31 enero,2024 4:41 am

Las implicaciones internacionales del paro agrícola en Francia

Gaspard Estrada

Desde hace unos días, los campesinos franceses han decidido sumarse a las protestas de sus pares de Alemania y Polonia, tras la aceleración de las discusiones entre la Comisión Europea y los países del Mercosur. Después de manifestarse en algunas ciudades de provincia, las grandes centrales sindicales campesinas decidieron radicalizar su movimiento: ahora se trata de intentar bloquear los accesos de París, en aras de sitiarla, al menos temporalmente.
Frente a este escenario preocupante, el nuevo primer ministro, Gabriel Attal, se reunió con algunos dirigentes agrícolas e hizo una serie de anuncios. El más importante fue que reiteró la oposición de Francia a la entrada en vigor del acuerdo de libre comercio entre la UE y el Mer-cosur. Este acuerdo, cuyas negociaciones comenzaron durante el mandato de Jacques Chirac, en 1999, está en el centro del debate político europeo. Para la Comisión Europea, así como para varios pesos pesados como Alemania, España o Portugal, su entrada en vigor significaría una transformación en profundidad de los equilibrios políticos de la Unión Europea, cuyo centro de gravedad se ha desplazado hacia el este europeo tras la ampliación de los países miembros de la Unión, en 2004, y más recientemente, tras la invasión de Ucrania por Rusia.
En este sentido, la apertura de los mercados del Mercosur constituiria una gran oportunidad para los productos semimanufacturados, en particular de Alemania, que se encuentra en un momento de gran introspección en relación a su modelo de desarrollo económico. En los casos de España y Portugal, esto permitirá reforzar los intercambios económicos, y darle una nueva perspectiva a las múltiples inversiones ya presentes en la región.
Sin embargo, en otros países, como Francia, pero también Polonia, Austria, o más recientemente, los países bálticos, este acuerdo no ha sido bien visto por los sectores productivos, en particular el sector agrícola, que temen perder mercado frente a los productos sudamericanos y denuncian la falta de equidad ante las normas y exigencias fitosanitarias exigidas por la Unión Europea. Es por ello que el acuerdo ha tenido tanta dificultad en ser aprobado por las partes. En Francia, si bien el gremio de los agricultores es cada vez más pequeño –en buena medida, fruto de la mecanización de la explotación agrícola y de los avances tecnológicos–, su capacidad de influencia política y económica se mantiene intacta. Durante décadas, los grandes empresarios del ramo financiaron las campañas electorales de políticos, en particular del partido Los Republicanos, de derecha.
Hoy en día, el Presidente Macron no dispone de una mayoría absoluta en el Congreso, lo que lo obliga a negociar alianzas en la Cámara de Diputados y en el Senado, en particular con los congresistas de Los Republicanos.
En este contexto, luce complicado para Macron prescindir de estos votos en aras de impulsar la relación con América Latina, y en particular, con el Mercosur. De hecho, desde su primera toma de posesión como Presidente, en 2017, Emmanuel Macron no ha realizado ningún discurso al respecto de América Latina, ni ha visitado ningún país de la región en una visita bilateral desde entonces (se espera que viaje a Brasil a finales de marzo, antes de ir a Río de Janeiro para el G-20, a mediados de noviembre).
Frente a esta situación, resulta poco sorprendente que Macron, y su gobierno, hayan decidido emprender toda una estrategia diplomática en el seno de la Unión Europea para impedir que el acuerdo entre en vigor. Como todo acuerdo de libre comercio firmado por la Comisión Europea tiene que ser aprobado por los 27 países que la componen en el seno del Consejo de la Unión Europea (ente que reúne a los 27 jefes de Estado y de Gobierno de la Unión), basta con que Macron o su representante rechace el acuerdo para que éste no entre en vigor.
Está claro que París intentará convencer a otros países de seguir su posición, para mandar una señal de fuerza tanto hacia afuera, como hacia adentro, y en particular, al gremio agrícola.

* Director Ejecutivo del Observa-torio Politico de América Latina y el Caribe (OPALC), con sede en París.

Twitter: @Gaspard_Estrada