6 abril,2023 5:19 am

Más flores de su Yasmín

Humberto Musacchio

 

Guadalupe Taddei Zavala, quien encabezaba el Instituto Sonorense de Transparencia, ahora presidirá el Instituto Nacional Electoral gracias a que resultó favorecida en la tómbola ordenada por el Ejecutivo y dócilmente aceptada por los diputados de Morena. Taddei se dice licenciada en Administración Pública por la Universidad de Sonora y durante 23 años ocupó cargos en el órgano electoral de su estado y en el IFE-INE.

La señora es prima de Jorge Luis Taddei, coordinador de los programas sociales en Sonora; es tía del director de LitioMx, Pablo Daniel Taddei Arriola, cuyo padre es superdelegado del gobierno federal en Sonora, en tanto que Ivana Celeste Taddei, hermana de Pablo Daniel, es diputada local y su hermano, Jorge Carlos Taddei, fue director de Áreas Naturales Protegidas.

Otros miembros de la parentela que también tienen hueso son Luis Rogelio Piñeda Taddei, director del Centro de Investigaciones del Congreso de Sonora; Jorge Francisco Piñeda Taddei, encargado de las nóminas del Instituto de Becas y Crédito Educativo de la misma entidad; Luis Fernando Piñeda Taddei es secretario escribiente del Tribunal de Justicia Administrativa del estado; Luis Alonso Taddei Torres cobra como director de Estudios y Proyectos del Instituto Sonorense de la Juventud y Álvaro Bracamonte Sierra, tío político de José Luis, es secretario de Gobierno de Sonora.

Su caso recuerda el de Guillermo Nevárez Elizondo, director general de CFE Distribución, entidad del ámbito donde reina Manuel Bartlett. La esposa de don Guillermo, María Isabel Zárate, aparece como subgerente de la CFE y percibe anualmente dos millones de pesos. Nevárez ha tenido en la nómina de CFE Distribución a sus hijitas Hilda, Claudia y Lorena, la primera como supervisora en la Gerencia Regional de Trasmisión, en Chihuahua; la segunda como ingeniera de gestión de calidad en la Central de Ciclo Combinado, en tanto que la tercera fue, hasta 2022, supervisora en la Residencia de Construcción. Don Guillermo, generoso, también ha sabido beneficiar a sus yernos, pues uno, Rafael Gutiérrez Porras, es jefe de departamento en la Zona II de Chihuahua, y Víctor Manuel Hernández Muñoz tenía hasta hace poco tiempo el cargo de ingeniero I para licitaciones. Por supuesto, de nada sirve la riqueza si no se ostenta, por eso la bonita familia presume en redes sociales sus viajes a Europa y Estados Unidos.

Precisamente el día que lamentábamos la muerte de los migrantes en Ciudad Juárez, el señor Presidente de la República no pudo ocultar su alegría al ver lo muy provechosa que resultó la jugada para apoderarse del INE, pues sus escuderos metieron a pura morenista en la quinteta principal. Si no era doña Guadalupe Taddei, bien podía ser otra, pues las cuatro restantes se visten de guinda: Bertha Alcalde Luján es hermana de la secretaria del Trabajo; Guadalupe Álvarez Rascón es hija de José Antonio Álvarez Lima, senador por Tlaxcala (de Morena, por supuesto); Zircey Bautista Arreola es esposa de Daniel Octavio Fajardo, subsecretario de la Sedatu; y Rebeca Barrera Amador fue señalada por el diario Reforma como “cercana al gobernador de Baja California Sur Víctor Castro”.

Ahora, para documentar nuestro pesimismo, gracias a Mario di Costanzo (@mario_dico50) sabemos que doña Guadalupe Taddei tiene el mismo número de cédula profesional que Victoria Rivera Vallejo, sólo que ésta lo obtuvo en 1952 y Taddei en 2017.

Desde luego, AMLO dice que él y los funcionarios de su administración no son iguales a los de otros gobiernos, pero lo cierto es que se parecen demasiado. Por ejemplo, sobre los títulos que ostenta Delfina Gómez Álvarez, la reportera Orquídea Fong de la revista etcétera denunció que no encontró tesis o tesina de la presunta licenciatura en la Universidad Pedagógica Nacional. Respecto a las dos maestrías que dice tener la hoy candidata de Morena a la gubernatura mexiquense, una en el Centro de Estudios Superiores en Educación (CESE) y otra en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, no existe evidencia de la primera y respecto de la segunda, en su tesis hay “exceso de parafraseo” que raya en el plagio, dice Fong, no obstante lo cual le fue extendido el grado académico.

Es para infartarse, diría Ya Saben Quién.