Chichihualco, Guerrero, 5 de junio de 2020. Agentes de la Guardia Nacional y de la Policía Estatal llegaron a Chichihualco, cabecera municipal de Leonardo Bravo, para brindar seguridad a los desplazados de la comunidad de Filo de Caballos y otras aledañas, refugiadas aquí desde el 11 de noviembre de 2018.
En conferencia de prensa, los afectados aceptaron la decisión del gobierno ante los hechos de violencia cada vez más cercanos a Chichihualco, porque dijeron que no quieren ser desplazados por segunda ocasión.
El contexto es que la semana pasada ocurrieron fuertes enfrentamientos varios días en las comunidades Tepozonalco e Iyotla, a finales de mayo, entre grupos armados que se disputan el control de la zona y uno de ellos amenazó con irrumpir en la cabecera municipal, se reportaron tres muertos, casas y vehículos incendiados. Además, se denunció la presencia de policías del estado irrumpiendo en casas de las víctimas.
Los desplazados en Chichihualco ya habían pedido la presencia de la Guardia Nacional o del Ejército, en una conferencia de prensa.
De manera extraoficial se supo que constantemente hay rumores de que van a llegar uno de estos grupos a la cabecera municipal y toda la población se encierra en sus casas.
Ayer, en una de las casas rentadas de los desplazados, un hombre mayor dijo que hace 5 meses que no recibe el apoyo de 50 mil pesos para alimentación que otorgaba el gobierno del estado, que se distribuye entre 56 familias refugiadas.
Varias familias desplazadas no han recibido desde el año pasado el dinero para la renta de casas que entrega la federación, y que es parte de un acuerdo firmado con el subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas.
El hombre expuso que muchos jefes de familia se emplean como peones en el campo, y el dinero que obtienen es insuficiente para las necesidades del hogar. Una madre de familia indicó que son 145 niños de preescolar hasta secundaria, y 22 o 23 de ellos no tienen becas de Bienestar.
Incluso, dijeron que algunos adultos mayores tampoco han accedido a la pensión universal del gobierno federal.
Pidieron que se cubra de nueva cuenta los apoyos suspendidos, y que les brinden servicios de salud física y emocional para los menores de edad, pues hace 6 meses hubo un brote de hepatitis en ocho niños.
Insistieron en que las familias desplazadas de Filo de Caballos, Campo de Aviación, Las Torres Camutla y Carrizal, unas 350 personas adultas, niños y mayores, quieren volver a sus pueblos, pero es necesario que las autoridades instalen un filtro permanente en la sierra, con agentes de diferentes corporaciones, y no sólo que los trasladen con vigilancia policiaca y luego los dejen solos.
Texto: Lourdes Chávez / Foto: Jesús Eduardo Guerrero
