28 agosto,2020 5:19 am

Luces y sombras

Jorge Camacho Peñaloza

 

Sólo se aguanta una civilización si muchos aportan su colaboración al esfuerzo. Si todos prefieren gozar el fruto, la civilización se hunde.

José Ortega y Gasset.

 

El próximo martes Andrés Manuel López Obrador dará su segundo informe constitucional de labores, sin duda tiene mucho que informar, sin embargo, como todo en política, podríamos decir que será un informe de luces y sombras, de situaciones estructurales y coyunturales positivas y negativas, de fondo y forma plausibles y criticables.

Sin duda, Andrés Manuel López Obrador tuvo la virtud de vencer al régimen en el que se sustentaron los gobiernos del PRI y dos del PAN durante casi 90 años, tuvo la fuerza de persuasión para convencer a millones de mexicanos, no sólo para que votaran por él, sino para que lo apoyaran en su movimiento y candidatura a la Presidencia de la República, sin embargo, para muchos de sus seguidores, militantes de Morena y para él mismo, esta contundente victoria pareciera que la han considerado como si fuera un cheque en blanco, lo cual se ha reflejado en su forma de gobernar.

Los aspectos estructurales en los que ha avanzado han sido, sin duda, el combate a la corrupción y lo que él denomina el rescate de los de abajo, la ayuda económica a los que menos tienen, el combate a la pobreza extrema, así como el saneamiento del servicio público es también un aspecto en el que ha avanzado considerablemente, como el ejercicio austero de la administración pública, esto tiene que ver con el avance de su proyecto epocal denominado Cuarta Transformación, está bien, se entiende que persigue una transformación política, económica y social de fondo.

Sin embargo, en el plano de las sombras podemos decir que ya pasaron dos años, dos, y la violencia criminal no ha disminuido, la inseguridad pública no se ha resuelto, la estrategia de abrazos no balazos no ha funcionado; en el plano económico tenemos una caída de la actividad económica como no se ha registrado desde la gran crisis de 1929, de más de dos dígitos, caída del empleo y cierre de negocios como no se había registrado, encima de esto una pandemia mal gestionada, se aplanó la curva, sí, pero no se evitaron las muertes, y siguen creciendo, no se colapsó el sistema hospitalario, pero sí la vida de muchos mexicanos, se privilegió que no colapsara el funcionamiento administrativo, pero a costa  de abandonar acciones más segmentadas de prevención del Covid-19.

Otros aspectos de más sombras que luces es que con López Obrador se ha fortalecido la Presidencia de la República con su capacidad de ejercer el poder, de comunicar, de rendir cuentas, de hacer política, porque Andrés Manuel López Obrador es, en toda la extensión de la palabra, un zoon politikon, un animal político, y la selva es su hábitat natural, ahí donde se impone el más fuerte, el que tiene el poder, tanto se ha fortalecido la Presidencia de la República que AMLO no reparó mucho en de plano vivir en el mero Palacio Nacional, entre jardines, salones de pisos de madera, pinturas y lámparas parisinas, con lo que se desmorona su imagen austera de viajar en líneas aéreas comerciales y trasladarse por carretera en sus giras en el interior de la República.

Un Presidente fuerte y una sociedad políticamente debilitada, a la que sólo se le toma en cuenta para hacer consultas sobre temas que ya han sido decididos, una ciudadanía que ha desaparecido del mapa, se asume que la mayoría que votó por AMLO es una mayoría que de antemano está de acuerdo, a ojos cerrados, con lo que haga el Presidente, no hay un ejercicio democrático de interacción entre gobierno y ciudadanía, ésta ya votó y aquel a gobernar gastándose aquel cheque en blanco.

Otro tema en el que hay más sombras que luces, es que el Presidente ha coadyuvado a la polarización del país, le ha dado más importancia a las diferencias y a los diferendos con sus adversarios, que a propiciar un clima de unidad, de construcción de consensos, de escucha de todos los sectores de la sociedad, no sólo a los pobres; y sus adversarios y malquerientes también han puesto lo suyo, se han empeñado en polarizar ideológicamente con el Presidente, en lugar de reconstruir una sólida propuesta de visión a partir de lo que considera son las debilidades de este gobierno, pero no, todo es más catarsis whatsappero, desahogo del coraje de la derrota, sin construir una narrativa seria y alternativa.

Digamos que son dos años de avance en su proyecto pero no de construcción de consensos, de imponer una visión de gobierno que beneficia a las mayorías más empobrecidas pero no de gobernar con la sociedad, de defensa de un proyecto de gobierno que se piensa todos los días desde Palacio Nacional, pero no de crecimiento democrático de la sociedad; ojalá que en el segundo tercio haya más luces que sombras no solo de la Presidencia sino de todos los actores políticos, económicos y sociales, que gobernar no es sólo es responsabilidad del Presidente sino de la sociedad en su conjunto.

Vuela vuela palomita y ve y dile: A todos los que andan tras candidaturas, que para qué sufren tanta calentura si los que saben de comportamiento electoral dicen que es conocido que los votantes ya tienen desde endenantes decidido su voto, que no crean que porque aparecen en las redes con cara chula, sonriente y feliz van a cambiar la preferencia de los guerrerenses, si este arroz ya está bien cocido.