10 noviembre,2018 7:26 am

La formación de los médicos mexicanos

Reyes Betancourt Linares
Me gustaría comentar con nuestros amigos lectores de El Sur lo que ha sido la formación de los profesionales de la medicina en nuestro país. Empecemos porque desde 1937, el 23 de octubre, se festeja en la República Mexicana el Día del Médico. Esta fecha tiene una feliz coincidencia con la fundación de Ciencias Médicas en 1833, que es el antecedente de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México, la institución más relevante en este tema. Esta iniciativa se la debemos al entonces  presidente de México, Don Valentín Gómez Farías. Asimismo, un emblema de la formación de los profesionales del área médica en México es el establecimiento de la Antigua Escuela de Medicina, que fungió con ese carácter desde mediados del siglo XIX, en 1854.
Actualmente tenemos en México más de 277 mil médicos, en promedio dos por cada mil habitantes. Así también de cada 100 profesionales de la medicina que ejercen la profesión, el 64 por ciento son del sexo masculino y 36 son mujeres. Otro dato es que el 54.7 por ciento son médicos generales y el 31.5 son médicos especialistas; al igual que 6.1 por ciento de ellos se desempeñan como directores de hospitales del segundo y tercer nivel de atención. En promedio laboran más de 40 horas a la semana. Para su formación profesional se requieren 18 años, en el caso de los médicos generales y cuatro años más, en promedio, para ejercer como especialistas.
Por otro lado, es importante destacar el panorama general de la formación del personal del área de salud, en el caso de medicina el incremento de la matrícula ha pasado de 90 mil estudiantes en 2010 a 133 mil en este año. En 2017 hubo 14 mil pasantes en esta carrera, mientras que en enfermería se registraron 38 mil 500, en su mayoría mujeres. Así también hacían su servicio social profesionales de áreas afines, entre otras sicología, nutrición, química, que sumaban 11 mil 600 pasantes. El 81 por ciento de los pasantes se prepararon en el Instituto Mexicano del Seguro Social y en la Secretaría de Salud.
Mención aparte es el caso de las residencias médicas, en las cuales se forman los médicos especialistas, en este mismo año, había 30 mil residentes, en todos los niveles, que realizaban el posgrado en diferentes especialidades, entre ellas gastroenterología, pediatría, medicina interna, ginecología, oftalmología, traumatología. También es importante indicar que en 2017, se registraron 38 mil 600 aspirantes al Examen Nacional de Residencias Médicas para ocupar 8 mil 263 plazas.
En este siglo XXI, los médicos que necesitamos en nuestro país deben tener la capacidad de promover entre la población hábitos saludables que prevengan a los mexicanos de los principales males que terminan con su existencia como son los infartos al miocardio, la diabetes mellitus, los tumores malignos, siendo los mayores de 65 años los más afectados, de acuerdo con los datos aportados por la Secretaría de Salud, recopilados por el Inegi y dados a conocer en el Sexto Informe de Gobierno.
Necesitamos más médicos generales que diagnostiquen oportunamente diabetes, hipertensión, males cardiovasculares y cáncer. Asimismo, será necesario crear más unidades del primer nivel de atención, ya que actualmente existen alrededor de 14 mil 500, y muchas de ellas tienen importantes limitaciones al no contar con suficientes medicamentos y materiales de curación, al igual que no disponer del equipo necesario.
Otro aspecto relevante que debe atenderse es que la Asociación Mexicana de Facultades y Escuelas de Medicina modifiquen de manera importante el plan y programas de estudios de la carrera, reorientando la formación profesional médica a mejorar el primer nivel de atención, que es el primer contacto con los médicos, para ello habrá que considerar los centros de salud, pues ahora los centros de formación sólo incluye a los hospitales.
Por otra parte, ante el crecimiento de la población, el envejecimiento, la incidencia y prevalencia de las enfermedades crónico degenerativas, que son actualmente las causante de los mayores decesos, se necesita que los profesionales de la medicina adquieran nuevas competencias que les permitan atenderlas y un aspecto esencial es la capacidad para generar entornos y estilos de vida saludables.