En el tour Live In México, el cantante estadunidense ofrece una variada gama de ritmos y géneros
Ciudad de México, 9 de agosto de 2024. Bruno Mars transportó a sus seguidores de la Tierra a dar un paseo por Marte y sus planetas hermanos en la galaxia musical que lo han hecho una estrella en varios universos.
En la inauguración del ahora llamado Estadio GNP, antes Foro Sol, el cantautor de Honolulu, Hawai, cautivó a los fans que llegaron anoche al primero de sus tres conciertos, en donde deleitó con éxitos como Treasure y Finesse.
“¡Hola, México, estoy de vuelta!”, exclamó Bruno al inicio del show.
“Tenía mucho tiempo de no venir y les prometo que ha sido algo espectacular preparar el regreso. Nos vamos a divertir, bailar y cantar”, añadió en inglés.
Se llama Bruno por el luchador profesional italo-estadonidense Bruno Sammartino, y eligió Mars, porque su padre solía decirle que era tan desentendido de la realidad que parecía que estaba en ese planeta.
Los asistentes disfrutaron de la vibra y psicodelia de la música del cantautor, con sus homenajes al funk y al jazz setentero, al rock y al pop de los 2000, al R&B de los setenta y al dance ochentero.
El astro musical que cumple 39 años en octubre próximo convocó a público muy joven y adulto joven. Varios de ellos llevaron atuendos como jerseys o pijamas que el intérprete ha usado a lo largo de su carrera y emblemáticos de su imagen.
Un ambiente disco se armó con Money y encantó a sus fans integrando frases en español, como: “Hola Mamacita”, “te extraño señorita”, “te amo reina chula” en Calling All My Lovelies.
En el tour Live In México, Bruno Mars expuso su calidad como intérprete y músico al tocar la guitarra, las percusiones y dar notas altas con el micrófono.
De bigote crecido, con bandana en la cabeza y tenis blancos, el 31 veces nominado al Grammy, y ganador de 15, enloqueció a la audiencia. No hubo cifra oficial, pero fue lleno total en el lugar al que le caben 65 mil personas.
It Will Rain, 24K Magic, Marry You y Runaway Baby ya habían pasado en el set list preparado por el músico y se esperaba que concluyera el show, antes de la medianoche, con éxitos como Locked Out of Heaven y Uptown Funk.
Así se marcó una nueva época en el renovado inmueble, el cual fue nombrado Foro Sol oficialmente con el fallecido David Bowie en 1997, pero que ayer soñó con música de alto nivel a cargo de The Hooligans, la banda de Bruno que además de que toca instrumentos, baila y canta.
Una de las novedades en el puente peatonal que conecta al Palacio de los Deportes a este lugar fueron las siete recomendaciones en paneles superiores, sobre cuidar objetos electrónicos, carteras y mochilas de los amantes de lo ajeno. Advertían que era mejor cargar todo por la parte frontal y, como en el Metro, estar atentos a actitudes de gente sospechosa.
En el show, la segunda parte de la pista fue a donde llegaron los seguidores más acérrimos del músico, productor y empresario, quienes bailaron, gritaron, hicieron ola e intento de slam, y gritaron a rabiar. En la primera sección, con asiento numerado, se vieron más mesurados.
Texto y foto de archivo: Agencia Reforma
