Termina el conflicto por el fiscal en la parroquia de Nuevo Guerrero, Tlapehuala

 Gregorio Urieta Tlapehuala

Con la toma de posesión de Moisés Campos Alvarado como nuevo fiscal de la parroquia del Santo Espíritu, en la comunidad de Nuevo Guerrero, culminó momentáneamente el conflicto que por la administración de los bienes e ingresos de esa parroquia se gestó desde marzo de este año, cuando un grupo de feligreses manifestaron a El Sur su inconformidad por la falta de transparencia en la administración del anterior fiscal, Gabriel Alonso Márquez.

Los feligreses acusaron a Alonso Márquez de haber vendido dos kilogramos de oro pertenecientes al Santo Espíritu, patrono del lugar, sin avisar a los mayordomos y guananchas, y de negarse a informar de los ingresos que según los denunciantes, suman alrededor de 12 mil pesos al mes, tan sólo por concepto de limosnas.

El conflicto se agravó cuando el pasado 31 de mayo se celebró la elección de un nuevo fiscal, y Alonso Márquez decidió desconocer la elección que se llevó a cabo, ante lo cual un grupo de feligreses se plantó en el interior de la parroquia.

De acuerdo a una denuncia interpuesta ante la agencia del Ministerio Público de Arcelia por un grupo de feligreses, Alonso Márquez llegó hasta ese lugar y encerró a los manifestantes.

En la madrugada del martes, según la misma versión, éste llegó con varios de sus familiares armados con palos, piedras y machetes y golpearon a los feligreses que estaban encerrados, a los que posteriormente denunció como delincuentes ante el mismo MP de Arcelia, acusándolos de haber sustraído varios objetos de valor del altar y del Santo Patrono del lugar.

Ante ello, los feligreses decidieron interponer a su vez una denuncia penal en contra de Gabriel Alonso, por presuntos delitos de robo, amenazas de muerte, lesiones y otros.

La intervención del alcalde Gudelio González Luciano, hizo que finalmente se nombrara a Moisés Campos Alvarado como nuevo fiscal de la disputada parroquia de Nuevo Guerrero, a quien Alonso Márquez entregó las llaves después de rendir un informe en donde se supo de la existencia de dos coronas de oro que aseguraba ya haber vendido.

A Moisés Campos, que fungirá como fiscal a partir del 2 de junio hasta el 30 de mayo del 2005, lo acompañan como mayordomos fiesteros Carlos Luciano, Pedro Valenzuela Marín, Pedro Calixto León, Telésforo Vargas, Juan Ugalde Zeferino, Jesús Santamaría, y Moisés Santamaría Piedra.

En Nuevo Guerrero, Tlapehuala, disputa por el liderazgo de la fiesta religiosa: Bataz

 Teresa de la Cruz Chilpancingo

El subsecretario de Gobierno para Asuntos Religiosos, Javier Bataz Benítez, aseguró ayer que el conflicto que se suscitó el pasado 30 mayo en Tlapehuala por el cargo de fiscal de las fiestas religiosas, tiene de fondo “la disputa por el control del dinero y el liderazgo” mismo que en tiempos posteriores los empuja a ocupar cargos en el gobierno municipal. Y negó que por este hecho se haya generado un enfrentamiento entre los habitantes; sólo “se maximizó el asunto”.

De acuerdo a la versión de medios locales, el 30 de mayo en la comunidad de Nuevo Guerrero, en el municipio de Tlapehuala ocurrió un enfrentamiento entre dos grupos religiosos quienes se disputaban el cargo de fiscal de las fiestas religiosas, mismo que se encarga de organizar las fiestas del santo patrono en esa comunidad.

Para Bataz Benítez el hecho “se maximizo, si hubo una situación tensa por quienes buscaban ocupar el cargo, pero no hubo nunca un enfrentamiento entre los habitantes” de la comunidad. Consultado vía telefónica, dijo que las elecciones para el cargo religioso fueron el mismo domingo, pero       al parecer un grupo de un ex ocupante del puesto, Gabriel Alonso Márquez –abogado del despacho del universitario Román Ibarra Flores– “se inconformó por la nueva designación y fue él quien comunico con alarma algunas dependencias de gobierno que había un enfrentamiento”.

Mencionó que ante esta situación el sacerdote de la capilla del Santo Espíritu, Abraham García pidió la intervención de esa dependencia incluso “participo el delegado de municipal para asuntos religiosos y hoy el asunto ya esta en calma”.

Agregó que la disputa también tiene que ver con el manejo del dinero “y ese asunto realmente se tiene que atender de manera inteligente a modo de que se respeten las leyes eclesiásticas ya que una disputa por mayordomía es una cuestión interna”

Expuso que por la mañana se reunió con el secretario de Gobierno, Luis León Aponte “él nos dio la orientación para ver que esta situación y las que prevalezcan en la entidad se resuelvan conforme a derecho para que prevalezca la paz social”.

Por su parte el subprocurador de Averiguaciones Previas de la Procuraduría de Justicia del Estado, Antonio Nogueda Carvajal indicó que en la comunidad de Nuevo Guerrero solo se dieron “algunas discusiones, no hubo ningún enfrentamiento”. Entrevistado en sus oficinas, señaló que el domingo       “una persona de nombre Gabriel Alonso Márquez,       vía telefónica me comunico que en la comunidad de Nuevo Guerrero se había presentado un grupo armado de encapuchados”, por lo que       solicitó que Policías Judiciales acudieran a la localidad.

Sin embargo, indicó que en Nuevo Guerrero los judiciales “no encontraron ningún grupo de encapuchados y solo había elecciones para nombrar a un       nuevo mayordomo”.

Para el lunes, según Nogueda Carvajal, “la misma persona reporta al Ministerio Público       de Arcelia que había un grupo armado, y resulto nuevamente falso se vuelven a encontrar con un conflicto de carácter religioso”.

Derivado de ese conflicto, dijo Nogueda Carvajal que el pasado martes el MP de Arcelia “recibió la denuncia de un grupo de personas que acusaron a Gabriel Alonso por lesiones y por privación ilegal de la libertad”

Nogueda Carvajal concluyó que la averiguación que interpusieron los habitantes de Guerrero Nuevo “es por delitos pequeños, por lesiones simples, es un delito del juzgado de paz que no tiene caso referir como un conflicto por que no hubo tal enfrentamiento”.