Piden obispos a quienes generan violencia que se arrepientan de sus “malas acciones”

Los obispos de la Provincia Eclesiástica de Acapulco convocaron a quienes generan violencia en el estado a arrepentirse de sus “malas acciones”, así como a los fieles católicos les recordaron que nadie es inmune al sufrimiento, por lo que los llamaron a tener una vida de misericordia.
El comunicado, firmado por el obispo de Chilpancingo-Chi-lapa, Salvador Rangel Mendoza; de Tlapa, Dagoberto Sosa Arria-ga; el de Ciudad Altamirano, Maximino Martínez Miranda y el administrador diocesano de Acapulco, Rafael Valencia González, fue aprobado en el encuentro de Provincial de Pastoral que se realizó en la parroquia de Santiago Apóstol de Zumpango del Río, municipio de Eduardo Neri y al cual asistieron 28 sacerdotes de las diócesis del estado.
Los obispos expusieron que les duele “profundamente” el sufrimiento que vive el estado a causa de la violencia que esta afectando las familias, las instituciones sociales y comunidades enteras, en su integridad física, en su economía y estabilidad. “Así como el desprecio de la vida y dignidad de las personas, de la convivencia respetuosa y del trabajo honesto”.
Expusieron que se acercan a la realidad de Guerrero “con ojos y corazón de pastores, que ven y sienten los sufrimientos de los pueblos, que están viviendo esta realidad dolorosa”. Expresaron su intención de mantenerse cerca de quienes necesitan consuelo y acompañamiento.
Aprovecharon para invitar “con paternal firmeza” a todos los que generan los diversos tipos de violencia en las comunidades, a que no se olviden “que somos hermanos y los exhortamos al arrepentimiento de sus malas acciones”.
Los obispos llamaron a quienes generan la violencia a acercarse a Jesucristo, “que renueva y redime a la persona, transformando el corazón de piedra en corazón de carne, que ama a pesar de los pecados”.
A los fieles católicos les recordaron que todos tienen necesidad de consuelo, porque “ninguno es inmune al sufrimiento, al dolor y a la incomprensión” y empezarse a que todos vivan en la paz con misericordia. Los llamaron a trasmitir el amor a través del consuelo ofreciendo a los hermanos, “una palabra que da ánimo, un abrazo que te hace sentir comprendido, una caricia que hace percibir el amor, una oración que permite ser más fuerte”.
A los que integran las comisiones y dimensiones de la Iglesia, a que hagan su mejor esfuerzo para impulsar iniciativas y acciones que “permitan volver a mirarse como hermanos, con la confianza mutua de ser gente de bien, con el compromiso de luchar hombro con hombro para mejorar los ambientes en los que vivimos, siendo artesanos de paz”.