Chilpancingo, Guerrero, 4 de octubre de 2022. El obispo emérito Salvador Rangel Mendoza declaró esta mañana que es ingenuo pensar que con el actual gobierno de Andrés Manuel López Obrador se terminaría el espionaje a los luchadores sociales por parte de la Sedena y dijo que él mismo tiene intervenido su teléfono.
Entrevistado después de que celebró una misa en la parroquia del barrio de San Francisco de Chilpancingo, con motivo del día de San Francisco de Asís, el prelado también criticó la militarización de la Guardia Nacional, opinó que no es la solución para resolver el problema de la violencia y la inseguridad, ni para terminar con la corrupción.
Declaró que, por el contrario, en estados como Guerrero la violencia sigue en aumento y que no se va a resolver porque el gobierno “vendió” el estado al crimen organizado y es la delincuencia organizada la que ahora no sólo cobra derecho de piso, sino que se encarga de la venta de los productos de primera necesidad en varias regiones.
Rangel Mendoza declaró que como obispo emérito sigue interviniendo en algunos casos para lograr la paz. Informó que en septiembre intervino para liberar a dos secuestrados; uno en Chilpancingo y otro en Chilapa, pero no quiso dar más detalles.
Texto: Zacarías Cervantes / Foto: Jesús Guerrero
