12 diciembre,2020 5:07 am

La obligada paciencia ante la vacuna anticovid-19

De Norte a Sur

Silber Meza

 

Estamos viviendo momentos verdaderamente difíciles: hay un repunte importante en los casos de Covid-19 y se asoman las fiestas decembrinas de Navidad y Año Nuevo, amén de las posadas y demás celebraciones de la temporada. Y aunque ya se anunció el plan de vacunación, la aplicación será más lenta de lo que deseamos.

Es verdad que se trata de una vacuna que se ha desarrollado en tiempo récord. El mundo no había visto una producción tan rápida ni tan coordinada. A la mayoría de nosotros nunca nos había tocado algo así, y el planeta no había estado tan comunicado ni globalizado. Nadie estaba preparado para esto. Los que nos pudimos encerrar lo hicimos, pero para mucha gente eso está fuera de sus posibilidades y ha tenido que salir y enfrentar la situación con un riesgo muy alto.

Ha sido un año muy duro. Han muerto más de 113 mil personas en México, y contando. El virus nos ha afectado a todos y a todas, aunque se ha ensañado con las personas con obesidad, hipertensión y diabetes. También con las de edades avanzadas. Con los únicos que este virus ha sido piadoso es con niños y jóvenes.

Por eso el plan de vacunación es tan claro en su orden de prioridades.

La etapa 1 comenzará en diciembre de este año y concluirá en febrero de 2021. Se vacunará al personal de salud de “primera línea” en el control de la covid-19, es decir, a quienes día a día están en contacto directo con el virus. La etapa 2 se iniciará en febrero y terminará en abril próximos, y se vacunará al personal de salud restante y personas de 60 años o más. Conforme pasen los meses se abarcará al resto de la población de mayor a menor: en la etapa 3 se atenderá a personas de 50 a 59 años durante abril y mayo; en la etapa 4, correspondiente a mayo y junio, entraremos las personas de 40 a 49 años, y en la etapa 5, la última, se vacunará a todos los demás entre junio de 2021 y marzo de 2022.

Si todo sale como lo planeado, la sana distancia durará dos años, de marzo de 2020 a marzo de 2022. La meta es vacunar a 75 por ciento de las personas mayores de 16 años y reducir la mortalidad por esta enfermedad.

México ha firmado convenios bilaterales con AstraZeneca por 77 millones de dosis, y con Pfizer por 34.4 millones de dosis. También logró un contrato con CanSino/Biologics para contar con más de 30 millones de dosis adicionales.

Los seres humanos somos sociables por naturaleza, el aislamiento se ha convertido en todo un reto que cada vez menos personas están dispuestas a sostener.

Entendiendo la realidad que vivimos desde hace 10 meses, no nos queda de otra que aguantar el distanciamiento y mantener, dentro de nuestras posibilidades y realidades, las medidas sanitarias.

El calendario de vacunación está echado, y parece que el gobierno mexicano tiene la firme decisión de que sea inalterable. Por ejemplo, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, dijo en el programa de radio Así las Cosas –conducido por Gabriela Warkentin y Javier Risco– que la vacuna no será vendida para aplicación privada y que los estados de la República no podrán comprarla de manera independiente. Todos deberemos sujetarnos al plan nacional establecido.

–¿Se va a poder conseguir en privado esta vacuna, y ponérnosla antes del mes que nos toca? ––le preguntó Risco.

–La respuesta es no. Este es un asunto de interés público general, es un asunto de Estado, muy probablemente estará enmarcado en un contexto de seguridad nacional en México y en muchos países del mundo ––respondió López-Gatell.

Además, el vocero en Salud nacional remarcó que para llevar a cabo el plan se requiere de la solidaridad de todo el país, de esperanza social pero también de prudencia porque las remesas de vacunas y la programación dependen de la capacidad de fabricación de las empresas farmacéuticas (Pfizer, CanSino Biologics y AstraZeneca).

Los humanos deseamos con ansias la vacuna, miles revisamos a diario las noticias para conocer su arribo inminente; cada avance de los laboratorios se convierte en la noticia más leída y cada fracaso o traspié nos entristece.

Ante este escenario la paciencia será nuestra mejor aliada en el 2021. Paciencia y autocuidado, que el tramo aún es largo.