Integrantes del Frente de Comunidades Indígenas en Defensa de los Recursos Naturales del Río Santa Catarina, de Ometepec, denunciaron que, pese a que hay una minuta de acuerdos para impedir que se extraiga arena y grava del afluente, que firmaron representantes de dependencias federales en 2009, se sigue saqueando, lo que ha provocado que ya no haya peces.
Además, denunciaron amenazas de muerte del concesionario Alberto Román Guillén, si se siguen oponiendo a que se extraiga el material pétreo.
En conferencia de prensa en el Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa (SNRP), los integrantes del Frente, Misael Damián de la Cruz, Tranquilino Rogelio Sandoval Guzmán, Juan Artemio de la Cruz Baltazar y Félix Vázquez Santiago, expusieron que en comunidades de Ometepec, Xochistlahuaca, Tlacoachistlahuaca y Cuajiniculapa se sobreexplota el material petreo del río Santa Catarina.
El ñomndaa originario de Cochoapa, municipio de Ometepec, Misael Damián de la Cruz explicó que la explotación se ha hecho desde hace años, y que en 2009 lograron parar el saqueo desmedido e irracional, con apoyo del gobierno del estado.
Ese año, protestaron y cerraron el paso a las máquinas que se ocuparían en la explotación de la piedra y arena del río Santa Catarina, y el 26 de mayo en la comunidad de Huixtepec firmaron los acuerdos con autoridades de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la Comisión Nacional del Agua (Conagua); “el primer punto dice ‘la delegación federal de la Semarnat en el estado de Guerrero, a partir de esta fecha se compromete a no emitir ninguna autorización en materia de impacto ambiental, para la extracción de material pétreo del río Santa Catarina sin el acuerdo previo de las comunidades colindante”, relató el poblador.
Añadió que pese a los acuerdos firmados, en 2010, el empresario Paul Nolasco Velasco llegó con una nueva concesión para hacer la extracción.
Recordó que antes, en 2008 dos jóvenes de la comunidad de Coachoapa murieron ahogados, luego de que días antes trabajadores de las concesionarias excavaron con máquinaria pesada y dejaron hoyos profundos.
“Venimos a exigirle al gobierno del estado, al gobierno federal, a las dependencias, que ya no se van a permitir esto, que entiendan que el río no se puede negociar y no pueden ellos decidir de ese río, detrás de ese escritorio”. Dijo que para el pueblo ñomndaa, esa parte el río ha sido un lugar de esparcimiento, pero principalmente de pesca, aunque ahora ya no hay peces, porque el río se está secando.
“Jorge Sandoval Melo, a pesar de haber acuerdo de los pueblos de que ya no vaya a extraer grava, arena, lo sigue haciendo; está también el otro Alberto Román Guillen”, expresó. Este es hijo del teniente coronel retirado, Marcos Román Bahena.