11 enero,2023 4:37 am

Inician clases en febrero 6 nuevas sedes de las universidades del Bienestar: Iván Hernández  

Informa el delegado del gobierno federal que se inscribieron mil 622 aspirantes y que las escuelas estarán en Atlixtac, Huitzuco, Quechultenango, Taxco, Tecpan y Teloloapan

Chilpancingo, Guerrero, 11 de enero de 2023. En Guerrero se inscribieron mil 622 aspirantes a las seis nuevas sedes de la Universidad del Bienestar Benito Juárez García que iniciarán clases en febrero próximo, especializadas en medicina integral y salud comunitaria así como enfermería y obstetricia en los municipios de Atlixtac, Huitzuco, Quechultenango, Taxco, Tecpan y Teloloapan, informó ayer el delegado de los programas del Bienestar en Guerrero, Iván Hernández Díaz.

También, pidió a los beneficiarios del programa Jóvenes Construyendo el Futuro que denuncien a los tutores de los centros de trabajo donde les pidan una parte de su beca.

La mañana de ayer en el zócalo de Chilpancingo, Hernández Díaz entregó tarjetas del Banco del Bienestar a 565 adultos mayores para que reciban su pensión de 4 mil 800 pesos bimestrales y a 914 beneficiarios del programa Jóvenes Construyendo el Futuro, quienes recibirán 6 mil 300 pesos mensuales.

Se informó que del 9 al 30 de enero se entregarán las tarjetas del Banco del Bienestar a mil 565 adultos mayores y 914 jóvenes de la región Centro, y en todo el estado serán 16 mil 551 adultos mayores y 9 mil 98 jóvenes.

Durante la entrega de las tarjetas, Hernández Díaz afirmó que en el apoyo a los adultos mayores en 2019 comenzó con 2 mil 550 pesos bimestrales y en este año será de 4 mil 800 pesos, argumentó a los beneficiarios que el dinero que recibirán proviene del combate a la corrupción.

A los jóvenes les pidió que ayuden a cuidar el programa, porque aseguró que hay quienes han querido “abusar” de éste “y que de pronto le dicen al joven, sí te vas a vincular conmigo, pero no vas a  venir y de la beca una parte tu y otra el tutor” agregó.

Señaló que esa práctica se debe erradicar, y reiteró que nadie le puede pedir “ni una partecita chiquita de su beca” a los beneficiarios, “ustedes la pueden ocupar en lo que quieran, ningún funcionario público, ningún tutor, nadie les puede pedir ni un solo peso”.

Mencionó que por miedo muchos no denuncian, pero que les daría un número telefónico y un correo donde le podrían pedir su cambio de tutor.

En declaraciones a reporteros al concluir la entrega simbólica de las tarjetas, Iván Hernández Díaz precisó que el padrón de Jóvenes Construyendo el Futuro en Guerrero es de cerca de 30 mil beneficiarios, pero la cifra cambia cada mes porque se actualiza y hay bajas y hay altas.

Dijo que actualmente sólo participan empresas del sector privado y no de instituciones gubernamentales; añadió que en la zona Norte los jóvenes trabajan en comercios de ventas y áreas administrativas y de contabilidad, mientras que en la Montaña las actividades están vinculadas al sector primario, es decir en la producción de maíz o criaderos de animales.

Contó que en la zona Centro los becarios laboran en viveros y talleres de producción de mezcal, carpintería o de piñatas, así como en tareas administrativas o de atención al público.

Afirmó que son los Servidores de la Nación quienes verifican que en los centros de trabajo donde hay jóvenes vinculados al programa cumplan con el plan que presentan al entrar al apoyo, “cuando llega la verificación y no existe el trabajo o no están los jóvenes inmediatamente se hace una inhabilitación del centro de trabajo y si hay jóvenes vinculados evidentemente también se da de baja”.

Hernández Díaz manifestó que se han inhabilitado a centros de trabajo, pero no tenía a la mano la cifra de cuántos y agregó que a los tutores les piden que en la medida de lo posible al finalizar el año de capacitación puedan contratar a algunos jóvenes de manera formal, y es una manera de compensar que por ese tiempo el gobierno absorbe el costo de una parte de su plantilla laboral.

Expuso que no piden a los tutores que les paguen un dinero extra a los jóvenes, porque por eso reciben 6 mil 300 pesos mensuales, lo que equivale a un salario mínimo.

Están en busca de predios para las universidades

El delegado de los programas del Bienestar en la entidad aseveró que este 2023 van a arrancar clases en seis nuevas sedes de la Universidad del Bienestar, y precisó que en el municipio de Atlixtac, en la localidad de Tlatlauquitepec se inscribieron 117 aspirantes a la carrera de medicina integral y salud comunitaria; en Huitzuco, en la localidad de Atetela, 263 estudiantes se inscribieron en la carrera de enfermería y obstetricia.

En el caso de Quechultenango se inscribieron 279 en medicina integral y salud comunitaria; en Taxco son 600 solicitantes para medicina integral y salud comunitaria; y para la misma carrera se anotaron en Tecpan 224 estudiantes; y en el municipio de Teloloapan, en la localidad de Acatempan, se anotaron 139.

Expresó que en las seis nuevas universidades ya están buscando las condiciones para iniciar este año clases y los trabajos de construcción de sus instalaciones, añadió que los aspirantes están en sus cursos propedeúticos y las autoridades en busca de los predios con los ejidos.

Respecto de la denuncia de vecinos de Zirándaro, en la Tierra Caliente, que denunciaron que pretenden ser estafados con diferentes cantidades de dinero, producto de las remesas que les envían sus familiares que trabajan en Estados Unidos por la sucursal del Banco del Bienestar de Michoacán, Hernández Díaz dijo que leyó la nota periodística pero nadie se ha acercado con él.

“Yo recomendaría que se acerquen con nosotros para que lo canalicemos al Banco del Bienestar. Hacerlo mediático (la queja) no ayuda a resolverlo, tendrían que presentarnos dónde hicieron el depósito, si realmente fue en una sucursal real del Banco del Bienestar hacia dónde lo canalizaron todo eso tendríamos que conocer”, dijo.

Añadió que en Guerrero hay un millón 300 mil beneficiarios de todos los programas del Bienestar como adultos mayores, de discapacidad, apoyo a pescadores, a campesinos, a niñas y niños hijos de madres trabajadoras, programas emergentes de vivienda, tandas para el Bienestar y producción para el Bienestar, entre otros.

Reconoció que los programas sociales buscan combatir las desigualdades pero sus resultados no se verán de inmediato, porque “la desigualdad no acaba con el primer apoyo que recibe una familia”, sino que será un proceso de años para consolidarse los cambios.

Respecto a los Bancos del Bienestar, detalló que se pretende que en junio de este año estén concluidos 116 sucursales en el estado, y a finales de año ya estén en funcionamiento todos, porque la principal dificultad es conseguir los predios,  pues no hay recursos para comprar terrenos.

“En muchos lugares ya los ejidos no tienen terrenos para donar, el gobierno federal no tiene, los municipios o el estado no tiene y dado que no hay recursos tenemos que buscar sedes alternas para construir las sucursales”, indicó.

Al delegado se le preguntó si con los programas del Bienestar se ha combatido la siembra de enervantes en el estado, Iván Hernández respondió que antes 36 mil campesinos no tenía otro camino que la siembra de algún enervante y era la forma de obtener ingresos hoy tienen un ingreso mensual asegurado de 5 mil pesos y están acompañados de inversión en su capacitación y en sus parcelas.

Reiteró que los resultados de programas como Sembrando Vida tardarán cinco años para verlos, pero hoy los productores tienen una actividad lícita, y a largo plazo se podrá medir con mayor contundencia cuando comiencen a producir, que provocará una derrama no sólo para el sembrador sino a toda la cadena productiva.

Ejemplificó que en la zona de los pueblos santos, entre Chilpancingo y Coyuca de Benítez, es una zona muy productiva donde la gente dejó de sembrar maíz y comenzó a emigrar, pero con el programa de Precios de Garantía han pagado por tonelada 6 mil pesos, lo que ha ayudado a arraigar a los campesinos, a regresar al campo.

Texto: Emiliano Tizapa Lucena / Foto: Jesús Eduardo Guerrero