9 julio,2020 8:40 am

Cambian monjas la elaboración de rompope por la confección de cubrebocas

 

Ciudad de México, 9 de julio de 2020. De preparar rompope, las monjas del Protomonasterio de Santa Clara en México, ubicado en la colonia Martín Carrera, en la Gustavo A. Madero, Ciudad de México, han pasado a la confección de cubrebocas para ganarse la vida.

“Para sostenernos económicamente nuestro trabajo es la repostería, la costura litúrgica y la venta de ostias. Al suspender el culto, obviamente la gente ya no va y nosotros ya no podemos vender ni repostería ni ostias ni nada”, dijo sor Inés Valencia.

“Ahora, para sostenernos, pues es por medio de la gente que nos ha hecho la caridad de regalarnos despensas, o que nos han conseguido otros trabajos, como la elaboración de cubrebocas, así es como la vamos llevando”.

Sor Valencia agrega que los pocos ingresos que han obtenido los utilizan para cuidar la salud de algunas hermanas que enfermaron por Covid-19.

“Hay hermanas enfermas, necesitan medicamentos, una necesita el oxígeno constantemente. Entonces sí, es difícil, luego somos 28. También de la Arquidiócesis nos han dado donativos”, señaló Valencia.

La incursión en la costura de cubrebocas llegó en mayo, cuando Alejandra Otegui, integrante del Observatorio de Seguridad Ciudadano, les hizo su primer pedido de dos mil 100 piezas, que serían entregados a policías, médicos y enfermeros de la Ciudad de México.

Luego, a inicios de junio, Otegui les propuso confeccionar otros mil cubrebocas, sólo que ahora serían especializados para personas con discapacidad auditiva.

“Surgió la idea de incluir a todas las personas con discapacidad auditiva porque a través de esta mica hay mucho más contacto”, dijo Otegui.

“Después de trabajar con muchas costureras, las madres son las que mejor trabajo hicieron, con mucha dedicación”.

Los cubrebocas tienen una mica rectangular al centro que permite a las personas con sordera comunicar sus gestos y, al mismo tiempo, observar el movimiento de labios de sus interlocutores.

Además, los tapabocas serán destinados a la fundación Amaoir, especializada en la atención de niños con sordera.

Texto: Ulises León / Agencia Reforma / Foto: Agencia Reforma