9 julio,2020 8:46 am

Investigan posibles vacunas contra el coronavirus usando la sangre del cangrejo herradura de EU

 

Ciudad de México, 9 de julio de 2020. El cangrejo herradura tiene 10 ojos, ha existido durante más de 300 millones de años y usamos su sangre de color azul pálido para mantenernos sanos.

No, no es ciencia ficción, simplemente ciencia antigua.

Durante décadas se ha necesitado este crustáceo y su sangre para el desarrollo de medicamentos.

En estos meses de la pandemia de Covid-19 no es la excepción: los científicos están usando esta criatura para investigar una posible vacuna contra el coronavirus.

Como en el pasado, ambientalistas cuestionan cómo la investigación médica afecta la población y la vida de los cangrejos herradura y exigen que se detenga su “ordeña”.

¿Cómo nos ayudan?

Estos “fósiles vivos son importantes porque su sangre ayuda a los científicos a asegurarse de que no haya bacterias peligrosas en los medicamentos recién creados, el tipo de bacteria que puede matar a las personas incluso en pequeñas cantidades.

Los científicos extraen sangre de los cangrejos herradura para usarla en pruebas médicas. Luego los devuelven a su hábitat.

Un extracto en las células sanguíneas del cangrejo reacciona químicamente a sustancias nocivas y los científicos lo usan para evaluar si los nuevos medicamentos son seguros.

Cada año, cientos de miles de ejemplares son atrapados y llevados a laboratorios en Estados Unidos, donde se extrae parte de su sangre de una vena cerca de su corazón. Luego son liberados nuevamente en la naturaleza.

“Nadie sabe realmente el impacto que tiene”

Inicialmente, los expertos estimaron que casi todos los cangrejos sobrevivían a la “donación”. Pero en los últimos años, se estima que hasta un 30 por ciento muere debido a este procedimiento.

Los cangrejos herradura se consideran “fósiles vivientes” porque han estado en la Tierra desde hace millones de años.

Otros estudios sugieren que los cangrejos hembras que sobreviven tienen menos probabilidades de tener éxito en el apareamiento, lo que causa problemas ambientales, según activistas.

“En este momento, extraen sangre de alrededor de medio millón de cangrejos”, dice la doctora Barbara Brummer, quien está a cargo de un equipo que trabaja en la conservación de la naturaleza del estado de Nueva Jersey, donde se capturan muchos en Estados Unidos

En conversación con la BBC, dice que “nadie sabe realmente el impacto que tiene la extracción de sangre en la vida de ese cangrejo” cuando se les devuelve a su entorno natural.

Los cangrejos herradura estadunidenses ahora están cerca de ser considerados oficialmente como una especie en peligro de extinción.

¿Otra fuente?

Durante años se han realizado investigaciones para crear una sustancia artificial que pueda reemplazar la sangre azul de los cangrejos herradura.

En 2016 a los científicos se les ocurrió una alternativa que recibió el visto bueno para ser utilizada en Europa. Algunas compañías farmacéuticas en Estados Unidos también se unieron.

Sin embargo, el mes pasado, la organización que decide qué hace que las drogas sean seguras en Estados Unidos, la Farmacopea de Estados Unidos (USP en inglés), dijo que no puede confiarse en que la alternativa funcione lo suficientemente bien.

La capacidad de la sangre de los cangrejos herradura de inmovilizar y aislar patógenos fue atrapada en frascos para poderla usar en nuestro beneficio.

A las compañías que desean vender medicamentos en Estados Unidos se les ha dicho que deben seguir usando sangre de cangrejo para las pruebas.

Eso significa que cualquier firma que pueda tener una vacuna contra el coronavirus deberá verificarla a la antigua usanza, con sangre azul, si quieren poder llegar a millones de estadunidenses.

La doctora Brummer dice que está presionando para que echen otro vistazo a la sustancia alternativa, ya que en la práctica sí se está utilizando en otros países.

La firma suiza Lonza comenzó este mes a fabricar una vacuna –que se pondrá a prueba en humanos– y que “no requerirá más de un día de producción” de sangre azul, dijo a la revista National Geographic.

Texto: Redacción / Foto: Tomada de internet