Trajo un aire nuevo a la literatura mexicana, introdujo la antisolemnidad y la buena onda, que proviene no sólo del relajo, de la risa y del rock, sino de la solidaridad, valora la escritora Elena Poniatowska, presente en el acto
Ciudad de México, 26 de febrero de 2024. Familiares, amigos, colaboradores y seguidores se dieron cita este domingo en el Palacio de Bellas Artes para hacer un homenaje póstumo al escritor acapulqueño José Agustín Ramírez, fallecido el pasado 16 de enero a los 80 años.
En el homenaje estaba una urna con los restos de José Agustín y tuvieron participación en el estrado Margarita Bermúdez, su viuda, sus hijos Andrés, Agustín y Jesús, la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto Guerrero; la escritora Elena Poniatowska; la poeta Elsa Cross y el poeta Alberto Blanco.
Margarita aseguró que su esposo dejó un legado impresionante y aseguró que “lo amé mucho” y para ella fue un gran maestro de vida, situación que comparte con muchas otras personas que estuvieron cerca de él.
“Últimamente he pensado que fue un gran maestro para mí. No cabe duda y parece que fue de algunos de ustedes también un maestro. Fue entre luz que nos mostró tantas corrientes literarias, posibilidades infinitas para crear alegría”, reconoció.
Jesús Ramírez Bermúdez, hijo del escritor, compartió junto a sus hermanos que tuvieron la fortuna de crecer y convivir con el escritor, y recordó que por las noches les contaba una historia y cuentos. Agregó que resultaron ser personas que vivieron “contagiados” por la vitalidad de José Agustín.
“Si algo tuvo nuestro padre fue esa desconcertante espontaneidad, sí hubo una desproporción enorme entre lo que él recibía de su mundo y lo que él regresaba, el síntoma de lo creativo”, indicó.
Agustín Ramírez Bermúdez, hijo de José Agustín, comentó que el Palacio de Bellas Artes era un “lugar tan increíble para despedir a José Agustín, ¡qué público tan chingón!”. Afirmó que no le sorprendería que su padre estuviera presente, aunque sea en espíritu, en el homenaje a su memoria pues constantemente hablaba de su velorio.
“A todos los que tienen el afán de escribir que se motiven a hacerlo. Te hablo directamente a ti jefe, no me voy a rendir. A ver si algo que escriba sea digno de ti”, expresó Agustín Ramírez Bermúdez.
Andrés Ramírez indicó que su padre se caracterizó por “romper la norma, tirar al sistema, subir el volumen, ser audaz” y que ha quedado en la obra de su padre, por lo que es muy reconocida en México y Latinoamérica y el resto del mundo.
“Tuve la fortuna de crecer junto con mis hermanos cerca de José Agustín, a quien yo siempre le dije papá. Poco a poco me fui dando cuenta de su carácter extraordinario, de lo distinto que era mi ecosistema al de mis amigos”, mencionó Andrés Ramírez.
La escritora Elena Poniatowska afirmó que José Agustín estaría atónito ante la realización de un homenaje a su persona dentro de un recinto como Bellas Artes, considerando que fue un personaje contestatario y recordó que estuvo preso en la cárcel de Lecumberri.
“Creo que José Agustín estaría muy emocionado y diría ‘¿qué está pasando, se han vuelto locas las autoridades?’ Porque él siempre fue un contestatario, un hombre que se levantó contra la injusticia, que estuvo en la cárcel de Lecumberri, para él sería una sorpresa enorme”, expresó.
Poniatowska reconoció que José Agustín fue una persona que “reía y hacía reír” y que le dio la oportunidad a una generación más joven para que se involucrara en la lectura y para la literatura.
“José Agustín abrió las puertas de la cultura de la chaviza, a los jóvenes que hicieron de la irreverencia una forma de acercarse a la literatura”, afirmó Elena Poniatowska.
La escritora expresó que él, quien en vida fue su amigo, quitó un rango de solemnidad a la literatura nacional y que la buena onda no solamente se caracteriza por la buena onda, sino también por la solidaridad.
“José Agustín le trajo un aire nuevo a la literatura mexicana, introdujo la anti-solemnidad y la buena onda. Buena onda que proviene no sólo del relajo, de la risa y del rock, sino de la solidaridad”, reconoció la escritora.
La secretaria de Cultura, Alejandra Frausto Guerrero, aseguró que era necesario un homenaje y despedida para José Agustín, recordando que el originario de Acapulco fue una inspiración para muchas personas.
“Acapulqueño de corazón, también amó Morelos y sus cielos calmos, antepuso su naturalidad a lo acartonado, la rebeldía a lo inflexible. Fue lo intrépido, lo nuevo”, comentó la secretaria.
Añadió que la obra Tragicomedia Mexicana es una lectura obligada para todas las personas, pero que la memoria de José Agustín es permanente. Reiteó: “te quedas con nosotros, en tus letras, en tu rebeldía, en tus lectores, en tus hijos, en tus nietos, en Margarita. Larga vida José Agustín”.
La poeta Elsa Cross recordó que conoció a José Agustín en en taller de Juan José Arreola y que a los 19 años ya había escrito una novela y que una “incalculable” cantidad de jóvenes se aproximaron a la literatura por la influencia de las obras del acapulqueño.
“José Agustín trajo una inmensa frescura y renovación con su lenguaje, sus temas, con el ritmo narrativo y estructura de sus textos y esa otra conciencia tan vital estaba detrás. Una mirada despierta, inquisitiva a la que correspondía con frecuencia una postura irreverente”, precisó.
Cross dijo que su compadre emprendió un viaje más largo y envió un abrazo a la distancia y aseguró que el escritor ahora se encuentra, y citando las palabras de José Agustín, “estoy segura que ha de estar a toda madre”.
El poeta Alberto Blanco reiteró que José Agustín se habría burlado de la ceremonia en cuestión y que le hubiera gustado que su vida fuese recordada como un concierto de rock y expresó que se debe dar “larga vida” a los libros de José Agustín.
“Se habría reído de esta ceremonia y muy probablemente habría acompañado esas risas con dos o tres majaderías tal como era su costumbre. Por eso no las voy a repetir aquí como sí me las puedo imaginar”, afirmó.
En el homenaje se llevó a cabo una lectura dramatizada por parte de la Compañía Nacional de Teatro de Los motivos del lobo del poeta Rubén Darío, además de una guardia de honor en la urna escoltada por conocidos mientras una banda tocaba La casa del sol naciente, popularizada por el grupo británico The Animals.
Texto y foto: Juan Luis Altamirano Uruñuela
Entérate más
https://suracapulco.mx/tag/jose-agustin/
