28 julio,2022 5:48 am

José Luis Medina. Más que pintar para vivir, vivo para pintar

Anituy Rebolledo Ayerdi

 

Los años sesenta

El escándalo suscitado en Acapulco por una representación teatral trascenderá a todas las plazas culturales del país. Demoledoras líneas de prensa sobre el suceso no hacían más que exhibir la pudibundez hipócrita de medios al servicio del poder. Se vivía la entrada triunfal a la década de 1960, la de la revolución sexual y la píldora anticonceptiva y cuyo cierre en México será la terrible matanza de Tlatelolco.
Acapulco era gobernado por el litigante Canuto Nogueda Radilla abrigando él mismo “la esperanza de ser el último alcalde analfabeta de Acapulco”: morirá sin verla cumplida. Etiquetado por la histeria priista como “agente del comunismo internacional”, el abogado atoyaquense había formado parte del movimiento popular que echa del poder al gobierno represor del general Raúl Caballero Aburto. Apresurada, sin duda, por la cruel matanza de Chilpancingo.

El escándalo

El Instituto Regional de Bellas Artes de Acapulco (IRBAA) ofrece una función teatral al programa de desayunos escolares del comité municipal del IMPI (Instituto Mexicano de Protección a la Infancia, hoy DIF) El IRBAA estaba dirigido entonces por la luchadora socialista calentana Macrina Rabadán Santana (más tarde le ganará al PRI la diputación federal por Iguala convirtiéndola en la primera legisladora de oposición en México). Su esposo, el pintor Luis Arenal Bastar, secundaba aquí sus tareas. Este, a propósito, había participado con su cuñado David Alfaro Siqueiros en un primer atentado contra León Trotsky, acatando órdenes dictadas desde Moscú . Durante la agresión armada a la residencia del exilado ruso se disparan centenares de balas sin que ninguna de ellas llegue a rozar siquiera al creador del ejército Rojo. Dormía en su bunker.
Dada la nobleza del propósito de la función nadie pone reparos sobre el título de la obra ni su contenido y se le publicita ampliamente . Un volante: “El Ayuntamiento de Acapulco , en coordinación con el IRBAA, presenta a beneficio de los desayunos escolares del IMPI la obra teatral La Prostituta respetuosa, del filósofo y literato francés Jean Paul Sartre, con la primera actriz Rosa Mondragón”.

La jauría

Bastará ello para que una jauría mojigata y feroz se lance sobre la yugular del alcalde Nogueda Radilla acusándolo de ser un depravado por relacionar un tema de “inmoralidad intrínseca” con la inocente niñez acapulqueña”. Los modernos inquisidores demandaban la suspensión de la obra e incluso la destitución del alcalde inmoral. Este, cuyo filoso ingenio reconocían aun sus más enconados enemigos, responderá públicamente yéndose a la yugular de sus detractores. Los exhibirá, con pelos y señales “acosadores infantiles y padrotes profesionales”. Santo remedio.
La gazmoñería utilizada como argumento disuasivo tendrá en este caso, como en anteriores y posteriores, el efecto sorprendente de un bumerang. La representación de la sarteana Putain respecteuese cubrirá con exceso el aforo del cine Playa Hornos, constituyendo un clamoroso éxito artístico y de taquilla. Los hipócritas se quedarán con las morbosas ganas de verla.

Ceballos y Medina

Por aquellos tiempos de borrascas moralinas se planta aquí el Teatro de las Máscaras (TM), como un proyecto cultural amplio y diverso. Una agrupación que estimulará el interés de los porteños por las bellas artes escénicas. Su creador y director, Roberto Ceballos Delgado, un poblano radicado en el puerto por prescripción médica y que aquí formará una familia acapulqueña. Incorporado al proyecto desde muy joven, José Luis Mediana Manzanares formará con Ceballos un binomio que dará al grupo solidez para una permanencia de muchos años. El grupo había nacido cinco años atrás en la ciudad de México, fundado por los actores Erick del Castillo, Jacqueline Andere, Arcelia Chavarría y el propio Ceballos. Habrá después filiales en Puebla, Tecamachalco y Guadalajara.
José Luis Medina recordaba haber recibido talleres de actuación y disciplinas colaterales de gente muy importante. Citaba a la actriz Carmen Montejo, entonces esposa de Ceballos Delgado; al director Fernando Wagner, al dramaturgo Emilio Carballido, a los actores Fernando y Andrés Soler así como a doña Sara García. Para él, también aficionado al canto, la composición y la pintura, el teatro nunca es producto de la improvisación sino de un largo y tesonero proceso de estudio y trabajo escénico.
El maestro Ceballos, comentaba JLM, realizó una tarea didáctica y creativa de mucho valor frente a un grupo de jóvenes que tuvieron fe en él y lo siguieron en un proyecto nunca antes intentado aquí. Y acotaba que las enseñanzas obtenidas en el TM no solo nos sirvieron arriba del foro sino en el gran escenario de la vida. Recordaba a varios pioneros como él: Juan Gilberto León, Hilda Saavedra, Edelmira de la O, Héctor Caro, Gregorio Balboa y José Santillán, llegando más tarde , para cubrir la etapa mas activa del grupo, Tadeo Arredondo, Mary Trini Ponce, Lola León y Alejandro Alvarez. También Sandra Bustamante, José Suástegui, Leonel Rendón, Yolanda Rendón, Aída, Edith y Edmundo Espinobarros, Emilio Vizarretea, Jesús Rodríguez y su esposa Silvia Escalona, Vicky Abarca, Alicia Martínez, Gabriel Abarca, Mari Trini Ponce, José Luis Salas y el doctor Víctor Manuel Montemayor.

Trashumante

La etapa trashumante del Teatro de las Máscaras significa sin duda el más rico aporte a la cultura popular de un grupo sin subvención oficial. Alejados de las facilidades escénicas de los teatros Juan Ruiz de Alarcón y Domingo Soler, los jóvenes actores habrán de enfrentarse a carencias totales e incluso con dramáticas barreras lingüísticas. Quechultenango, Mochitlán, Tlapa, Chilapa, Arcelia y Tixtla, así como las cabeceras de ambas costas, figuraron en la bitácora de giras de la organización. La reacción de esos públicos frente al fenómeno escénico será analizada luego de cada función, destacando junto al enorme poder de comunicación del teatro la notable sensibilidad de los espectadores.
Los escenarios naturales de los barrios de Acapulco serán aprovechados por el TM para poner en ellos dramas y comedias de autores locales, nacionales e internacionales. Se dará el caso de una obra escrita especialmente para escenificarse en el barrio del Pozo de la Nación: Recuerdos de mi barrio, de Marissa Garrido. Por su parte, El Relojito de Dios, del inolvidable periodista y escritor porteño Ernesto García Moraga, tendrá como escenario el patio del teatro Domingo Soler. Puestas en otros ámbitos citadinos constituirán acontecimientos culturales históricos.
Recordaba José Luis, siempre en calidad de homenaje, los dominios escénicos demostrados por varias actrices y actores hechos como él en Acapulco. Citaba a Vicky de Victoria, Enedina Cabrera, María Elena Baca, Nicolás Rodríguez, Elodia Rodríguez, Abraham Ramírez (pintor); Pompeyo Flores, Pedro Peláez (cantante); Alicia y Viridiana Cruz Gatica, Francisco Santiago, Alicia Ballesteros, Carlota Mastache, Martha Ballesteros, Rosa Elena Estrada y Rosaelena Cruzabeiro.

El teatro escolar

Otro acierto grande del TM fue su programa de Teatro Escolar, del que surgirán no pocas promesas del arte escénico y que en algunos casos reforzarán las filas de la agrupación. Los concursos en las escuelas primarias y secundarias contaron con el patrocinio del DIF municipal, en cuya estructura ya figuraba Medina Manzanares. Recordaba él a Celia Castañón, Vicky Berdeja, Carmen Salas, Mari Barrientos, Irma Nava, Blanca Moreno, Ana María Castellanos, Juan Francisco Berdeja, Ramón Bruno, Roberto Escudero, Teo Escobar, Isabel Fuentes, Rodolfo Campos, Jorge Galicia y Virgilio Medina .

Sumergidos

Sumergidos, de H. Stuart Cottman y Le Vergne Saw, marcó sin duda un hito histórico para el Teatro de las Máscaras con cinco mil representaciones en diversas temporadas. La obra se adentra en el drama de grupo de marinos a bordo de un submarino, a mil 500 metros de profundidad, cuya misión secreta no les permite comunicarse con el exterior. Sus ocupantes teatrales fueron José Luis Medina, Aarón Ruelas, Juan Gilberto León Berdeja, Gregorio Balboa, Alejandro Álvarez y el propio Roberto Ceballos.
Los actores del TM trasegaron por el teatro de todas las épocas y todas lenguas. Otros momentos importantes del grupo se dieron con obras como La Cuerda, de Patrick Hamilton, Las manos de Eurídice, de Pedro Bloch; Antes del desayuno, de O’Neil; Obsesión fatal, de Pedro Mora; El hombre de la flor en la boca, de Pirandello; El zoológico de cristal, de Walliams; El golfo, de García Moraga; El peluquero del rey, de Ibarguengoitia: Cita en Palenque, de Pablo Salinas y Cómo triunfar en la vida, de Andrés Soler.

Abreu Gómez y Gorostiza

Para el TM fue un orgullo haber estrenado Un loro y tres golondrinas, de Hermilo Abreu Gómez, así como el montaje de un espectáculo extraordinario con la poesía de Federico García Lorca y Pablo Neruda, titulado “Olimpiada 68”. Celestino Gorostiza, el prolífico dramaturgo tabasqueño, miembro de Los Contemporáneos y director del Bellas Artes, conoció y estimuló el esfuerzo de los muchachos de Las Máscaras.

Regateo histórico

Los gobiernos mexicanos –decía José Luis Medina– han regateado históricamente recursos para la cultura. Quizás convenga a los gobernantes mantener vendados los ojos de los pueblos ante las expresiones culturales, referidas básicamente a la belleza y a libertad. El Teatro de las Máscaras rompió en su momento con ataduras oficiales pues prefirió ser fiel a su público. Fue entonces cuando la sala del domicilio particular del profesor Ceballos se convirtió en escenario teatral.

Jesús Jiménez Chino

El periodista acapulqueño Jesús Jiménez Chino, de El Sol de Acapulco, recuerda al pintor acapulqueño fallecido hace apenas unos días.
“El Centro Internacional Acapulco abrió sus puertas al Teatro de las Máscaras con la obra Los cuervos están de luto, de Marissa Garrido, con la periodista Mari Trini Ponce Rosas como Piedad y José Luis Medina como Gelacio, acompañados por noveles actores como los hermanos Elsa y Enrique Caballero.
Precisa Jiménez que, como pintor, JLM exponía una vez al año y que su última presentación fue el 1 de julio de 2021, en la galería Ixcateopan del Centro Cultual. Lo nunca visto de Medina fue el título de la misma y tuvo como tema central el calentamiento global. Y en ella, por primera vez en toda su trayectoria, presentó dibujos sobre diseños textiles, heráldica y diplomas, considerados trabajos artesanales. Muy visitada durante los quince días en que estuvo abierta.
Sobre la trayectoria de Medina, Jiménez Chino recuerda que se inició en ese arte en 1971 avalado por la pintora mexicana Sofía Bassi. Fue ella quien le aconsejó las temáticas sobre “ángeles” “ cristos”, “quijotes” y paisajes más tarde elogiados por conocedores de buena parte del mundo.
“Un buen viaje amigo José Luis Medina”.

Medina por Medina

“Yo empecé en el arte como cantante en una estación de radio de Acapulco (XEKJ), luego me incorporé a un grupo de teatro y finalmente a las artes plásticas, allá por 1955, porque yo sentía muchos deseos de pintar lo que yo veía. Me inscribí en el Instituto Regional de Bellas Artes de Acapulco al que venían muchísimos americanos interesados en los cursos dictados por muchos pintores que habían venido a refugiarse en México. Me tuve que retirar porque los materiales y todo el movimiento requerían de mucho dinero que yo no tenía además de no contar con el apoyo familiar. Dejé de asistir.
Por ese entonces y a partir de 1962 yo pertenecía a un grupo de teatro que ofrecía funciones a beneficio de la Cruz Roja y a varias instituciones de asistencia social. Fue entonces cuando conocí a la pintora Sofía Bassi quien me preguntó: ¿Y tú qué tanto haces? Sé que cantas, que declamas, que diriges programas… ¿Qué más haces?
Le contesté que, además de todo eso, me gustaba pintar, que pintaba mucho, y fue entonces que a ella le cayó el veinte… y para mi gracias a Dios fue la oportunidad de tener los recursos necesarios para poder pintar.
Lo primero que me recomendó doña Sofía fue dejar de pintar los temas que yo acostumbraba por exigencia del público y así lo hice para empezar a pintar las cosas que yo había deseado siempre. Así, vinieron los quijotes, los cristos, los ángeles y los paisaje que luego gustaron tanto a la gente. A partir de entonces tomé una decisión diciéndome: “Yo más que pintar para vivir , vivo para pintar”.
Mi pintura se ha expuesto, además de Acapulco por supuesto, en varias ciudades de México, en varios países del mundo como España y Suecia. En Estocolmo, por cierto, fue donde aprendí a ejecutar los iconos que marcan a la pintura de la Era Cristiana, como este Cristo y esta Virgen, que adornan mi sala.
Ora que mi proyecto es seguir trabajando para llegar al gran público. Está por salir un libro de pintura con varias obras con pretensión didáctica, esperemos que no vana, para quienes aspiren a dedicarse a esta bella arte. Mi idea es que nadie va a enseñar a nadie a pintar, todos ternemos que soltarnos con la seguridad de que nadie va a impedirlo.

Fuente: Cápsula fotograbada de la serie Perfiles de Guerrero , dedicada a destacados artistas radicados en Acapulco. Su autora , Malena Steiner, actriz y poeta, cunado ocupó la Dirección Municipal de Cultura del Ayuntamiento encabezado por la licenciada Adela Román Ocampo. A ellas dedica JMM sus primeras palabras.