Comparte Tania su voz de libertad en un concierto con fines altruistas en el puerto




El canto latinoamericano y la tradición de la ópera fueron homenajeados la noche del viernes en el concierto que Tania Libertad presentó, acompañada de la Filarmónica de Acapulco (OFA).
La Orquesta en coordinación con el Centro Internacional Acapulco y la Casa Hogar del Niño de Acapulco A.C. realizó su 11 Concierto de Temporada y cuyos fondos recabados beneficiarán a los integrantes de la Casa Hogar, asociación sin fines de lucro que tiene por objetivo primordial brindar bienestar y desarrollo integral a los niños desamparados.
Ante más de mil asistentes que se dieron cita en el Teatro Juan Ruiz de Alarcón, la Filarmónica de Acapulco inició el concierto con los temas Russlan y Ludmilla, de M. Glinka y Las bodas de Luis Alonso, de G. Jiménez.
Tania Libertad homenajeó con su presencia y voz el canto latinoamericano y la ópera europea. En la primera parte de su actuación compartió el tema Guinda, una pieza con cadenciosos arreglos de danzón, luego los boleros Piensa en mí y Rival, de Agustín Lara y Gracias a la vida, tema de Violeta Parra, identificada como estandarte de la honesta propuesta del canto latinoamericano.
Intercalados entre los otros temas, la cantante compartió su gusto por la tradición de la ópera europea con Oh mio babino caro; el himno al amor que inmortalizó la francesa Edith Piaf y una majestuosa interpretación del Ave María, de Schubert.
Otros temas de la noche fue un orquestado tango de Astor Piazzolla titulado Pájaros perdidos, seguido de dos piezas de la nueva trova cubana: Ojalá, de Silvio Rodríguez y El breve espacio, de Pablo Milanés, ambos compositores cercanos a la cantante en sus más de dos décadas de trayectoria artística en México.
El pianista cubano Ernesto Lecuona fue llevado al escenario cuando Tania Libertad entregó una versión de Siboney, para cerrar la noche con un tema que fue el punto de partida de su carrera en tierra azteca: Alfonsina y el mar.
Con la penumbra del Teatro Juan Ruiz de Alarcón y con solo una tenue luz roja sobre su rostro, Tania entregó este tema a capella en el que de una manera nostálgica su autor Ariel Ramírez evoca la decisión que tomó la poeta argentina Alfonsina Estorni de entregar su vida en el fondo del mar.