Se niegan policías de Copanatoyac a pagar daños al taxista agredido; pide el juez evitar represalias

 

Los indígenas que denunciaron que policías municipales de Copanatoyac detuvieron de manera arbitraria a su familiar taxista y empujaron el vehículo a una barranca en la comunidad de Xitomatla, acudieron al juez de Paz para resolver su queja por la vía de la conciliación, pero los policías involucrados y el abogado del Ayuntamiento que los acompañó se burlaron y los retaron a recurrir a otras instancias “donde tampoco les iban a creer”, dijeron.
Este jueves, los denunciantes acudieron nuevamente al Juzgado de Paz de Copanatoyac, donde el juez Mixto de Paz, Noé Nandi Zambrano dijo que se buscó una reunión conciliatoria y citó al director de Seguridad Pública municipal, Cutberto Salgado Ramírez, pero no llegó y sólo estuvieron los cuatro policías involucrados y un abogado de la sindicatura que no dio su nombre, y como no hubo acuerdos tampoco se firmó ningún documento.
El juez dijo que, al no llegarse a ningún acuerdo y luego de que los policías se negaron a pagar los daños, los invitó a que no tomaran represalias contra los denunciantes, porque sabe que aprovechan su uniforme y estar en el gobierno para luego vengarse, como ha atestiguado en los 17 años que lleva conociendo a la gente del lugar.
Los denunciantes María Ramírez Jiménez, su yerno Jorge Aranda Reyes y su hermano dijeron que el Ayuntamiento que encabeza el priista Francisco Campos está protegiendo a los policías, así como la síndica procuradora que los envió con un abogado a la reunión de conciliación.
Dijeron que no hay justicia en el Ayuntamiento; el día 13 de abril detuvieron a los policías que llevaban en una patrulla a su familiar, quien iba golpeado, esposado, y le pisaban la cabeza para que no gritara, “si llega a la comandancia, quién sabe que hubieran inventado”, dijeron.
Reiteraron que les pidieron que se lo entregaran porque de Xitomatla les avisaron que lo llevaban golpeado y que le habían empujado el carro a una barranca, “es mentira que le marcaron el alto o prendieron la sirena, porque desde el barrio se escucha y yo vi pasar el taxi y luego la patrulla, y él siempre avisa a dónde lleva los viajes”, dijo el hermano de Jorge, el taxista golpeado.
Agregó que el 19 de abril, en la cita de conciliación no se llegó a ningún acuerdo, los policías negaron todo y agregaron que les dispararon y golpearon la patrulla; al pedirles que mostraran los golpes se negaron y dijeron que ellos pagarían los daños con el descuento en sus salarios que les haría el Ayuntamiento.
“Es falso, la patrulla lleva muchos golpes porque no saben manejar, chocan con frecuencia y andan a toda velocidad, pero nosotros sí tenemos la prueba de que le dispararon al taxi, se ve el balazo y los vidrios están rotos”, dijeron mientras mostraban fotografías del taxi en la barranca, de donde lo sacaron ante el temor de que la lluvia lo arrastrara.
Los afectados denunciaron hostigamiento de los policías y el abogado del que no supieron su nombre, quienes les dijeron que los podían acusar de muchas cosas, como que llevaban armas, aunque ninguna se encontró al momento de la detención.
El segundo comandante, Erik Andrés García Aguilar estuvo en la conciliación y no aceptó pagar los daños valuados en más de 4 mil pesos que piden los afectados, además de un cese al hostigamiento y respeto a su integridad, que el director ofreció, pero no acudió a la conciliación.
Los afectados adelantaron que recurrirán a otras instancias a denunciar los hechos, lo que no lo hicieron el día del incidente porque no había servicio en el Ayuntamiento ante las vacaciones, y regresaron el martes 18, creyendo que el Juzgado de Paz estaría también cerrado.