Texto: Lourdes Chávez / Foto: El Sur
Chilpancingo, Guerrero, 30 de agosto de 2018. En un análisis de la industria minera en el país, el Centro de Investigación y Análisis Fundar concluyó que como actividad económica ésta no genera riqueza en las comunidades donde se desarrolla, ni recaudación importante para la hacienda pública.
En un documental difundido a principios de mes, el centro informó que en los 22 municipios con mayor producción de oro en el país, que incluye Eduardo Neri en Guerrero, el 76 por ciento tiene niveles de pobreza mayores al promedio nacional, y el 50 por ciento es superior al promedio de pobreza extrema.
En los dos casos, se indica que Eduardo Neri supera el porcentaje nacional de pobreza, que ronda 43.6 por ciento, y del porcentaje nacional de pobreza extrema, de 7.6 por ciento, de acuerdo con los registros de Coneval.
Estos hechos, pese a que Eduardo Neri, con cabecera en Zumpango del Río, cuenta con dos empresas mineras, las dos en etapa de explotación del mineral: Filos y Media Luna.
El catálogo de microrregiones del Inegi coloca al municipio minero con un grado de marginación medio, sin embargo destaca una colonia con un grado de marginación “muy bajo”, Filos Nukay, donde viven trabajadores de la mina Filos, todos provenientes de otras entidades del país.
En el mencionado documental Minería en México, ¿a quién beneficia? Riqueza para algunos, Fundar explica que México es el mayor productor mundial de plata y uno de los 10 primeros de oro, cobre, plomo y zinc.
Agrega que actualmente “hay más de 24 mil 709 otorgadas a empresas canadienses (65.3 por ciento), estadunidenses (13.2 por ciento) y Mexicanas (9.2 por ciento)”.
En el documental se destaca que la minería a cielo abierto es una de las actividades industriales que tienen mayor impacto sobre el entorno natural y la salud de la población, el agua, el suelo y el aire, que además ha ocasionado violaciones a derechos humanos.
Como referencia, Fundar citó un informe del Proyecto de justicia y rendición de cuentas, que documentó en 2016, que en seis proyectos mineros canadienses en México, hubo situaciones de violencia con un saldo de ocho muertos, dos desaparecidos, 14 heridos y 118 casos de criminalización.
Sin embargo, empresas y gobierno aseguran que la minería “es una fuente importante de empleo y de desarrollo económico, así como una fuente de desarrollo local para las familias de las comunidades”, indicó.
El análisis aclara que lejos de eso, “la extracción de minerales como el oro y la plata, representa apenas el 0.9 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), y su aporte a las finanzas públicas es de menos de uno por ciento (0.35) de los ingresos totales del gobierno federal”.
Incluso, señaló que los informes de la Auditoría Superior de la Federación muestran que la Secretaría de Economía y el SAT no cuentan con una base de datos confiables sobre las concesiones mineras vigentes, y reconocen que aún resta por identificar un 23 por ciento, que imposibilita cobrarles impuestos y derechos.
Por otro lado, informó que sólo en 2016 el valor de la producción minera en México fue de 417 mil millones, pero las condiciones de pobreza y de pobreza extrema prevalecen en los municipios productores de oro.
Como ejemplo, señalan que en los 22 principales municipios productores de oro en México, entre estos Eduardo Neri, el 76 por ciento tiene niveles de pobreza mayores al promedio nacional, y más del 50 por ciento, superiores al promedio de la pobreza extrema.
Aún así, el artículo sexto de la Ley minera 6, privilegia a la minería sobre cualquier otro uso que se pueda dar al territorio, “la agricultura, por ejemplo”.
Minería en México, ¿a quién beneficia? Riqueza para algunos, concluye con una interrogante: “si estas actividades dejan a las comunidades en pobreza, violan los derechos humanos, y además las empresas mineras no pagan sus impuestos ni sus derechos ¿por qué la minería sigue siendo una actividad preferente para el estado?
