1 marzo,2019 5:43 am

Libre, Gonzalo Molina; seguirá en la Policía Comunitaria para defender a los pueblos de la delincuencia, declara

También defenderá la Ley 701, dice al salir de la cárcel de Chilpancingo, donde estuvo más de 5 años y 3 meses. Resuelve el juez libertad absolutoria por terrorismo, robo y privación de la libertad.
Chilpancingo, Guerrero, 1 de marzo de 2019. A cinco años, tres meses y 22 días de su encarcelamiento, el promotor de la Policía Comunitaria de Tixtla de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC-PC), Gonzalo Molina González, salió libre el medio día de ayer.
El Juzgado Primero de Primera Instancia resolvió el auto de libertad absolutoria por los delitos de terrorismo, robo y privación de la libertad personal que enfrentaba bajo la causa penal 1/2018.
Molina González fue detenido el 6 de noviembre del 2013 por varios delitos que le imputaron  presuntamente cometidos durante acciones que realizó al frente de la Policía Comunitaria de Tixtla, para demandar de la libertad de la ahora senadora por Morena, Nestora Salgado García.
La última causa penal que se resolvió ayer, fue una de 10 que le formularon distintos juzgados entre ellos el Séptimo de Distrito del fuero federal.
A su salida del penal de Chilpancingo, Molina González denunció que estuvo preso injustamente y se declaró inocente. Acusó a las autoridades federales y estatales de haber violado con su detención la Ley 701 de Reconocimiento, Derechos y Cultura de los Pueblos y Comunidades Indígenas del Estado de Guerrero.
Adelantó que seguirá su lucha dentro de la Policía Comunitaria para defender a los pueblos de la delincuencia y que defenderá la ley 701 en la que se sustenta la Policía Comunitaria.
El promotor de esa policía fue recibido después de su liberación en su barrio de El Fortín de Tixtla con cadenas de cempasúchil, sahumerios con copal y ramos de flores por sus familiares, algunos de sus vecinos y amigos.
Molina González escuchó el auto de libertad por parte del secretario del Juzgado Primero de Primera Instancia a las 11 de la mañana desde atrás de la rejilla de prácticas.
“Se declara el auto de libertad por el delito de privación de la libertad en agravio de Rubén Reyes Zepeda (director de Seguridad Pública de Tixtla), Raúl Castrejón Temelo y Gabriel Morales Ramírez (policías), en consecuencia se ordena la inmediata y absoluta libertad de Gonzalo Molina González por el delito precisado en el resolutivo anterior”.
Asimismo, en el punto tercero la resolución agrega: “por no haberse demostrado los elementos del tipo penal de robo específico en agravio del Ayuntamiento de Tixtla, y Víctor Osorio Guevara (policía) se decreta el auto de libertad de Gonzalo Molina González”.
En el punto cuarto de la resolución “se decreta extinguida la potestad punitiva respecto al delito de privación ilegal de  la libertad en agravio  de Gabriel Morales Ramírez, Martín Saavedra Ramírez, Rosendo Morales Demetrio y Bonifacio García Portillo (policías)”.
Molina González salió del penal a las 12 y media vestido con su playera verde olivo y pantalón negro, el uniforme de la Policía Comunitaria. Colgada al hombro traía una funda con su guitarra y en la mano derecha cargaba cuadros con fotografías y pinturas que elaboró en su celda del penal.
A la salida de la cárcel lo esperaban los expresos políticos, también de la Policía Comunitaria, Arturo Campos Herrera y Samuel Ramírez Gálvez, ambos vestidos con el uniforme de la Policía Comunitaria. Arturo Campos lo esperó con un rifle
de diábolos que le entregó a su encuentro para completar el uniforme.
Lo recibieron, también, su esposa Ausencia Honorato, sus padres, e integrantes de organizaciones sociales, encabezados por Enriqueta López del Comité por la Libertad de los Presos Políticos, así como padres de los 43 estudiantes de las Normal Rural Isidro Burgos de Ayotzinapa desaparecidos, y estudiantes de esta Normal.
Gonzalo Molina estuvo preso desde el 6 de noviembre del 2013 cuando fue detenido en un retén de la carretera federal Chilpancingo-Tlapa, en Tixtla, cerca de las instalaciones del internado Adolfo Cienfuegos y Camus.
Inicialmente se le integró la causa penal 157/2013 -2 por los delitos de robo, terrorismo, robo agravado, lesiones, privación de la libertad personal, radicada en el Juzgado Cuarto Penal de Chilpancingo. Pero en los más de 5 años que estuvo preso, distintos juzgados locales y el Séptimo de Distrito del fuero federal le integraron otras nueve causas penales por los mismos delitos y en el caso de la causa federal fue por portación de arma sin licencia.
Molina González estuvo preso un año en el penal de máxima seguridad de Almoloya de Juárez, estado de México, y otro año en el de mediana seguridad de Miahuitlán, Oaxaca. El resto del tiempo estuvo encarcelado en el penal de Chilpancingo.
El promotor de la Policía Comunitaria agradeció a su salida a todos quienes estuvieron con él en el proceso penal que se siguió en su contra durante más de 5 años.
“Lo importante es que demostramos que no hay delito que perseguir, demostramos que la CRAC es una institución legal y legítima, por lo tanto los gobiernos federal, estatal y municipal tienen que respetar a los pueblos originarios, tienen que respetar a la CRAC y a su Policía Comunitaria”, exigió.
Entonces, recibió de Campos Herrera el rifle, que mostró a los que se mantenían en el mitin, así como la Ley 701 y la Constitución Política, de la que dijo que los gobiernos “le han quitado el espíritu y el alma”, y reprochó que el actual gobierno de Andrés Manuel López Obrador se las sigue quitando.
Denunció que los pueblos originarios siguen sufriendo el saqueo, la discriminación y el exterminio y llamó a la organización de los pueblos para no permitir un saqueo más.
Advirtió que todavía el actual gobierno sigue impulsando mega proyectos de muerte “y eso no debemos permitirlo, que no nos vengan a dar atolito con el dedo”.
Exhortó a defender una vida de armonía y de paz, donde se respete la vida y la naturaleza y dijo que para lograr una sociedad más justa y en paz, se necesitan las armas de la Policía Comunitaria, “estas son necesarias para la defensa de su territorio, porque no podemos permitir que violen a nuestras mujeres, que se lleven a nuestras hijas o que sigan desapareciendo a jóvenes estudiantes como los 43 de la Normal de Ayotzinapa”.
Llamó a la unidad por estas causas, “la libertad cuesta sacrificios y si queremos la libertad de nuestros pueblos tenemos que pagar ese sacrificio, la libertad no va a ser gratis, vamos a luchar contra aquellos que intenten despojarnos de nuestros territorios y de nuestros recursos”, arengó. Agregó que él seguirá luchando en esa vía.
Asimismo, se dijo un preso político, “pero no de todos, no de aquellos traidores que se venden, fui un preso político de aquellos que verdaderamente luchan por la transformación de la sociedad. Gonzalo se mantuvo firme porque sabía que no cometió ningún delito, y aquí estoy”, dijo.
Arturo Campos, por su parte, declaró que con la libertad de Gonzalo, la suya y la de Samuel, se demostró que como miembros de la CRAC son autoridades nombradas por los pueblos porque como pueblos originarios tienen ese derecho amparados en la Ley 701 y que al quedar demostrado que actuaron amparados en esa ley, nunca existieron los delitos de los que los acusaron.
Molina González fue acompañado, después, hasta su barrio del Fortin de Tixtla por los integrantes de las organizaciones sociales  y estudiantes de la Normal de Ayotzinapa.
En la entrada del barrio lo esperó un contingente de sus familiares y vecinos con cadenas de cempasúchil que le colgaron al cuello, y a su paso algunas familias salían de sus casas a saludarlo efusivamente.
En la plazoleta del Fortín otro grupo lo recibió con ramos de flotes y un sahumerio con copal, todos lo abrazaban y lo felicitaban por su libertad.
El ex preso describió el recibimiento como algo “indescriptible, es algo bonito. Toda esta gente me transmitió su energía y gracias a ellos pude resistir las cárceles donde quiso  el gobierno someterme y doblegarme, pero no lo logró”.
En otro mitin en su barrio, anunció que se va a reunir con los coordinadores de la CRAC de Tixtla para reestructurar a la Policía Comunitaria, “nos vamos a reunir con todos y con la gente del barrio y si dice que continuemos con el proyecto, vamos a continuar, si dice que ya no, ni modo, pero no creo que decidan eso, ustedes constataron que hay mucho apoyo y es esa gente la que va a decidir”.
Agregó que de su parte estará en la mejor disposición de dar lo que tenga que dar”, porque dijo que hay mucha desconfianza de los pueblos hacia el gobierno en cuanto a la inseguridad”.
También anunció que entre las primeras actividades que hará será una visita a las tumbas de los cuatro policías comunitarios que fueron asesinados en noviembre del 2015 en este barrio, por integrantes de la delincuencia organizada. Anunció que acudirá para rendirles un homenaje, porque murieron en defensa de esta base.
Asimismo dijo que acudirá a visitar las 43 butacas vacías que ocupaban los 43 estudiantes de la Normal de Ayotzinapa desaparecidos, que se encuentran en esa normal.
Durante el mitin en Tixtla, la coordinadora de la CRAC de Zitlaltepec, municipio de Metlatónoc, Beatriz Gálvez Macario, mamá de Samuel Ramírez Gálvez, entregó a Molina González, un documento firmado por las autoridades de esa casa de justicia, en el que lo nombran como promotor y vocero.
Entonces dijo que también consultará con la casa de justicia de El Paraíso, municipio de Ayutla, para saber si sigue siendo su promotor y vocero, como lo era antes de que cayera preso, “pero de todos modos vamos a seguir luchando, no podemos dejar esta sociedad así destruida, tenemos que reconstruir el tejido social, pero tiene que ser con la sociedad”, anunció.
Texto: Zacarías Cervantes / Foto: Jessica Torres