. Los agricultores rurales han sustituido el ingreso perdido debido a la baja de los productos básicos por el cultivo de tierras más marginales, práctica que ha resultado en una tasa promedio de deforestación de más de 630 mil hectáreas anuales desde 1993 en las regiones biológicamente ricas del sur del país.

PD1. La voz popular dice que no es lo mismo tener las manos limpias que las nachas ahumadas. Tampoco lo es la prudencia que prescribe la neurona, al arrebato que suscita la hormona.

PD2. Reconozcamos que la clase política mexicana además de improductiva le resulta onerosa al pueblo mexicano.

PD3. En el asunto sobre los derechos humanos, el voto de México en contra de Cuba, de acuerdo con lo instruido a Fox por Bush en su telefonema tempranero, exhibió al gobierno mexicano en una actitud lacayuna respecto a su vecino del norte, una vez más. ¡Uff!

PD4. Estados Unidos se está empantanando en Irak, tal y como le sucedió en Vietnam. Al tiempo.