3 octubre,2022 9:27 am

Llena Rammstein el Foro Sol con una tocada que fue postergada por la pandemia de Covid-19

Los alemanes prenden literalmente el escenario ante 65 mil personas

Ciudad de México, 3 de octubre de 2022. Aire, tierra, agua y… Rammstein. El káiser del fuego.

El elemento que acompaña a la formación alemana de metal industrial en sus giras como un imprescindible séptimo integrante convirtió la noche del sábado el Foro Sol en esto justamente, un núcleo incandescente que arrojaba llamaradas y pirotecnia para deleite de 65 mil seguidores, cifra oficial que, con seguridad, se replicará en los conciertos del Amerika Stadium Tour de hoy lunes y del martes.

Más de dos años y medio de pandémica espera tuvieron que aguantar quienes habían comprado boletos para estas fechas, dos veces postergadas. A las 20:30 horas, una sobria estructura futurista con toque art déco reveló el logo de Rammstein. La cita con sus canciones de amor, deseo y desenfreno.

Armee der Tristen (Ejército de los Tristes) y Zick Zack (Zig Zag), del nuevo álbum, Zeit, marcaron el paso, redoblado por Links 2-3-4 (Izquierda 2-3-4).

Con un seco “México” saludaron a la multitud. Cada uno de los mismos seis músicos que crearon el grupo, a lo suyo: Christoph Schneider, como un trueno con la percusión. A su lado, Flake, como un autómata dorado a cargo de los teclados. Richard Kruspe y Paul Landers, con sus afiladas guitarras, más el bajo de Oliver Riedel. Al frente, Till Lindemann, siniestramente cómico y expresivo.

La imponente belleza geométrica del escenario, con sus columnas luminosas y tres pantallas verticales, fue deslumbrante.

Rammstein juega con fuego en Mein Herz Brennt (Mi Corazón Está Ardiendo) y reduce a su Puppe (Marioneta) a cenizas que vuelan como confeti.

En su lindo y querido México, el precio del combustible está por las nubes, pero a estos músicos forjados en la antigua Alemania Oriental les importa un pepino. Con sus cañones y lanzallamas escenifican un espectáculo que literalmente eleva la temperatura a lo largo y ancho del recinto. Locura incendiaria.

Flake es cocinado en forma despiadada por Lindemann como plato fuerte de Mein Teil (Mi Parte). El público corea a todo pulmón la infaltable Du Hast (Tú Tienes). Con Sonne (Sol) se cierra la primera parte del concierto y el Foro retumba como volcán en erupción. Quien juega con fuego se quema, pero ellos han ejecutado y practicado estas artes cientos de veces.

Antes del primer encore, las cámaras de la producción seleccionaban al azar a jóvenes que no dudaban en mostrar sus pechos. “Chichis pa’ la banda”, el ritual del Vive Latino y tantos otros, se celebró en grande.

Para el regreso, la banda optó por surfear entre las cabezas y brazos al aire al son de Engel (Ángel), y la fiesta no desmereció durante Ausländer (Extranjero).

Cuando fue el turno del jocoso Du Riechst So Gut (Hueles Muy Bien), el ánimo se sintió en efervescencia mayúscula. Haces láser, rayos lumínicos, llamas. Imposible pedir más. Bueno, sí, otro encore.

Para completar la filmación del show, Rammstein, la solemne marcha homónima, fue lo máximo. Con agradecimientos en español, todos arrodillados ante el auditorio, eligieron Te Quiero, Puta, su única y polémica canción en español, como epílogo.

Rammstein, el genio musical que mejor ha contribuido a expandir la lengua germana en el ámbito global, apagó las luces pero dejó los corazones latiendo a la velocidad de la luz a las 23:00 horas.

Texto: Miguel González / Agencia Reforma