Liberan a una joven que fue secuestrada hace una semana en Iguala; revela que hay otras cautivas

 

La mañana de ayer la adolecente de 16 años que estuvo secuestrada una semana fue liberada tras el pago de un rescate. La joven había sido plagiada el miércoles de la semana pasada en el centro de Iguala.
Según información de fuentes policiacas estatales, la joven fue liberada por los secuestradores luego de negociar su rescate directamente con sus familiares sin la intervención de alguna autoridad. La joven fue dejada vendada de los ojos en la comunidad de El Naranjo, Iguala, en la carretera México-Acapulco en la salida hacia Taxco a menos de 500 metros del retén militar.
Según la narración de los hechos que la joven hizo ante las autoridades, la tarde del miércoles cuando iba hacia la escuela nocturna Juan B Salazar, en el centro de la ciudad, un carro se le emparejó y de éste bajó un hombre que la tomó por la espalda y le puso un trapo en la cara para que no gritara, después la subió por la fuerza al vehículo.
Describió que mediante radios de comunicación uno de los hombres que iba en el carro reportó a otro que ya la tenía y que para dónde la llevaban, y la voz sólo respondió “por Taxco”. Después de eso señaló que le dieron de beber agua y que minutos después perdió el conocimiento y se quedó dormida.
La joven dio a conocer que cuando despertó, estaba recostada completamente desnuda adentro de una casa de piso de tierra, atada de pies y manos, y que escuchaba las voces de otras mujeres que pedían auxilio y pedían ser liberadas, una de ellas que decía estar embarazada y estar a punto de dar a luz.
Describe que había hombres armados vigilándolas y una mujer se encargaba de darles de comer una vez al día y de callarlas a golpes y con insultos cuando las otras secuestradas gritaban.
Narró que tres días después de que fue plagiada uno de los hombres que las cuidaban le pidió números telefónicos de sus familiares para empezar las negociaciones para el pago de un rescate por su liberación.
La joven fue entregada a uno de sus familiares cerca de El Naranjo, a unos metros del retén militar instalado en la carretera federal México-Acapulco.