La exaltación de lo malo en medios causa que la sociedad se acostumbre a la violencia, señala párroco

 

El administrador diocesano de la Arquidiócesis de Acapulco, Rafael Valencia González, expuso que la exaltación de lo malo a través de los medios de comunicación, ha generado un impacto negativo que ha llevado a la sociedad a que se acostumbre a la violencia y que las manifestaciones de la misma se hayan multiplicado.
El prelado católico llamó a los padres de familia a que supervisan lo que sus hijos ven en los medios de comunicación –televisión e internet– para que no vean normal el contenido de programas como narcoseries o narconovelas.
Insistió en el llamado a todos a encontrar caminos para alcanzar la paz que “tanto añoramos”.
También convocó a las autoridades a prevenir cualquier tragedia ante la temporada de lluvias, y a la población a estar consciente de la importancia de no habitar en zonas de alto riesgo.
En conferencia de prensa, el administrador diocesano expuso que la dinámica en la que se vive muestra a una sociedad acostumbrada a la violencia, tanto la que se registra en las calles como la que se expone a través de los medios de comunicación. “Todo este reflejo de la realidad tiene graves consecuencias… la situación que se vive se ve lamentablemente reforzada por esa manera en la que se presenta lo que llaman normalidad”.
Puntualizó que niños y jóvenes tiene libre acceso a medios de comunicación donde se muestran personajes ficticios “o retomamos de la realidad que son malos ejemplos y que se vuelven antihéroes a seguir”.
Valencia González expuso que eso ha causado un impacto negativo que lleva a la sociedad a que se acostumbre a la violencia, “con metas que van desde el ejercer actividades no legales hasta aspirar a dirigir alguna organización delictiva, es decir esa exaltación de lo malo también ha contribuido a que las manifestaciones de la violencia se hayan multiplicado”.
Por lo que llamó a los padres de familia a vigilar los contenidos de programas televisivos o de internet a los que tienen accesos sus hijos, porque “el daño que se les hace a los menores es grave”.
Agregó que también es una responsabilidad compartida con las autoridades para que exista una regulación de contenidos “máxime en el contexto tan complejo que vivimos”.
Señaló que no se puede decir qué trasmitir y qué no, por eso reiteró que es responsabilidad de los padres vigilar lo que sus hijos ven.
Al preguntarle si esto complica el trabajo de reconstrucción del tejido social y de la paz, el sacerdote respondió que a largo plazo será posible, sobre todo si se invierte en la educación.
En relación con los hechos de violencia que se dan diariamente no sólo en Acapulco sino en diferentes partes del estado, el administrador diocesano enfatizó que la iglesia seguirá en el esfuerzo de los últimos años para “alcanzar la paz que tanto añoramos”.
También se refirió a la temporada de lluvias que recién inició, de la que dijo que es necesario que las autoridades tomen medidas preventivas para evitar una tragedia, porque en el caso de fenómenos como huracanes “se puede disminuir el impacto que tengan”. Como la limpieza de canales y drenajes para evitar inundaciones.
Recordó que de acuerdo con la Comisión Nacional del Agua, este año se pronostican 16 fenómenos hidrometeorológicos, de los cuales 12 podrían alcanzar alguna de las categorías de huracán.
“La población debe de estar consciente de la importancia de no habitar las zonas consideradas como de alto riesgo”, indicó.
Valencia González expuso que la temporada de lluvias es “gran bendición” porque se riega la tierra que produce frutos, se renuevan los ríos y se alimentan los seres que viven en ellos, pero se debe de estar consciente de los riesgos y peligros que conlleva, “los cuales podemos evitar si somos respetuosos y responsables, aprendamos a convivir y respetemos a la naturaleza”.
En relación si ha habido otro encuentro entre el Consejo de Ejidos y Comunidades Opositoras a la Parota (Cecop) y la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), Rafael Valencia respondió que la iglesia está en la disposición de colaborar, pero que “desafortunadamente” no han vuelto a encontrarse, pero que ante cualquier conflicto o dificultad es mejor encontrar un camino de diálogo para no después lamentar situaciones que afecten la vida de las comunidades.
De la marcha del orgullo gay que se realizó ayer, el sacerdote dijo que la iglesia católica respeta la identidad de las personas, que la valoran como tal y que ellos tendrán sus razones para manifestarse y expresarse.