Cerró el albergue porque lo usaban personas ajenas a los damnificados, dice Norma Otilia

La alcaldesa Norma Otilia Hernández Martínez aseguró que se atiende a los afectados por el derrumbe de la barranca La Lobera, en la colonia Ampliación Primero de Mayo, que se habilitó un albergue a pesar que no había una declaratoria de emergencias, pero que el tiempo de estancia ya se terminó y quienes lo utilizaban “eran personas ajenas a los damnificados”.
Vecinos afectados por el derrumbe de la barranca La Lobera, denunciaron el domingo en la noche que Norma Otilia Hernández Martínez ordenó que ya no se les permitiera entrar al albergue que se mantenía en el gimnasio de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG).
Ayer, en la ronda de preguntas de su conferencia de prensa semanal, se le cuestionó a la alcaldesa respecto a la denuncia, y pidió a la secretaria General, Xóchitl Heredia Barrientos que informara al respecto, “para que no se haga un teléfono descompuesto, muchas de las denuncias traen tintes más polarizados, porque ya hubo un acuerdo e incluso estos refugios ya no eran utilizados por los damnificados, la mayor parte eran personas ajenas”.
Heredia Barrientos reiteró que hay minutas firmadas con los damnificados, “a mí me extraña mucho la denuncia, porque este acuerdo se firmó el 25 de mayo”. Aseguró que a los damnificados se les ha dado transporte, comida y atención médica.
En cuestión de los refugios temporales, indicó que sólo se habilitan cuando es declarada una emergencia, “en este caso no daba las condiciones para ello, pero por la buena voluntad se logró que de manera temporal se habilitara el albergue en la UAG”.
Sostuvo que la presidenta del DIF, Magdalena Hernández Martínez platicó con los afectados y les planteó por qué no podían seguir manteniendo ese espacio habilitado, “en ese momento hubo disposición de las personas que se encontraban en el refugio”.
La secretaria general del Ayuntamiento manifestó que los damnificados ya no ocupaban en su totalidad el albergue y que eran unas cuatro o cinco personas que lo utilizaban, en esa ocasión se comprometieron a buscar un espacio, en cuanto el gobierno del estado otorgara el apoyo económico que se comprometió brindar.
“Ya no hay condiciones, la universidad hizo más de lo que le permitían sus facultades administrativas, me extraña la denuncia porque ya estábamos en el entendido que todo estaba bien”, destacó. (María Avilez Rodríguez / Chilpancingo).

Ordena Norma Otilia anoche que ya no abran el albergue a damnificados de La Lobera, denuncian

Damnificados por el derrumbe de la barranca La Lobera fueron echados del albergue que se mantenía en el gimnasio de la Universidad Autónoma de Guerrero Foto: El Sur

Emiliano Tizapa Lucena

Chilpacingo

Vecinos afectados por el derrumbe de la barranca La Lobera, en la colonia Ampliación Primera de Mayo, denunciaron que la noche de ayer la presidenta municipal de Chilpancingo, Norma Otilia Hernández Martínez ordenó que ya no se les permitiera entrar al albergue que se mantenía en el gimnasio de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), ubicado en el barrio de Santa Cruz.
Denunciaron que los gobiernos estatales y municipal los dejaron en la calle para pasar la noche, y no tendrían opción más que regresar a sus casas con el riesgo de que se derrumben, a pesar de que la Secretaría de Gestión de Riesgos y Protección Civil del estado dictaminó que es una zona no habitable por el desastre geológico.
A las 10 de la noche, una de las vecinas afectadas denunció vía telefónica que desde las 8 de la noche que llegaron al lugar para pernoctar ya no les abrieron el gimnasio en donde todavía mantienen algunas pertenencias que trasladaron ahí desde el 5 de mayo pasado.
Precisó que eran 10 adultos y seis menores de edad los cuales pasarían la noche en la calle o regresarían bajo unos toldos que están en las calle de su colonia ubicada al poniente de la capital.
Los damnificados tenían bolsas de ropa, colchonetas y cobertores afuera del gimnasio.
Otro vecino contó vía telefónica que desde las 6 de la tarde que llegó al albergue ya no había ningún policía que desde que se abrió el albergue se mantenía en el lugar.
Reprocharon, con impotencia, que nadie del gobierno del estado de Evelyn Salgado Pineda, y el gobierno municipal les diera la cara para ya no dejarlos entrar al lugar, y tampoco les han dado el apoyo económico para una renta que les habían prometido en lo que son reubicados.