La incidencia de los programas de bienestar en los ingresos vía transferencias de las personas con menos recursos se redujo 12.3 por ciento, mientras que para las más ricas aumentó cuatro veces, alerta el organismo
Ciudad de México, 16 de febrero de 2023. En los últimos años, los apoyos monetarios que el Gobierno federal otorga a través de los programas de bienestar han aumentado, pero han perdido impacto en los ingresos de la población más pobre y se han incrementado en los sectores más ricos, alertó el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
De acuerdo con el Informe de Evaluación de la Política de Desarrollo Social 2022, las transferencias monetarias públicas y privadas, son la segunda categoría con mayor peso en el Ingreso Corriente Total Per Cápita (ICTPC).
Este ingreso se compone también de rubros como los ingresos laborales y de los recursos que provienen de la propiedad y del capital, como rentas y alquileres.
Los datos del organismo especializado en la medición de la pobreza señalan que en 2018, los apoyos monetarios que se otorgaron a través de los programas del bienestar representaron el 65 por ciento del ingreso monetario per cápita por transferencias del primer decil, es decir, la población más vulnerable.
Para el decil más alto, este tipo de recursos representaron el 0.7 por ciento.
Sin embargo, dos años después, la incidencia de los programas de bienestar en los ingresos vía transferencias de las personas más pobres se redujo 12.3 por ciento, mientras que en las personas con más recursos aumentó cuatro veces.
“En 2020, la proporción del ingreso por programas federales de desarrollo social reportó una disminución para el primer decil al ubicarse en 52.7 por ciento, mientras que para el último decil representó un incremento, al situarse en 3.2 por ciento”, señala.
El informe sostiene que a pesar esta disminución, los apoyos sociales siguen teniendo un peso importante en las transferencias monetarias de las personas.
John Scott, investigador académico del Coneval, advirtió que a pesar de que han aumentado los recursos de los programas sociales, se ha reducido la progresividad de las transferencias públicas.
“La proporción que llega a los deciles más pobres, a los grupos más pobres, en pobreza extrema, los primeros deciles, sobre todo, se ha reducido como una consecuencia natural del cambio de programas más dirigidos o programas más universales”, dijo.
Texto: Martha Martínez / Agencia Reforma
