Recibe el realizador el Premio a la Excelencia en la Creación Cinematográfica y proyectan la versión restaurada de su cinta debut Amores perros en una ceremonia con restricciones sanitarias
Morelia, Michoacán, 29 de octubre de 2020. Alejandro González Iñárritu enfatizó la importancia de replantear los apoyos a la industria cinematográfica nacional por parte del Gobierno y de combatir la pobreza, pero no solo económica, sino también cultural, científica e intelectual.
Sin mencionar el nombre del presidente Andrés Manuel López Obrador, pero sí haciendo referencia a su discurso de “primero los pobres”, el prestigiado cineasta, productor y guionista, ganador de cuatro premios Oscar, recalcó:
“Nadie va a poder jamás estar en contra de apoyar a los que menos tienen, creo que es importantísimo que los olvidados sean recordados, sean rescatados, sean apoyados, y sean los que primero reciban y los que realmente sean considerados.
“Nadie podría estar en contra de esa historia y ese guión, pero como el guión de Los olvidados, de Alcoriza y Buñuel, ese guión, que es un guión perfecto, tiene que estar bien ejecutado, por mejor que sea un guión, con un muy mal director, es una mala película”, expresó González Iñárritu ayer en la inauguración del 18 Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), en una ceremonia con restricciones sanitarias.
En la sala 4 de Cinépolis Centro, el director de El renacido acudió al arranque del certamen fílmico, el cual inició con la función de Amores perros restaurada y remasterizada, y acentuó la importancia del cine en la vida de un ser humano.
Dijo no tener toda la información clara y precisa sobre recortes presupuestales a diversos rubros, como los 109 fideicomisos que el gobierno federal extinguió, entre ellos el de Fidecine, pero sí mencionó que debe replantearse el manejo de los apoyos.
“No podemos permitir que haya pobreza cultural, científica, intelectual, eso es lo que va a redefinir la pobreza, hay muchos ricos y muchos pobres intelectualmente.
“El cine y la literatura han sido la dieta de esta pandemia, ¿qué haríamos si no hubiese cine? Manifiesto mi apoyo a que se corrija lo que se tenga que corregir, sé lo que está bien por los resultados, se tienen que corregir, pero no destruir, es un guión que apoyo, pero se tiene que hacer con mucho cuidado”, puntualizó el mexicano.
Ante directivos y patrocinadores del festival, así como titulares de diversos organismos gubernamentales, el director de Birdman recibió el Premio a la Excelencia en la Creación Cinematográfica, representada en una escultura de Javier Marín, y develó una butaca conmemorativa con su nombre.
Unas horas antes hizo una videoconferencia con equipo de talento y producción de Amores perros, entre ellos Fernando Llanos, el michoacano que realizó el making off y storyboard del filme y adelantó que habrá un libro sobre esta ópera prima del mexicano.
Ya remasterizada y restaurada, la laureada película en Cannes y decenas de festivales entre el 2000 y 2001 será exhibida a partir del 5 de noviembre en 97 cines de 49 ciudades en el complejo Cinépolis y se lanzará en Criterion Collection en blu ray en diciembre próximo.
“Formaste una familia” con Amores perros, le dice la actriz Vanessa Bauche
Con un anecdotario sobre lo que sucedió hace poco más de veinte años, en el rodaje de Amores perros, fue como se dio el corte de listón simbólico para el FICM.
“Celebro estar con esta familia de Amores Perros, la oportunidad y el privilegio de vernos las caras, con unas canas blancas, pero aún con tanto cariño, y por los que faltan. No me toca decirlo a mí, pero si dices (Daniela Michel) que hay un antes y un después, lo agradezco. Lo que sí sé es que a mí me cambió la vida”, puntualizó el laureado director.
A través de Zoom, y con Daniela Michel, directora del FICM, moderadora, el ganador del Oscar reunió a los actores Vanessa Bauche, Gustavo Sánchez Parra, Adriana Barraza, Álvaro Guerrero, Jorge Salinas y Goya Toledo. Gael García Bernal se sumó sólo en audio, por unos minutos.
“Recuerdo muchísimo el primer día de rodaje, con un ritual, regalándote flores, dándote una bienvenida, así fue, formaste una familia”, contó Bauche, sobre la costumbre de Iñárritu de darles una rosa roja al inicio, y una blanca al final, en sus rodajes.
Además, al músico Gustavo Santaolalla; a la crítica de música y coordinadora de producción Lynn Fainchtein; a la directora de arte Gabriela Diaque; al sonidista Martín Hernández; y a los productores Alejandro Soberón y Tita Lombardo.
Los ausentes fueron el escritor Guillermo Arriaga (creador de la historia original y el guión), la diseñadora Brigitte Broch, el actor Emilio Echeverría y el cinefotógrafo, Rodrigo Prieto.
Soberón, el presidente de CIE (que maneja la productora OCESA), y quien fue productor con Altavista del filme, recordó que de millón y medio de dólares con los que inició la película, en presupuesto, se fueron a poco más de los 2 millones.
“No existía el estímulo fiscal, no había ningún incentivo y no sabíamos si hacerla o no. (Tita) me habló antes de dar mi resolución sobre si la producía o no, y a las 10 de la noche, me dijo ‘lee el guión’. Lo terminé a las 2 de la mañana y ya estaba convencido. Sí hay un antes y un después con este filme”, puntualizó Soberón.
Y también recordó que luego de la euforia que vivió el largometraje que estuvo en Cannes, y tras ser representante de México en los premios Oscar, fueron a una fiesta en Hollywood, junto con Salma Hayek, y Warren Beatty alabó por completo al director.
“Se le inclinó y yo dije ‘qué maravilla México perdió a Alejandro y se lo va a llevar el mundo’” añadió Soberón.
Así por casi dos horas, el cineasta y escritor compartió momentos inolvidables con su antiguo equipo, en el que también participaron Mónica Lozano, Carlos Hidalgo, Fernando Llanos, Francisco González y Martha Sosa, entre otros.
El FICM se realizará de manera híbrida hasta el domingo, con funciones digitales y otras presenciales, solo con introducción de los directores, pero sin alfombras rojas, fiestas o entrevistas regulares como se acostumbra, para procurar la salud de los participantes debido a la pandemia del Covid-19.
Texto: Fabiola Meneses Elizalde / Agencia Reforma
